Escrito por OFRANEH | Octubre 5 del 2015 Secciones: Derechos Humanos
Sambo Creek, Atlántida.- Con
la aprobación de Ley de pesca y Acuicultura el pasado jueves 24 de
septiembre, quedó demostrada una vez más la estrategia del Estado de
tergiversar e ignorar el Derecho a la Consulta previa Libre e Informada,
que poseemos los pueblos Indígenas, consignado en el Convenio 169 de la
OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los
pueblos Indígenas.
Según
la Comisión de Dictamen del Congreso Nacional, la ley fue socializada y
consensuada con las organizaciones indígenas. Sin embargo socialización
no es lo mismo que una consulta previa. La Ley aprobada es totalmente
desconocida por los pescadores Garífunas, a pesar que serán enormemente
afectadas, ya que el santuario de las tres millas del pescador artesanal
incluida en la ley de 1959 y en su reglamento, desapareció en la nueva
versión.
El
artículo 39 de la Ley de Pesca recién aprobada, se crea la categoría de
“pesca y acuicultura Avanzada”, con el cual se reformula el concepto de
pescador artesanal, incluyendo los barcos con un arqueo de cinco
toneladas, como sí fueran artesanales, permitiendo su utilización “hasta
una distancia máxima de ocho (8) millas náuticas a distancia de playa
marítima continental o de islas pobladas, mientras la pesca artesanal
básica “debe realizarse hasta una distancia de tres (3) millas náuticas a
distancia de playa marítima continental o de islas pobladas y en
cualquier espacio en aguas interiores”, además que “se otorgara licencia
de pesca artesanal básica al pescador propietario que posea un máximo
de dos botes”.
La
omisión en la recién aprobada Ley, del santuario de las tres millas de
la franja costera, y la introducción de la pesca artesanal de avanzada,
más la ratificación del decreto No 335-2013, incorporado en el Artículo
86, con el cual podrán proceder adueñarse de territorios marítimos y
humedales, coloca en peligro la soberanía nacional o lo que resta de
ella.
A
pesar de las numerosas denuncias que se efectuaron por parte de los
pescadores Garifunas y nuestra organización sobre la falta de una
consulta previa, el Estado de Honduras hizo caso omiso a los
señalamientos. y se limitó a efectuar una somera socialización con
organizaciones afines al gobierno de turno.
El
pueblo Garífuna ha mantenido desde su etnogénesis una estrecha
asociación con el mar y sus recursos para la subsistencia, el sustento
económico, la espiritualidad y la identidad cultura. Para nuestro pueblo
el mar y la tierra forman parte de nuestro territorio ancestral. El
Estado de Honduras ha llegado al extremo de desconocer incluso nuestro
derecho sobre la playa de paso el mar. Uno de los puntos claves que ha
ventilado la OFRANEH ante la Corte Interamericana, es el derecho que
poseemos al territorio marítimo.
La
nueva Ley de Pesca y Acuicultura fue diseñada para privatizar el mar,
esteros, lagunas y todo lo que parezcan espejos de agua. Algunas de las
disposiciones fueron a instancias de organismos financieros que vienen
promoviendo la optimización en el saqueo de los recursos desde la
perspectiva neoliberal.
La
corrupción imperante en Honduras, con la nueva Ley terminará
favoreciendo al grupúsculo que desde hace varias décadas a saqueado los
bienes comunes, al mismo tiempo que crean marcos legales para amparar
sus transgresiones. Falta ver el reglamento que emitirán para la ley,
con el cual refinaran la entrega de los recursos y el saqueo.
Aunque
el actual gobierno pregone que como pueblo Garifuna somos “allegados”,
en fin que somos extranjeros, reafirmamos nuestra condición de pueblo
indígena con derechos ancestrales, que hemos aportado y seguimos
aportando a la identidad del país. Seguiremos luchando por nuestros
derechos humanos y por los derechos de la hondureñidad por un futuro
mejor.
http://conexihon.hn/site/noticia/derechos-humanos/derechos-humanos/nueva-ley-de-pesca-y-acuicultura-liquida-el-santuario-de
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