miércoles, 30 de julio de 2014

Honduras: Un campesino estuvo a punto de morir en brutal desalojo ejecutado en El Aguán


Bertha Oliva, coordinadora del Cofadeh, en compañía de un equipo de este comité, visitó la casa donde está alojado el campesino José Isaías Sánchez
Tegucigalpa.

El más reciente desalojo ejecutado por militares de la Fuerza de Tarea Xatruch III y la Policía Nacional,  el 3 de julio en la finca Paso Aguán de Trujillo, Colón, dejó a 2 campesinos heridos de bala con daños irreversibles en su salud que los imposibilitarán para trabajar como jornaleros y brindar sustento para sus familias. Los heridos confirman las denuncias de que efectivos militares y policiales utilizan una fuerza desproporcionada para ejecutar los desalojos, al utilizar sus armas de fuego con bala vida que resulta letal y de graves consecuencias para la integridad física de los campesinos y campesinas.
  Las acciones violentas del 3 de Julio en la Finca Paso Aguán que colinda con la comunidad Panamá, dejaron heridos de bala a los campesinos David Ponce y José Isaías Sánchez (36) además de 7 personas heridas con arma contusa en diferentes partes del cuerpo y una docena de detenidos, entre ellos a mujeres y menores de edad.
Hace algunos días periodistas de defensoresenlinea.com acompañaron a una delegación del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) encabezada por su Coordinadora Bertha Oliva, quien visitó la casa donde está alojado el campesino José Isaías Sánchez, en la comunidad Guadalupe Carney.

Sánchez recibió una herida de bala de fusil 223 de uso militar que entró por un costado y salió por el otro, dañando el hígado de la víctima, a la que los médicos le extrajeron parte del órgano.

Postrado en una hamaca y con dificultades para hablar, Sánchez narró “que cuando me balearon frente al campo de fútbol, no recuerdo, ellos fueron (los militares) estaban al frente de nosotros, solo ellos estaban al frente cuando yo sentí el impacto, me fui para atrás y fui a caer más adelante, perdí el conocimiento y de ahí no me acuerdo”.

Una vez que recobró el conocimiento Sánchez ya se encontraba en el Hospital San Isidro de Tocoa, donde los médicos le extrajeron parte del hígado y le comentaron que estuvo a punto de morir.

“Estuviste así de perder la vida, por milagro de Dios estás vivo”, le dijo el médico que lo intervino quirúrgicamente en el hospital, narró el campesino al tiempo que comentó que luego de la operación no podía ni hablar y que permaneció interno durante 18 días.


José Isaías Sánchez recibió una herida de bala de fusil 223 de uso militar


















José Isaías Sánchez no sabe leer ni escribir y durante toda su vida a lo único que se ha dedicado es a trabajar en las fincas de palma africana. El trágico hecho lo mantiene postrado con dificultades para ponerse en pie y mucho menos con esperanzas para encontrar trabajo para mantener a su esposa e hijos. En la actualidad vive en la humilde casa de su cuñado ubicada en la comunidad Guadalupe Carney de Trujillo, recibiendo los cuidados de su madre y hermana. Los familiares enfrentan dificultades económicas para poder suplir los medicamentos que José Isaías necesita para su recuperación así como para la compra de alimentos estipulados bajo una dieta especial.

Entre tanto, el campesino David Ponce, recibió un impacto de proyectil a la altura de la clavícula izquierda sin orificio de salida, el proyectil lo tiene incrustada en la parte alta de su espalda. Las radiografías revelan el lugar donde se encuentra el proyectil y se necesita de una cirugía para extraerlo.

Ponce reside en la comunidad Panamá y espera recuperarse satisfactoriamente para volver al trabajo. Hace unas semanas, él y su padre estuvieron en las oficinas del COFADEH en Tegucigalpa para brindar su testimonio de los hechos.

