COMUNICADO
EN DEFENSA DE LA VIDA DE LOS HONDUREÑOS
Tropas norteamericanas pisotean la soberanía hondureña.
Tropas norteamericanas pisotean la soberanía hondureña.
Una vez
más ha sido violentada nuestra soberanía nacional por tropas norteamericanas. El
día 11 de mayo de 2012, una flotilla de helicópteros militares debidamente
artillados, se lanzaron con fuego de metalla pesada sobre un Pipante ancestral,
(el más primitivo medio de navegación) tripulado por un grupo de pescadores
indígenas de la Etnia Misquita que habita la zona del Departamento de Gracias a
Dios en Honduras.
El grupo
de pescadores que se dedica a la pesca tradicional, de la manera más artesanal,
fue sorprendido por el fuego de artillería aérea proveniente de helicópteros
militares pertenecientes a la potencia militar más grande del mundo, Los Estados
Unidos de América.
El artero
y mortal ataque, fue exitoso seguramente en criterio de los estrategas del
Pentágono y el Departamento de Estado Norteamericano. Este criminal hecho
militar, dejó como resultado:
Desaparecidos:
La
campesina indígena misquita hondureña Juana Banegas y una niña campesina de la
misma étnia, menor de edad cuyo nombre no se sabe, pero sí se sabe que el padre
de esta niña falleció acribillado por el atroz y criminal ataque.
Heridos:
El niño
campesino indígena de la Étnia misquita hondureña Wilmer López.
El niño
campesino indígena de la Étnia misquita hondureña Lucio Adan.
El
conductor del primitivo pipante, Melano Eulogio.
Muertos:
Los
campesinos indígenas de la Étnia misquita hondureña: Chalo Witold, Emerson
Martínez y la campesina indígena de la misma Étnia, candelaria Prat
Nelson.
Ayer
Viernes 11 de mayo, fueron enlutadas las comunidades del Municipio de Awas,
Barra de Patuca, así como la comunidad de Praxna y Puerto Lempira del
Departamento de Gracias a Dios, por el fuego aéreo de naves norteamericanas
conducidas por agentes de la DEA, organismo perteneciente a Los Estados Unidos
de Norteamérica.
Según
palabras del propio Alcalde del Municipio de Awas, señor Lucio Vaquedano, quien
aseguró que el ataque provino de helicópteros artillados de la DEA y que los
heridos fueron trasladados vía aérea al hospital de la ciudad de La Ceiba, pero
no en los helicópteros de la DEA, sino en una avioneta civil y humanitaria de la
Compañía Alas del Socorro.
Denunciamos ante el mundo y ante
los organismos de Derechos Humanos del mundo, el salvajismo criminal, desalmado,
discriminatorio y asesino con que ha actuado el ejército norteamericano contra
la indefensa y desarmada población indígena y civil de Honduras.
El pueblo
hondureño ha quedado atónito ante este insólito hecho, que aunque sabemos que en
Honduras existen cinco Bases Militares y que en reiteradas ocasiones ha sido
mancillada nuestra soberanía patria, el asesinato y crimen de Lesa Humanidad
contra nuestros humildes e indefensos campesinos, con tan descomunal fuerza
militar, que descargó ráfagas de ametralladora y armamento pesado desde sus
modernos helicópteros este día, es incompresible e inadmisible para la
humanidad.
Condenamos
que el gobierno hondureño, se mantiene arrodillado y sometido a las
disposiciones norteamericanas. Desde el golpe de Estado de 2009, el estado
hondureño ha quedado a merced de los designios del Departamento de Estado y el
Pentágono a través de sus autoridades diplomáticas acantonadas en la Embajada
Norteamericana en Honduras y en las Base militares en nuestro
territorio.
El pueblo
hondureño, ante tan descarado ataque, no le queda más que interpretar este hecho
como una declaración de guerra de parte de la potencia militar más grande del
mundo, por lo que responsabilizamos al Ejército y a la Policía hondureña, junto
con la oligarquía y su servil gobierno por su complacencia y obediencia,
sirviendo de testaferros a un estado extranjero que pretende imponernos su
bota militar, sojuzgarnos y esclavizarnos para apropiarse de nuestros recursos
naturales como lo ha hecho con otros Estados del mundo.
Convocamos
al pueblo hondureño a organizarse y prepararse para la defensa de nuestra
soberanía, desconociendo al Ejército Nacional, a la Policía Nacional, a las
instituciones estatales y al control esclavista que ejerce la oligarquía sobre
el Estado hondureño.
Exigimos
que las organizaciones populares se pronuncien en defensa de la vida de los
hondureños. El FNRP y el Partido Libre deben exigir el respeto y hacer respetar
el derecho a la vida de los ciudadanos hondureños.
“Alta es
la noche y Morazán vigila”
No
descansaremos hasta dignificar nuestra soberanía y echar hasta el último gringo
de nuestra Patria.
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