Pobladores de la comunidad de Pajuiles, municipio de Tela, se han declarado en resistencia en contra de la empresa Hidrocep. Afirman que el gobierno hondureño no les provee agua potable, su única fuente ha sido contaminada, por eso han decidido frenar el proyecto hidroeléctrico, que dicen incurre en delito ambiental.
La
hidroeléctrica realiza la explotación de recursos en la parte alta de
las comunidades, lo que genera que a sus casas llegue el agua con
sedimentos. Los habitantes denuncian que el alcalde de Tela, Mario
Fuentes, actuó arbitrariamente al autorizar la explotación de recursos
en esta comunidad.
Con
el bloqueo de la calle principal han logrado impedir el paso de los
operadores de las maquinarias. Ya han sido capturadas cuatro personas en
protesta y el sitio ya fue visitado por la Oficina del Alto Comisionado
de la ONU para Derechos Humanos.
“Estos
son los conflictos que genera la no consulta para la explotación de los
recursos naturales de las comunidades y por eso continúan los problemas
entre las empresas privadas, el gobierno y las comunidades”, cuestionan
los afectados.
*/ Karla Lara
EL LIBERTADOR
www.karla-lara.com
Pajuiles…
¿Hay un lugar que se llama así? me preguntó una vecina a quien
preocupada le mostré las fotos de la gente detenida hoy, sus rostros
firmes detrás de las rejas. Vino la segunda pregunta, y ¿quiénes son,
¿por qué los detuvieron?, ¿dónde queda eso?.
Pajuiles
es una aldea del municipio de Tela en el departamento de Atlántida, la
costa norte hondureña, llena de montañas, de ríos, de voluptuosa
naturaleza, de gente alegre, platicona, y de un tiempo para acá
organizada y por lo tanto en un proceso de entender su derecho, su
pertenencia, su identidad, su bien dado para protegerlo, para
defenderlo.
Es
así que las comunidades organizadas en el Movimiento Amplio por la
Dignidad y la Justicia (MADJ), decidieron, hace ya más de cuatro meses,
instalar un campamento por el Agua y por la Vida, así denominaron ese
digno acto de amor, de resistencia pacífica por su río y la Cordillera
Nombre de Dios, porque al señor Jason Hawit de manera amañada, eso
significa que la Secretaría del Ambiente, las Autoridades locales, el
Ministerio Público, la policía, el ejército, el Gobierno todo y su
aparato que se tapan unos con otros, le permitieron la instalación de
una empresa hidroeléctrica, HIDROCEP, se llama, y no le consultaron
antes a las comunidades como dicen las leyes que ellos se inventan y
luego adaptan según va cambiando su interés específico.
Las
comunidades ha identificado y demostrado el daño provocado, el daño
ambiental, eso significa el lodo que ahora arrastra el cauce, el caudal
disminuido, los árboles que ya no dan sombra, el calor que aumenta, los
peces que ya no nadan, el alimento que significaban en un uso racional y
ya no lo tienen, las enfermedades en la piel de niñas y niños, las
diarreas que provocan muerte, el paisaje cambiado, los cultivos
afectados, el clima cambiado, del daño social se habla también, uno
tiene que ver con el otro, porque ya no se puede bañar en el río, no se
puede aguar a las bestias, no se puede ir a pasear porque ponen rótulos
que dicen Propiedad Privada.... ¿Propiedad privada?... esa es la gran
pregunta, si los ríos son de la gente, de la tierra, de la naturaleza,
de la vida, no son de un señor extraño a la comunidad que lo hace su
negocio propio en nombre del desarrollo porque ofrece dos que tres
trabajos mal pagados, porque ofrece los pupitres que el Estado debe dar
como el derecho que tienen quienes estudian, porque ofrece la carretera
que también es derecho, nada de lo ofrecido es lo que ya la gente tiene
el derecho constitucional de gozar.
Hoy
detuvieron a cuatro pobladores en protesta, una mujer y tres hombres,
por fuentes fidedignas se conoce que hay doce requerimientos fiscales
más, el vergonzoso Ministerio Público una vez mas actúa como defensor de
los intereses privados y no de las comunidades. No actuó frente a las
denuncias por daño ambiental, por la irregularidad en el otorgamiento de
la concesión, frente a las amenazas a muerte que ya han tenido mujeres y
hombres que sostienen este campamento por el agua y la vida, tampoco
por las agresiones físicas contra Oscar Martínez y Martín Fernández el
pasado 4 de agosto, pero ahora corre a poner requerimientos fiscales por
los supuestos delitos de usurpación por detentación del espacio
público.
A
veces hablamos de lo que sucede en Honduras como si se tratara de una
película de villanos donde la trama se reduce a buenos y malos, los
medios de la corporación insisten en dejarnos ver a defensoras y
defensoras como los malos de esta película, eso funciona así en el mundo
entero, pero lo que si no podemos dejar que nos pase es que “Pajuiles”
nos suene a un lugar lejano, no es el viejo oeste de las películas de
vaqueros de Hollywood, Pajuiles está en este pedacito de tierra al que
le pusieron nombre en el medio de un naufragio, cuentan los cuentos que
se hacen películas. Pajuiles y su campamento digno por el Agua y la Vida
pasa ahora en esta profunda tierra que se llama Honduras, su río corre
porque su gente lo defiende, y hay cuatro personas de manera injusta en
la cárcel por defenderlo y doce más amenazados de correr la misma
injusticia.
*/cantora feminista hondureña y miembra del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ)
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