El COFADEH trasladó la denuncia a la Fiscalía Especial de Derechos Humanos para que éste y otros casos documentados, en los que se reflejan numerosas víctimas de vejaciones y acciones violentas perpetradas por militares, policías y guardias de seguridad en el Aguán, encuentren respuestas en la justicia hondureña, asfixiada por una impunidad galopante.

Información procedente del Observatorio Permanente de Derechos Humanos del Aguán reveló que durante el desalojo del 3 de julio ejecutado contra unas 200 familias que se encontraban en la recuperación de las tierras en la Finca Paso Aguán, participaron cerca de 300 elementos entre militares y policías.

Durante el brutal desalojo los efectivos militares y policías dispararon sus armas de fuego, lanzaron bombas lacrimógenas y sometieron con garrotes a varios campesinos.

“Llegaron como a las 6:15 de la mañana, nos fuimos al monte, porque ellos deseaban matarnos a todos, y a los que capturaron están sufriendo las consecuencias”, expresó Jaime Cabrera, coordinador de la Plataforma Agraria del Bajo Aguán.

El 3 de julio, centenares de personas se reunieron horas después del desalojo, y se procedió a la toma de carretera que conecta a Tocoa con la margen izquierda, exigiendo justicia ante el derramamiento de sangre, pues más de cien personas han sido asesinadas en esta lucha por la recuperación de la tierra, que inició en el año 2010.

El desalojo ejecutado por acciones de la Operación Xatruch al mando del coronel René Jovel Martínez, la Policía Nacional, permitió que los guardias de seguridad privada de la corporación DINAT, propiedad del terrateniente Miguel Facussé, quedaran custodiando la finca, tras el ataque contra familias del Movimiento Campesino “Gregorio Chávez”, ubicada en la margen izquierda del río Aguán en Trujillo, Colón.

Los afectados aseguran que no se presentó ninguna orden de desalojo, tampoco recuerdan que hubiera presencia del Ministerio Público. Y que además los militares fueron cuatro cuadras más allá de las tierras en recuperación, se metieron hasta la comunidad, donde capturaron a algunos compañeros.

En estas acciones las fuerzas armadas tratan de criminalizar la lucha por el derecho a la tierra; mientras los militares y policías llegan con sus armas de fuego, escudos, cascos y toletes, los campesinos y las campesinas contestan con el conocimiento que tienen sobre sus derechos humanos, y la aplicación en defensa de sus compañeros y compañeras.

Miembros del Observatorio Permanente de Derechos Humanos del Aguán, también se hicieron presentes, pues son afectados ante los ataques de parte de la tropa XATRUCH III, por su labor de defensa de derechos humanos.

El COFADEH espera que las autoridades civiles, militares y policiales reconozcan la labor que realizan las defensoras y defensores de derechos humanos que operan en la zona, que colaboren con ellos y les brinden protección.

De hecho el 24 de julio de 2014, el COFADEH, FIAN Internacional-Honduras y el Centro Hondureño de Promoción para el Desarrollo Comunitario (CEPRODECH) lanzaron el proyecto de Apoyo y Protección a los defensores de derechos humanos que trabajan en conflicto por la tierra y los bienes de la naturaleza.

Las acciones incluyen mecanismos de protección a más de 80 personas, hombres y mujeres, que asumen riesgos directos en los campos de cultivo y procesamiento de palma africana, donde acompañan a la población rodeada de fuerzas militares, paramilitares, empresarios violentos y narcotraficantes.

Las iniciativas, que abarcan a las defensoras y defensores de los bienes de la naturaleza amenazados por empresas mineras y represadoras de ríos en la cordillera Nombre de Dios y en el Valle de Siria, cuentan con el apoyo de la Unión Europea.
http://www.defensoresenlinea.com/cms/index.php?option=com_content&view=article&id=3238:un-campesino-estuvo-a-punto-de-morir-en-brutal-desalojo-ejecutado-en-el-aguan&catid=42:seg-y-jus&Itemid=159

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