viernes, 6 de febrero de 2015

SYRIZA:¿UN SUEÑO O UNA REALIDAD CON EL VOTO POPULAR?

Alexis Tsipras  www.focus-fen.net
Galel Cárdenas                      

Veamos este sueño social: suben el salario mínimo, se paralizan todos los procesos de privatización de las empresas estatales, se tratará de vender la electricidad estatal más barata, se derogan aquellas leyes que atentan  contra los ciudadanos, leyes de contratación, de los despidos colectivos, y de los contratos colectivos;  se invertirá sobre el rescate de 300 mil hogares en estado de extrema pobreza, se reanudan los permisos cancelados a medios de comunicación, se reincorporarán a sus centros de trabajo  los funcionarios públicos despedidos, además se  investigarán aquellos funcionarios que firmaron leyes y contratos que aumentaban las deudas internacionales que dañaban la economía local.
Este no es un sueño, son las medidas sociales que ha tomado de inmediato el gobierno de Grecia, presidido por Alexis Tsipras (*28 junio,1974),  un joven político de 40 años de edad, marxista y militante de un partido de izquierda que lo ha llevado al poder.
En este momento se encuentra renegociando el pago de la deuda multimillonaria que los gobiernos griegos  de derecha heredaron al pueblo griego.
El triunfo de Alexis Tsipras del partido Syriza, se debe a su promesa de rescatar la vida económica equilibrada del griego común, que había sido destruida por los organismos internacionales de crédito para producir un negocio asqueroso con la deuda, por eso exclamó el presidente Tsipras en un momento indeterminado de su carrera política: “Los mercados están haciendo su trabajo que es ganar dinero…nosotros estamos haciendo nuestro trabajo que es proteger los intereses del pueblo griego”.
Tsipras un líder carismático, pleno de juventud, tiene dos frases importantes que marcan el próximo destino de Grecia: “Lo importantes quien toca la flauta. Seremos nosotros los que tocaremos la flauta y los mercados bailarán al compás”.  
Estas frases provienen de un  líder informado sobre la naturaleza del austericidio que proclaman el FMI, el BM y los bancos coaligados que impulsan  préstamos en  los países de extrema pobreza financiera, cuyo fin es el reajuste fiscal, con el propósito de  estimular los mercados de las empresas transnacionales y las empresas nacionales, como también  consolidar sus ganancias, o sea ganar dinero captando para ello los líderes nacionales políticos que al mismo tiempo son empresarios y que son beneficiados de tales préstamos,  ya que el garante es el estado y no sus propiedades. 
Los bancos internacionales ponen dinero en las arcas de los gobiernos neoliberales con aquellos objetivos, mientras su visión de desarrollo capitalista consiste en realizar obras públicas con los dineros prestados, mientras sus empresas transnacionales son las encargadas de realizar la obra social que ellos han planificado.
Por eso remata Alexis Tsipras: “nosotros estamos haciendo nuestro trabajo que es proteger los intereses del pueblo griego”.
El otro eje muy metafórico es la idea de quien toca la flauta, en este caso quien es el que produce la música, el mensaje, la melodía,  y entonces expresa Tsipras: “Seremos nosotros los que tocaremos la flauta y los mercados bailarán al compás”, rematando con otra expresión: “todos pueden estar seguros de que este gobierno hará lo que dice, lo que impone la historia de este país”.
En el fondo no se trata de abandonar el modelo capitalista, pero si se trata de humanizarlo, a favor de los consumidores, los usuarios y no de los mercados, de las empresas, de los gobiernos neoliberales. Por ello ha dicho: Grecia tiene ya su voz propia, y su propia capacidad de negociación”.
He allí entonces el secreto de ese movimiento social Syriza, basado en la pragmática  de la defensa de la nación, un país habitado por seres humanos que necesitan las condiciones básicas para una vida de dignidad social.
Syriza, es un acrónimo griego de la Coalición de la Izquierda Radical, y su primer ministro Alexis Tsipras proviene de la ideología política de la social  democracia, anticapitalista, eurocomunista y  además del altermundismo.
El pueblo griego fue sometido durante décadas a un saqueo de su riqueza, de su soberanía, de sus derechos humanos, de sus prerrogativas humanistas, mediante los gobiernos ultraderechistas impuestos por el FMI, el BM y sobre todo, del neoliberalismo alemán que se opone de alguna manera  a renegociar la deuda griega con sus bancos y empresas financieras.
El triunfo de la izquierda griega se convierte en una hendidura social e ideológica en  la gran esfera metálica con la cual  el anticomunismo rancio y deshumanizado ha gobernado Europa desde que inventaron la Comunidad Europea que acabó con todas las soberanías de los países más pobres del eje neoliberal   —Francia-Alemania—   que son Grecia, España e Italia.
Indudablemente habrá un efecto dominó en todo el mapa europeo, gobernado por los imperialistas neonazis, belicistas y pro tercera guerra mundial, que según ellos habrá de salvar sus maltrechas economías sociales.

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