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Proceso Digital/D19 / Lunes, 12 Octubre 2015 - 17:22
Tegucigalpa - Desde
enero de 2014 a la fecha un total de 35 migrantes hondureños han sido
asesinados luego de ser deportados al país centroamericano, según un
estudio académico de la Universidad Estatal de San Diego.
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Huir de la violencia es una de las principales causas por la que unos
100 mil hondureños emprenden la ruta migratoria cada año.
El
estudio que está basado en informes de prensa locales señala que 83
inmigrantes centroamericanos deportados de Estados Unidos han perdido la
vida violentamente pocos días o meses después de su retorno a sus
países de origen.
De
estos, 45 casos corresponden a El Salvador, tres a Guatemala y 35 a
Honduras, según el estudio publicado este lunes por varios rotativos
mexicanos.
Tras
una oleada migratoria inédita procedente de Centroamérica en el verano
de 2013, la Administración de Barack Obama inició una agresiva política
de disuasión y expulsión de los indocumentados, ante la que consideró
una potencial amenaza de propagación de violencia en su territorio.
Se
suma a lo anterior, la implementación del Plan Frontera Sur por parte
de las autoridades migratorias mexicanas, aumentando de esta forma, las
deportaciones de hondureños por la vía terrestre.
En ese contexto, México se constituye en la actualidad como el principal país expulsor de migrantes hondureños.
La
historias de estos 35 connacionales se resumen en la del migrante José
Marvin Martínez, quien tenía 16 años de edad cuando huyó de la violencia
en ciudad de San Manuel, al norte de Honduras, donde sus hermano fue
asesinado por presuntos pandilleros unos meses atrás.
Martínez
fue capturado en EEUU y luego deportado. El Chele o "Blondie" como se
le conocía, estaba sentado fuera de una tienda en su originaria San
Manuel cuando un hombre armado le disparó desde un camión, lo que le
costó la vida.
Otro
caso es el de Ángel Díaz, de 26 años, quien fue enviado a la nación
norteamericana por su padre luego de que su hermano fuera secuestrado
por una pandilla hondureña y golpeado casi hasta la muerte.
En abril de este año, Díaz fue arrestado por la Policía a raíz de una disputa doméstica.
Sin
un visado que mostrar, el joven fue enviado directamente a un centro de
detención para deportados y trasladado a Honduras en julio.
Días después de su llegada fue asesinado a tiros a bordo de un autobús local por miembros de una pandilla.
Un
tercer caso señalado en dicho estudio es el de Juan Francisco Díaz,
quien fue expulsado a su ciudad natal de Choloma, en Honduras, en marzo
pasado, tras vivir tres años en Estados Unidos.
Cuatro meses después de su deportación fue encontrado muerto en un callejón en el barrio en el que vivían sus padres.
Ante
estos hechos activistas defensores de los derechos de los migrantes han
manifestado que las autoridades migratorias norteamericanas están
expulsando a los centroamericanos hacia su muerte ya que muchos salen
huyendo de la violencia y son elegibles para aplicar a un asilo pero su
deportación sucede antes que estos lo puedan solicitar.
http://www.proceso.hn/component/k2/item/111646-en-%C3%BAltimo-a%C3%B1o-35-migrantes-hondure%C3%B1os-han-perdido-la-vida-violentamente-luego-de-ser-deportados.html
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