Publicado el 14 Octubre 2011 www.elsoca.org
HONDURAS.- La privatización de la UNAH está como en el banco.
Los estudiantes, profesores y trabajadores
debemos defender la eduacion publica con calidad
“La
educación es la primera necesidad del pueblo”
J. del
Valle
Por
Fabricio Sandoval
Abogado
La
educación superior está a un paso de ser privatizada, esto
debido a la iniciativa de ley que promueve, la Asociación
Nacional de Universidades Privadas de Honduras “ANUPRIH”, la
cual se encamina a reformar los artículos 156, 159, 160, 161 y
163 constitucionales.
Referidos
artículos constitucionales establecen en primer lugar; que la
educación superior le corresponderá a la UNAH, por ende la UNAH
goza de la exclusividad de organizar, dirigir y desarrollar la
educación superior y profesional y, para ello se creó mediante
decreto # 142-89 La Ley de Educación Superior, la cual a través
del Consejo de Educación Superior “CES”, regula y controla la
educación superior en toda sus esferas.
En
segundo lugar; el Estado debe contribuir al sostenimiento,
desarrollo y engrandecimiento de la UNAH, con una asignación
anual no menor del 6 % del Presupuesto de la república. El
estado como ente políticamente organizado es el garante del
cumplimiento de este bien público, digo “bien público” porque
según la UNESCO en su conferencia mundial del 2009 estableció
que la educación superior es “un bien público y un derecho
humano fundamental que debe ser garantizado por el estado”.
Entonces
ustedes han de preguntarse: ¿Qué tiene que ver la autonomía
universitaria que defienden los y las cipotas de la UNAH, con
todo esto de la privatización de la Educación Superior? Pues
radica en dos puntos.
El
primer punto, es que el “Estado” delega su función de garante de
la educación superior a la UNAH, para que esta institución
autónoma regule, organice y desarrolle dicho mandato, entonces
la UNAH tiene autonomía para regular la educación superior,
referida autonomía no se debe entender como un monopolio del
cual goza la UNAH, sino como un mandato constitucional del
Estado, el cual está obligado, en garantizar descrito derecho
humano fundamental.
El
segundo punto, reside, en que la ANUPRIH, en su anteproyecto de
ley, se orienta en crear una Comisión Nacional de Educación
Superior “CNES”, referida Comisión será la encargada de dirigir,
organizar y desarrollar la educación superior y profesional,
logrando con maquiavélico anteproyecto:
a) La
violación de la autonomía de la cual goza (por mandato
constitucional art 160) la UNAH y,
b) La
privatización de la Educación Superior.
Lo
interesante es que referida Comisión estaría integrada por 12
miembros, 6 de las Universidades públicas y, 6 de las
Universidades privadas, o sea democratizar la educación dicen
“los empresarios de la educación”, cuando ellos (ANUPRIH) sólo
cubren el 30% de la demanda de la población universitaria (la
UNAH el 70%) Entonces ¿Eso es democratizar? No ¡claro que no!
Sino que es una falacia, para poder mercantilizar la educación
(sustituir el Estado por el Mercado), pues al crearse dicha
Comisión que no les quepa duda, que habrá más proliferación de
universidades de garaje o de maletín como dicen los cipotes del
MAU (Movimiento Amplio Universitario).
La
otra cara de la moneda es que con referida Comisión, las
universidades privadas no pagaran impuestos (negocio perfecto),
además se apropiaran del 6% del presupuesto asignado a la UNAH y
darán a luz a robots (personas) automatizados para trabajar por
un mísero salario, pues producirán miles de robots (personas)
por año. Dando lugar a una sobrepoblación mal formada, solamente
prestadores de servicios que se integraran perfectamente al
modelo neoliberal.
La
privatización de la UNAH está como en el banco, porque a decir
verdad, con la gente que está el congreso, no podemos esperar
nada, sino todo lo contrario. Además no podemos esperar nada de
las autoridades universitarias del alma mater, ya que tienen
intereses personalísimos y son lacayos de los partidos
políticos, por lo que con su silencio y su remendada y pobre
contrapropuesta no hacen más que desenmascararse ante la
comunidad universitaria y la sociedad.
Por lo
que, la defensa de la Autonomía y Educación Superior, pasa por
dos momentos fundamentales (como propuestas), uno, es la de
construir una contrapropuesta al anteproyecto de ley de la
ANUPRIH, cimentada con las y los estudiantes independientes,
movimientos y frentes estudiantiles, así como docentes, dando
lugar a un instrumento que les respalde en su rebeldía en las
calles, y como herramienta de cohesión, pertenencia e identidad
con el alma mater.
El
segundo momento se centraría en la difusión (en asambleas,
cabildos abiertos y todo acto público) de la contrapuesta ante
toda la comunidad universitaria, población en general, para que
se apropien y defienda susodicha contrapropuesta.
Donde
no existe justicia, no puede haber derecho.
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