Martes 23 de octubre de 2012 / 10:52 pm -
10:52 pm
- Xiomara Orellana: xiomara.orellana@laprensa.hn
“La mayor tragedia del país es que la Policía ha estado infiltrada por bandas criminales”: rectora Castellanos.
“La mayor tragedia del país es que la Policía ha estado infiltrada por bandas criminales”: rectora Castellanos.
Honduras
A casi un año del destape de corrupción en la Policía Nacional, el clamor de la sociedad por la depuración policial
parece tener respuestas: 99 agentes fueron puestos a disponibilidad y
33 más cancelados por la Secretaría de Seguridad. Serían los primeros
123 uniformados tocados por la depuración.
La circular DGPN (DRHD-1) 0226-2012 de fecha 22 de octubre de 2012, firmada por el comisionado de policía Rusel Martel García, contiene un listado con los nombres de los uniformados que serán puestos a disposición.
En esta lista aparecen 13 comisarios, 11 subcomisarios, tres policías de fronteras y otros de la escala básica. Extraoficialmente, LA PRENSA conoció que mediante oficio DGPN-4971-2012 enviado por el director de la Policía, Juan Carlos Bonilla , al ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, se pone en disponibilidad a ocho oficiales, entre ellos dos exdirectores de Policía y un exsubdirector de la institución.
El artículo 112 de la Ley Orgánica de la Policía Nacional establece que se declarará en disponibilidad al personal que no tenga ninguna asignación específica, pero se le pagará el salario.
Cuando la disponibilidad se prolongue un año, el director de la Policía Nacional deberá solicitarle al ministro de Seguridad que se proceda al retiro obligatorio por cesantía.
No obstante, la mayoría de los policías que figuran en la circular anterior sí tienen asignaciones, por lo que primero se les quitará el puesto para luego declararlos en disponibilidad.
Los seleccionados
Algunos de los nominados para ser destituidos pasaron la prueba de confianza de la DIECP (Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial).
Otros elementos reprobaron este examen y no fueron destituidos, pero fueron incluidos en esta lista, lo que les posibilitaría evadir una separación. Un tercer grupo de oficiales y agentes que forman parte de esta lista no han sido sometidos a las pruebas de confianza .
En el caso de los comisionados y subcomisionados que no aparecen en la circular para notificarles que pasarán a disposición, se les notificará individualmente por su rango.
Para separarlos primero se les declarará en disponibilidad y luego de un año de estar en esa condición se les despedirá.
Del listado de 99 oficiales y agentes que ha llegado al despacho del Ministro de Seguridad, solo ocho han sido declarados en disponibilidad e individualmente se les comunica su nueva condición dentro de la institución.
Pocos avances
Pese a que la sociedad hondureña ha buscado la depuración, el proceso avanza lentamente. Los esfuerzos del Gobierno por devolver la confianza a la deteriorada imagen de la Policía Nacional no satisfacen al pueblo, que exige inmediatamente la salida de oficiales y agentes ligados a redes delictivas.
“Hay que reconocer que muy poco se ha avanzado. La respuesta del Gobierno ha sido esencialmente legislativa y no ha dado resultados, como el modelo tomado hace unos años de intervenir la Policía a efecto de que, sin mayores formalidades, garantía y ante actos notorios evidentes se llevara un proceso de depuración fluido”, aseguró el analista Raúl Pineda Alvarado.
Para Alvarado, las autoridades gubernamentales no se han enfrentado con seriedad al crimen organizado y afirma que este ha demostrado que tiene más poder que el propio Gobierno.
“El crimen organizado es un poder paralelo, al grado de que el Gobierno está atado o limitado por las normativas propias del Estado de derecho. La estrategia de seguridad del Gobierno en un balance objetivo ha sido negativa en 60%”, apuntó el analista.
Alvarado opinó que la reforma policial ha pasado a ser un aspecto secundario, que pretende resolver la inseguridad con leyes, no con acciones ejecutivas eficaces.
