lunes, 3 de noviembre de 2014

Honduras: Policías pedirán perdón por vejámenes, detención ilegal y destrucción de equipo de periodista

  Escrito por Wendy Funes | Noviembre 3 del 2014
Tegucigalpa, Honduras (Conexihon). - Los agentes preventivos de la Estación Policial del Barrio Belén, Carlos Rubén Arriaga y Víctor Hernández Rodríguez, acusados criminalmente por los delitos de detención ilegal, vejámenes, lesiones graves, abuso de autoridad y daños en contra de un periodista y de tres jóvenes, pedirán perdón públicamente en una conferencia de prensa.
Los policías aceptaron pedir perdón y acudirán a la audiencia de conciliación este 12 de noviembre de 2014. En esa audiencia se definirá cómo, cuándo y dónde será la conferencia de prensa.
La disculpa pública es uno de los resultados de un acuerdo de conciliación para evitar que el Juzgado de Letras de lo Penal de la Sección Judicial de Tegucigalpa siga conociendo el proceso penal contra los policías preventivos.
En ese órgano jurisdiccional, la Fiscalía Especial de Derechos Humanos los acusó por los ilícitos de detención ilegal y vejámenes en perjuicio de los jóvenes Carlos Hernández Velásquez, Edwin Geovanny Hernández, José León Rodas Osorio y en contra del periodista, Juan Carlos Cruz Cruz, reportero de la estatal Radio Nacional de Honduras. Hubo una víctima más que no fue ubicada porque al parecer emigró del país.
Además, están procesados por lesiones graves en contra de Edwin Geovanny Hernández y por abuso de autoridad y daños en perjuicio del periodista Cruz y de la administración pública.
También, como parte del acuerdo de conciliación, los imputados indemnizarán a los jóvenes a quienes les ocasionaron fracturas tras las torturas que les aplicaron una vez que los habían detenido ilegalmente y pagarán el equipo periodístico de Cruz Cruz.
Quedando advertidos los imputados que de no cumplir con el acuerdo se proseguirá con el proceso, como que no se haya conciliado, advirtió mediante el acta judicial la jueza de letras, Alina Aguilera que conoce la causa criminal.
La salvaje acción policiaca 
El fiscal de Derechos Humanos, Juan Carlos Griffin, explicó que el hecho ocurrió el 31 de julio de 2009, unos dos meses después del golpe de Estado, a inmediaciones del Centro Comercial Mamanila de Comayagüela cuando un grupo de ciudadanos se encontraba departiendo en un negocio de la localidad y un grupo de agentes policiales llegó solicitando documentación de los vehículos en los que ellos se transportaban (motocicletas). 
“No obstante, alguna de las víctimas le indicara que no tenía uno de los papeles, pero que vivía muy cerca y que podía ir a traerlos, los agentes se ofuscaron y comenzaron a darles golpes a las víctimas”.
El periodista Juan Carlos Cruz se encontraba en las cercanías del lugar, al ver la agresión en contra de los ciudadanos, tomó algunas fotografías de los golpes que la policía le estaba dando a las víctimas, pero los agentes continuaron golpeando a los jóvenes y cuando se percataron de la presencia del periodista, le arrebataron la cámara fotográfica, la destruyeron y desaparecieron los restos de la misma, al tiempo que detuvieron al comunicador.
Policías "disimulan" sus crímenes imputando falsos delitos
El abuso de la policía no llegó hasta ahí, pues al día siguiente aparecía en los reportes policiales que los cinco detenidos cometieron el delito de tentativa contra la autoridad y aunque el Estado ha comprobado que los jóvenes y el periodista son las víctimas, cada vez que ellos piden una hoja de antecedentes penales, les aparece en su historial. 
“Me parece que es muy oportuna esta audiencia y es un mensaje que se le envía al cuerpo policial en cuanto al respeto que debe provocar que un periodista esté realizando no sólo una labor de informar sino haciéndose valer del derecho a la libertad de expresión”, dijo Griffin en referencia a la conmemoración del Día Internacional contra la Impunidad, celebrado a nivel mundial cada 2 de noviembre, por decisión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El fiscal expresó que hay otro policía prófugo por este caso.
La conciliación en este caso es una medida de suspensión de la persecución penal y se puede hacer porque las penas no exceden de seis años.
Al mismo tiempo de indemnizar y pedir perdón públicamente, los acusados deberán pagar a la Procuraduría General de la República porque al incurrir en abuso de autoridad, los imputados hicieron del Estado una víctima, explicó Griffin.
Según la doctrina, los agentes hicieron uso excesivo de las fuerza porque los jóvenes ya estaban sometidos y por los golpes hasta los fracturaron.
Este caso no tuvo repercusiones graves contra los jóvenes porque había testigos de la comunidad que exigieron a la policía actuar con transparencia y que más tarde testificaron ante la Fiscalía para esclarecer este delito. Los jóvenes aceptaron las disculpas porque no quieren represalias de parte de los policías.
Mientras tanto, la defensora de los policías, Reina Elizabeth Ayala Reyes, indicó que trabaja para la Policía Nacional y el centro de la acusación es la destrucción de una cámara fotográfica es un delito conciliable mediante la reparación de los daños.
Ayala Reyes señaló que se debe tomar en cuenta que los policías son seres humanos con problemas que deben enfrentar conflictos, sufren presión y trabajan jornadas extenuantes, a veces hasta 20 horas al día y no tienen vacaciones profilácticas (es decir vacaciones para desintoxicarse por las secuelas de su actividad policial).
“Este es un acto personalísimo”, replicó la defensora al consultarle si los jerarcas policiales les dieron permiso de conciliar y pedir perdón a la sociedad hondureña por agredir a ciudadanos y atentar contra la libertad de expresión.
El fiscal Griffin indicó que a este antecedente se suman los procesos instruidos contra los agresores de la periodista Sandra Maribel Sánchez, a quien también le pidieron disculpas públicas; los policías que agredieron a la periodista Lidieth Díaz e  investigan el ataque contra 13 periodistas, violentadas con gas lacrimógeno por la policía y la Guardia de Honor Presidencial cuando pedían, en una manifestación pacífica, que cese la impunidad por la muerte de sus colegas.

