martes, 11 de septiembre de 2012

América Latina recuerda 39 años del asalto a la democracia en Chile (Videos)


Quito, 11 sep (Andes).- Un disparo acabó con la vida del hombre de la paz, un 11 de septiembre –como hoy- de 1973. En la madrugada de ese día, los marines chilenos –que complotaban desde Valparaíso- dieron la voz de alerta al resto de los militares traidores al régimen y poco a poco empezó la invasión de la capital Santiago. 


El presidente chileno democráticamente elegido en 1970, Salvador Allende. Foto: Internet

Salvador Allende, presidente democráticamente elegido en 1970, era derrocado por un golpe de Estado.Aún después de que la fuerza aérea chilena bombardeó las instalaciones de Radio Corporación y Radio Portales, Allende dio un último discurso -en Radio Magallanes- en el que aseguró que sus palabras no tienen amargura sino decepción. “Pagaré con mi vida la lealtad del pueblo (…) Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos”, dijo en su última aparición por  radio.



En aquella ocasión, Salvador Allende vaticinó aquello que veía venir: la fuerza avasalladora de los militares chilenos. Los muertos se cuentan por miles en esa época y aún hoy quedan rastros de las familias destruidas, de las voces apagadas.
La historia se ha encargado de juzgar a los traidores, a los que prefirieron servir al interés de EE.UU. en lugar de jugarse –como lo hizo Allende- por su pueblo. Augusto Pinochet se hizo del poder a la fuerza y creo un régimen de terror que duró cerca de 19 años.
Allende llegó al poder mediante una amplia coalición de partidos políticos y fuerzas sociales, que elaboraron de forma conjunta lo que se denominó el programa de gobierno de la Unidad Popular.  Entre estas vigorosas expresiones políticas se encontraban los partidos Comunista, Socialista, Radical y Social Demócrata, el Movimiento de Acción Popular Unitaria y la Acción Independiente.
Las palabras finales del presidente, a través de Radio Magallanes, fueron proféticas ese 11 de septiembre, cuando los militares chilenos, comandados por el genocida Augusto Pinochet, iniciaron  el brutal ataque aéreo y el posterior asalto al Palacio de la Moneda.
Allende profetizó que un día, más temprano que tarde, la democracia avanzaría en América Latina, y  que se  “abrirían las amplias alamedas”, para un ser humano nuevo, constructor de un orden distinto.
Allende y el proceso chileno constituyen un legado democrático, para América Latina. El pensamiento del presidente Allende y la experiencia chilena, deben ser leídos y analizados, en el escenario del siglo XXI. Su testimonio constituye una fuente inagotable que puede iluminar nuestra actual realidad nacional, regional y latinoamericana, destacó Diario Latino.

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