Sin apoyo
Según Pineda, desde el 21 de mayo, cuando tomó posesión Juan Carlos Bonilla como director de la Policía Nacional, se impulsó el proceso de depuración con un decreto de emergencia aprobado el 28 de mayo.
En él se le dan potestades especiales al nuevo director para que en seis meses haga separaciones, nombramientos y remoción de policías, oficiales y de la escala básica en coordinación con el ministro de Seguridad para depurar la Policía.
“Con ese decreto, Bonilla podría separar a quienes no pasen las siguientes pruebas de confianza: de polígrafo , toxicológicas y de desempeño. Y así lo hizo, en septiembre, con base en los resultados de las pruebas, canceló a 33 uniformados, que consideran la medida ilegal y esperan que la Corte declare inconstitucional el decreto”, afirma.
Pese al malestar, analistas aseguran que nombrar a Bonilla fue acertado.
“La única acción positiva tomada directamente y que produjo algunos resultados ha sido el nombramiento de Juan Carlos Bonilla, director general de la Policía. Lamentablemente, el Gobierno y la sociedad lo han dejado solo. No tiene respaldo de los cuadros orgánicos policiales porque tienen una identificación plena con ciertos sectores oscuros de la sociedad y ante sus acciones debería ser apoyado”, dijo Alvarado.
“Por primera vez, la Policía tiene un plan estructurado”
El ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, está optimista; aunque le ha tocado vivir en carne propia las tempestades generadas por la corrupción de los uniformados, asegura que la crisis fue una oportunidad y hoy cuentan con un plan estructurado en seguridad para dar respuestas.
“Por primera vez, la Secretaría de Seguridad tiene un plan bien estructurado y elaborado responsablemente para transformar la Policía Nacional.
Ahora todas las actuaciones son de acuerdo con lo que establece la ley en lo interno de la institución y para el desempeño de sus funciones con el pueblo hondureño”, dijo Bonilla.
El funcionario asegura que la cooperación del pueblo ayudará a eliminar la impunidad.
“Solo si la Policía cuenta con la confianza de su pueblo puede tener resultados positivos en la investigación, las capturas y las acciones de prevención que se deben hacer conjuntamente con la sociedad”.
Entre los logros en este año decisivo de transformación, asegura Bonilla que el Conasin (Consejo Nacional de Seguridad Interna) es una instancia que ha permitido tomar mejores decisiones en la Secretaria de Seguridad.
“Hemos tenido reuniones todos los meses. Les informamos del desempeño institucional y ellos conocen todas las acciones de la transformación que se está llevando en la Policía y cooperan en las recomendaciones sobre las decisiones que se deben tomar en presupuesto, derechos humanos, pensum académico y todas las acciones de la institución”.
El viernes presentan nueva Ley de la Policía
Los logros son pocos, pero sustanciosos, según Matías Funes, miembro de la CRSP (Comisión de Reforma de la Seguridad Pública), ya que el próximo viernes presentarán en la Casa Presidencial la nueva Ley de la Policía y no reformas de esta.
Sin el debido presupuesto, pero con mucha voluntad, los cinco miembros de la CRSP -por Honduras, Matías Funes, Víctor Meza y Omar Casco; por Canadá, Adam Blackwell; de Chile, Aquiles Blu- presentarán la nueva Ley de Policía como uno de los más importantes avances desde que se formó la Comisión y, más que eso, desde que en el país se comenzó a tratar con seriedad la depuración policial.
LA PRENSA conoció que la nueva Ley de Policía está basada en una Policía comunitaria, completamente civil, y se dejará a un lado la Policía militarizada, como ha existido hasta ahora.
Para Funes, elaborar esta nueva ley es uno de los más grandes logros en el último año, desde que se descubrió y salió a la luz pública que miembros de la Policía Nacional estaban participando en delitos.
“En 1998 pasamos a tener una Policía supuestamente bajo lo civil, pero muchos remanentes militares han quedado en ella y eso nos ha llevado a saber de hechos que todos conocemos.