HABLAN LAS VÍCTIMAS

Juan Carlos Cruz Cruz
Periodista agredido, le quebraron su equipo, lo detuvieron ilegalmente y le dieron una golpiza.
He planteado ante la juez que lleva el caso y la abogada defensora están de acuerdo que debe haber una conferencia de prensa para brindar las disculpas por parte de los policías que se vieron involucrados en este hecho el 31 julio de 2009 cuando a cuatro jóvenes le dieron una paliza. Ellos tienen que pedir disculpas al pueblo hondureño por esta situación que se ha dado y ya hay un arreglo para que puedan pagar el equipo”.
Geovanni Hernández
“A los policías deberían darles tratamiento sicológico, son soberbios ni saludan al ciudadano”.
Los policías me quebraron la mano. Nos torturaron a todos, fuimos cinco los detenidos y todos fuimos torturados, excepto el periodista porque cuando se enteraron que era periodista no lo quisieron seguir golpeando. En la celda de la Cuarta Estación nos cayeron como 10 policías con toletes, fusiles y nos empezaron a golpear durante dos minutos nos daban sin piedad, les pedíamos que nos dejaran ya estábamos bajo el dominio de ellos y no tenían por qué seguirnos golpeando. Nos tenían ya en la celda y nos fueron a sacar de la celda para darnos una madriza. El problema fue que nos pidieron papeles y José León Rodas no andaba papeles de la motocicleta porque los habíamos dejado en casa de mi hermano, a unos 500 metros del lugar".
"En el transcurso dijeron que se iban a llevar detenido a Rodas porque no tenía papeles ni la moto, les dije está bien, llévelo detenido, yo voy a llegar a la posta con los papeles de la moto, en lo que doy la vuelta para ir a mi casa, un policía me haló, me rompió la camisa y me empezó a pegar, me dijo que para dónde iba, me arrinconó y los otros querían quitarlos y la zona se llenó de 10 patrullas, cinco motorizadas, entre todos nos golpearon, nos subieron a la fuerza. Le quebraron el hombro a Rodas y aún con el hombro quebrado le seguían pegándonos, nos metieron pegándonos dentro de la oficina de la policía, le pegaron a mi hermano frente a la defensora pública y ella sólo nos dijo: no puedo hacer nada. Yo estuve con la mano quebrada dentro de la posta por más de 24 horas hasta que ellos nos llevaron al hospital. 
Carlos Hernández
“Nos dijeron que nos iban a agredir nuevamente dentro de la bartolina, entonces yo metí mi teléfono y ahí le hablé a mi mamá para que buscara la manera de sacarnos de ahí y mi mami pidió que nos llevaran a que nos revisaran y de ahí nos remitieron al Core 7. Sería bueno que a los policías los educaran en relaciones humanas, que vean a quien van a contratar de policía porque si hay gente que camina enojada trae los problemas de su hogar a su trabajo siempre van a haber problemas”.
José León Rodas
"Nosotros no vimos al periodista, teníamos como cinco policías cada uno y cuando ellos se percataron que el periodista estaba filmando o tomando fotografías no sé, lo agarraron, lo agredieron, le quitaron la cámara y se la quebraron y lo golpearon, cosa que no tiene que ser por la libre expresión. Sería bueno que se midieran a contratar a ciertas personas para ser policías y que les dieran un poco más de estudio que los preparen más en cuanto a los derechos humanos para que sepan tratar al ciudadano”.

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