Foto Gerardo Iglesias | Rel-UITA |
Conflicto agrario fue tema de discusión en Brasil en el marco del Seminario Internacional Violencia en el Campo
Por Gerardo Iglesias | Rel-UITA
Es esta la tesis sostenida por el periodista Giorgio Trucchi, corresponsal en Centroamérica de la Rel-UITA, quien participó del Seminario Internacional sobre Violencia en el Campo,
que se realizó el pasado 4 de marzo en Brasilia, en el marco del 11°
Congreso Nacional de la Confederación de Trabajadores y Trabajadoras de
la Agricultura (CONTAG).
Durante su intervención, Trucchi explicó
y dio datos sobre la grave situación de pobreza, falta de soberanía
alimentaria, violencia e impunidad que caracterizan a Honduras, sobre
todo en el área rural.
Asimismo, remarcó que no serían menos de unas 300 mil las familias campesinas que no tienen acceso a la tierra.
“La
mitad de la población rural vive con menos de un dólar diario, y el
ingreso promedio del 20 por ciento más rico, en esa misma área, es 30
veces más elevado del 20 por ciento más pobre”, enfatizó Trucchi.
Continuando con su exposición, Trucchi profundizó
sobre la grave crisis que se vive en la región del Bajo Aguán, a raíz
de un conflicto agrario provocado por la imposición de un modelo
productivo explotador, basado en la expansión de los monocultivos a gran
escala, la concentración de la tierra y la expulsión de las familias
campesinas.
“Ese
modelo es impuesto por las políticas neoliberales de los años 90,
promovidas por una clase política que se ha vendido al gran capital
nacional y transnacional, en contubernio con los organismos financieros
internacionales.
La
respuesta popular organizada es reprimida brutalmente, en medio de una
total impunidad, y de una creciente criminalización de la protesta y la
lucha social”, explicó el corresponsal de la Rel-UITA.
Según datos de las organizaciones que integraron la Misión Internacional de Verificación de los Derechos Humanos en el Bajo Aguán y que desarrollaron una Audiencia Pública sobre ese mismo tema, entre ellas la Rel-UITA, no son menos de 57 los campesinos organizados asesinados en los últimos tres años.
“No
hay una sola persona enjuiciada por estos delitos, mientras que hay más
de 3 mil campesinos procesados por usurpación de tierra, centenares de
familias desalojadas, en medio de una militarización sin precedentes y
el control territorial de un verdadero ejército de guardias privados,
que defienden los intereses de los terratenientes”, aseveró Trucchi.
Finalmente,
subrayó la gran reacción mostrada por los sectores campesinos
organizados, así como la necesidad de que el mundo siga con el “ojo
puesto” en el Bajo Aguán, y en las problemáticas estructurales que están
en la raíz de éste, como de muchos otros conflictos agrarios en el
continente latinoamericano.
“Es
increíble ver cuántos elementos comunes hay en los diferentes
conflictos agrarios y la violencia desencadenada en contra del pueblo
campesino y los trabajadores rurales organizados en toda América Latina.
Hay
que seguir profundizando el análisis, juntando esfuerzos, luchas y
solidaridad, para contrarrestar la ofensiva del gran capital explotador y
la impunidad, proponiendo formas y modelos alternativos de producción y
presionando a las autoridades para que se implementen políticas
públicas que beneficien a las grandes mayorías”, concluyó Trucchi.
Fuente: Rel-UITA
No hay comentarios :
Publicar un comentario