Esta nueva Policía es comunitaria; eso significa un acercamiento de la Policía a la comunidad y el respeto de los derechos humanos. Es un perfil nuevo. Vamos a sugerir que se cree un órgano de superintendencia que supervise a todos los operadores de justicia porque los órganos internos no han funcionado”, reveló Funes.
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La circular DGPN (DRHD-1) 0226-2012 de fecha 22 de octubre de 2012, firmada por el comisionado de policía Rusel Martel García, contiene un listado con los nombres de los uniformados que serán puestos a disposición.
En esta lista aparecen 13 comisarios, 11 subcomisarios, tres policías de fronteras y otros de la escala básica. Extraoficialmente, LA PRENSA conoció que mediante oficio DGPN-4971-2012 enviado por el director de la Policía, Juan Carlos Bonilla , al ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, se pone en disponibilidad a ocho oficiales, entre ellos dos exdirectores de Policía y un exsubdirector de la institución.
El artículo 112 de la Ley Orgánica de la Policía Nacional establece que se declarará en disponibilidad al personal que no tenga ninguna asignación específica, pero se le pagará el salario.
Cuando la disponibilidad se prolongue un año, el director de la Policía Nacional deberá solicitarle al ministro de Seguridad que se proceda al retiro obligatorio por cesantía.
No obstante, la mayoría de los policías que figuran en la circular anterior sí tienen asignaciones, por lo que primero se les quitará el puesto para luego declararlos en disponibilidad.
Los seleccionados
Algunos de los nominados para ser destituidos pasaron la prueba de confianza de la DIECP (Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial).
Otros elementos reprobaron este examen y no fueron destituidos, pero fueron incluidos en esta lista, lo que les posibilitaría evadir una separación. Un tercer grupo de oficiales y agentes que forman parte de esta lista no han sido sometidos a las pruebas de confianza .
En el caso de los comisionados y subcomisionados que no aparecen en la circular para notificarles que pasarán a disposición, se les notificará individualmente por su rango.
Para separarlos primero se les declarará en disponibilidad y luego de un año de estar en esa condición se les despedirá.
Del listado de 99 oficiales y agentes que ha llegado al despacho del Ministro de Seguridad, solo ocho han sido declarados en disponibilidad e individualmente se les comunica su nueva condición dentro de la institución.
Pocos avances
Pese a que la sociedad hondureña ha buscado la depuración, el proceso avanza lentamente. Los esfuerzos del Gobierno por devolver la confianza a la deteriorada imagen de la Policía Nacional no satisfacen al pueblo, que exige inmediatamente la salida de oficiales y agentes ligados a redes delictivas.
“Hay que reconocer que muy poco se ha avanzado. La respuesta del Gobierno ha sido esencialmente legislativa y no ha dado resultados, como el modelo tomado hace unos años de intervenir la Policía a efecto de que, sin mayores formalidades, garantía y ante actos notorios evidentes se llevara un proceso de depuración fluido”, aseguró el analista Raúl Pineda Alvarado.
Para Alvarado, las autoridades gubernamentales no se han enfrentado con seriedad al crimen organizado y afirma que este ha demostrado que tiene más poder que el propio Gobierno.
“El crimen organizado es un poder paralelo, al grado de que el Gobierno está atado o limitado por las normativas propias del Estado de derecho. La estrategia de seguridad del Gobierno en un balance objetivo ha sido negativa en 60%”, apuntó el analista.
Alvarado opinó que la reforma policial ha pasado a ser un aspecto secundario, que pretende resolver la inseguridad con leyes, no con acciones ejecutivas eficaces.
Sin apoyo
Según Pineda, desde el 21 de mayo, cuando tomó posesión Juan Carlos Bonilla como director de la Policía Nacional, se impulsó el proceso de depuración con un decreto de emergencia aprobado el 28 de mayo.
En él se le dan potestades especiales al nuevo director para que en seis meses haga separaciones, nombramientos y remoción de policías, oficiales y de la escala básica en coordinación con el ministro de Seguridad para depurar la Policía.
