lunes, 9 de febrero de 2015

Honduras: El hambre los vuelve músicos

Anthony y Alex solo tienen 3 y 2 años… Ellos creen que son artistas sin sospechar que su familia canta por necesidad.
La Tribuna.hn/ Un padre, una madre y sus dos hijos decidieron cantar en las calles, ya que al no encontrar un empleo en la capital, no tenían nada qué comer en su hogar.
La familia está integrada por Cristino Casco Oyuela (44), su compañera de hogar, Santos Emilia Izaguirre Espinal (20); y sus hijos Anthony Josué (3) y Alex Ronaldo (2).
La joven mamá es originaria de Lepaterique, Francisco Morazán, mientras que don Cristino es de la aldea Calpules del municipio de Texiguat, en El Paraíso.
“Mire, todos los días yo salía a buscar trabajo, y lo primero que me preguntaban era que cuántos años de edad tengo… Cuando les decía que son 44, simplemente me decían que no había vacantes, eso pasó por mucho tiempo”, contó don Cristino con evidente decepción.
“A mi compañera lo mismo le pasó, porque iba a solicitar una oportunidad de empleo y le preguntaban que cuál era su experiencia”.
“Como ella es muy joven, es obvio que no tiene la experiencia necesaria. ¡Eso es triste en Honduras!, porque si uno pasa de los 40, le dicen que está muy viejo, y si tiene menos de 39, le dicen que es un inexperto, ¿Y entonces?”, se preguntó molesto el padre de familia.
RECORDÓ SU GUITARRA
Ante la imposibilidad de encontrar trabajo, don Cristino recordó que en su casa de madera, ubicada en la colonia Nueva Capital, él tenía una guitarra colgada en un clavo.  “Pero le hacían falta las cuerdas, y dije: le voy a comprar las cuerdas para aprender bien a ejecutarla, y así fue; ahora es la que me sirve mucho para darle de comer a mi familia”.
A esta familia “musical” solo le gusta interpretar canciones rancheras; pero lo que más llama la atención al improvisado público del Paseo Liquidámbar, es el esfuerzo que hace el niño Anthony Josué para cantar a la par de su padre, como todo un artista. Su hermanito Alex no se queda atrás, y procura repetir el canto. Ambos se divierten casi jugando a ser cantantes, sin percibir el sufrimiento de sus padres que ruegan a Dios por unos cuantos lempiras para darles de comer.
“Le pedimos al señor Presidente Juan Orlando Hernández que nos ayude, sabemos que él hace el esfuerzo por hacer bien las cosas, pero en Honduras todavía quedamos miles de familias que estamos pasando una situación económica muy difícil”, lamentó don Cristino.
Don Cristino dijo que “mis números de teléfono son el 9623-9878 y el 3254-4478; si alguien nos quiere contratar, estamos a la orden; esta guitarra es nuestra esperanza”.

CIFRAS

DESOCUPADOS SIN ESPERANZA
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en Honduras hay más de un millón 194 mil personas desocupadas, cifra lamentable que obliga a familias como la de don Cristino Casco a rebuscarse en las calles, realizando cualquier actividad que les pueda generar unos cuantos lempiras para subsistir.
OTROS CASOS
En las calles de Tegucigalpa se observa a numerosos cantantes, pintores, músicos, entre otras personas que han hecho de esta zona su lugar de trabajo. Sin embargo, hay dos clases de artistas: unos que deciden laborar en las calles, haciendo sus presentaciones; y otros que, sin ser propiamente artistas, al no encontrar un trabajo, se ven obligados a recurrir a sus talentos para sobrevivir, como lo hizo don Cristino y su familia.
En Honduras, ser joven, a nivel laboral, es sinónimo de inexperiencia, mientras que el tener más de 40 años es estar, prácticamente, fuera del mercado laboral.

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