“Con ese decreto, Bonilla podría separar a quienes no pasen las siguientes pruebas de confianza: de polígrafo , toxicológicas y de desempeño. Y así lo hizo, en septiembre, con base en los resultados de las pruebas, canceló a 33 uniformados, que consideran la medida ilegal y esperan que la Corte declare inconstitucional el decreto”, afirma.
Pese al malestar, analistas aseguran que nombrar a Bonilla fue acertado.
“La única acción positiva tomada directamente y que produjo algunos resultados ha sido el nombramiento de Juan Carlos Bonilla, director general de la Policía. Lamentablemente, el Gobierno y la sociedad lo han dejado solo. No tiene respaldo de los cuadros orgánicos policiales porque tienen una identificación plena con ciertos sectores oscuros de la sociedad y ante sus acciones debería ser apoyado”, dijo Alvarado.
“Por primera vez, la Policía tiene un plan estructurado”
El ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, está optimista; aunque le ha tocado vivir en carne propia las tempestades generadas por la corrupción de los uniformados, asegura que la crisis fue una oportunidad y hoy cuentan con un plan estructurado en seguridad para dar respuestas.
“Por primera vez, la Secretaría de Seguridad tiene un plan bien estructurado y elaborado responsablemente para transformar la Policía Nacional.
Ahora todas las actuaciones son de acuerdo con lo que establece la ley en lo interno de la institución y para el desempeño de sus funciones con el pueblo hondureño”, dijo Bonilla.
El funcionario asegura que la cooperación del pueblo ayudará a eliminar la impunidad.
“Solo si la Policía cuenta con la confianza de su pueblo puede tener resultados positivos en la investigación, las capturas y las acciones de prevención que se deben hacer conjuntamente con la sociedad”.
Entre los logros en este año decisivo de transformación, asegura Bonilla que el Conasin (Consejo Nacional de Seguridad Interna) es una instancia que ha permitido tomar mejores decisiones en la Secretaria de Seguridad.
“Hemos tenido reuniones todos los meses. Les informamos del desempeño institucional y ellos conocen todas las acciones de la transformación que se está llevando en la Policía y cooperan en las recomendaciones sobre las decisiones que se deben tomar en presupuesto, derechos humanos, pensum académico y todas las acciones de la institución”.
El viernes presentan nueva Ley de la Policía
Los logros son pocos, pero sustanciosos, según Matías Funes, miembro de la CRSP (Comisión de Reforma de la Seguridad Pública), ya que el próximo viernes presentarán en la Casa Presidencial la nueva Ley de la Policía y no reformas de esta.
Sin el debido presupuesto, pero con mucha voluntad, los cinco miembros de la CRSP -por Honduras, Matías Funes, Víctor Meza y Omar Casco; por Canadá, Adam Blackwell; de Chile, Aquiles Blu- presentarán la nueva Ley de Policía como uno de los más importantes avances desde que se formó la Comisión y, más que eso, desde que en el país se comenzó a tratar con seriedad la depuración policial.
LA PRENSA conoció que la nueva Ley de Policía está basada en una Policía comunitaria, completamente civil, y se dejará a un lado la Policía militarizada, como ha existido hasta ahora.
Para Funes, elaborar esta nueva ley es uno de los más grandes logros en el último año, desde que se descubrió y salió a la luz pública que miembros de la Policía Nacional estaban participando en delitos.
“En 1998 pasamos a tener una Policía supuestamente bajo lo civil, pero muchos remanentes militares han quedado en ella y eso nos ha llevado a saber de hechos que todos conocemos.
Esta nueva Policía es comunitaria; eso significa un acercamiento de la Policía a la comunidad y el respeto de los derechos humanos. Es un perfil nuevo. Vamos a sugerir que se cree un órgano de superintendencia que supervise a todos los operadores de justicia porque los órganos internos no han funcionado”, reveló Funes.
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Fuente: laprensa.hn
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