lunes, 15 de enero de 2018

Honduras: ¡ ATENCIÖN mucha ATENCIÖN DENUNCIA URGENTE ! SOBRE EL VOLANTE QUE CIRCULA COMO PARTE DE LA CAMPAÑA DE DESPRESTIGIO Y ODIO EN CONTRA NUESTRA; URGIMOS A LA PROTECCIÓN DE MI VIDA Y LA DE MARTÍN FERNÁNDEZ

                FOTO PUBLICADA EN  LÍBELOS CULPANDO A LA RESISTENCIA
Enero 15,2018 / Víctor Fernández
Desde hace años, el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ) y varias personas que las integramos, estamos siendo objeto de amenazas, incluyendo agresiones verbales y físicas, campañas de desprestigio, persecuciones y hasta asesinatos, un precedente concreto es que el 01 de septiembre de 2008, fue atacado a tiros el compañero Luis Javier Santos Cruz, ex fiscal vinculado de forma directa en la fundación de nuestra organización. Varios compañeros y compañeras del MADJ en el departamento de Atlántida y Yoro han sido objeto de amenazas directas contra su vida y han sido criminalizados. En 2013, tres compañeros indígenas tolupanes fueron asesinados, la CIDH decretó medidas cautelares para proteger la vida de varios miembros de la organización, incluyendo a Martín Fernández y en mi caso, dictó dos medidas cautelares con la misma finalidad.
                        En el marco del fraude o robo de las elecciones de noviembre de 2017, el MADJ se ha sumado a la lucha en cuerpo y alma. Nos hemos posicionado condenando al régimen fraudulento, la base de nuestra organización ha estado en la movilización permanente, coordinando acciones en las comunidades y hemos denunciado ante las instancias formales a la cúpula del fraude, a policías y militares que han asesinado y torturado a mucha gente. En la emergencia desatada por la violencia hemos socorrido y seguimos socorriendo a varias víctimas; entre tantas otras acciones. Sin embargo, nuestros antecedentes históricos constituyen un recorrido de denuncia de la corrupción y la impunidad en el país, la reivindicación de la defensa de la soberanía nacional y el impulso de un proceso organizativo que contribuya a liberar a Honduras de la élite corrupta y violenta que ha condenado al país a la vergonzosa situación humana y social que hoy sufre.

El 01 de enero, cobardemente, asesinaron a Wilmer Paredes, un joven al que la organización conoció en el marco del levantamiento popular contra el fraude, específicamente en San Juan Pueblo. A Wilmer  no lo conocíamos antes de la lucha post crisis electoral, pero él fue una figura destacada en las tomas de San Juan Pueblo, era un joven de mucho arrojo, con notable liderazgo, con mucha bravura y fuerza. Entre otros episodios, se le recuerda por haber dirigido una acción que terminó con la captura de un policía que estaba extorsionando a varios motoristas en la toma, quien cobraba por permitir el paso de vehículos y otros señalamientos. Debido a este episodio, se hizo famoso y viral un vídeo y fotografías en donde Wilmer lleva el fusil o arma de reglamento del policía capturado que ahora están usando para estigmatizarlo y relacionarlo con acciones ilícitas aún a pesar de su no presencia física debido al asesinato en su contra el primer día de enero.

El 16 de diciembre de 2017, en la toma sostenida en San Juan Pueblo, en la cual Wilmer Paredes junto a otros 9 jóvenes incluyendo un defensor y militante de nuestra organización, Diego Daniel Aguilar, fueron víctimas de una brutal represión y aplicación de castigos constitutivos de tratos crueles, inhumanos y degradantes. A partir de esa fecha, Wilmer fue objeto de persecución por carros desconocidos lo cual él atribuyó reiteradamente a la Policía y el ejército.

El 29 de diciembre de 2017, Wilmer Paredes, solicitó a Martín Fernández apoyo y consejo respecto de su situación de inseguridad vinculada de forma directa a su participación en las acciones de denuncia del fraude en Atlántida. Martín pidió apoyo para Wilmer Paredes ante la Policía y en el Mecanismo Nacional de Protección de Defensores de Derechos Humanos,  y le ofreció coordinar su salida temporal de su domicilio para superar el riesgo inmediato. Las acciones de solicitud ante instituciones del Estado fueron totalmente fracasadas ya que estas brindaron excusas de incapacidad para poder intervenir.

El 01 de enero de 2018, supimos del asesinato de Wilmer Paredes, varios miembros del MADJ nos desplazamos a constatar el hecho, creyendo inicialmente que podríamos apoyar con su traslado hacia algún centro asistencial ya que, inicialmente se nos informó que estaba herido. Sin embargo, al llegar constatamos que Wilmer falleció instantáneamente.

Frente al hecho, sentí una vez más, una enorme y fría impotencia. Me pareció tan clara la vinculación de los órganos represores del Estado en la ejecución de Wilmer, ya que, el MP no acudió siquiera  a efectuar el levantamiento del cadáver y de las evidencias en la escena del crimen. Estando en el lugar, escuché cuando Martín, estando en la parte de afuera de la casa donde estaba el cuerpo sin vida de Wilmer, llamó por teléfono al jefe policial de la zona de apellido Nazar quien es también enlace o encargado de darle seguridad debido a resolución del Mecanismo Nacional de Protección de Defensores y Defensoras, ante la llamada el jefe policial indicó que al levantamiento asistiría la policía de Esparta, ya que la zona no era de su competencia.

Ese mismo día, 1 de enero, publiqué en mi perfil de Facebook una nota sobre el asesinato de Wilmer indicando las vinculaciones evidentes de su muerte con su participación en la denuncia del fraude electoral. En los días posteriores, la organización, pero de forma particular, Martín Fernández en su condición de coordinador general y yo, como encargado de asuntos políticos del MADJ, hemos tenido conocimiento de algunas hipótesis sobre el crimen y entendemos con claridad desde esa información que todo se orienta a una conspiración de policías, militares, miembros del Partido Nacional y otros actores que habrían preparado y ejecutado a Wilmer, como parte de la venganza y campaña para imponer el miedo y desmovilizar la lucha contra la dictadura en todo el país, pero directamente en Atlántida que se ha caracterizado por su determinación e impacto en la economía debido a sus acciones de toma de la principal carretera de la zona.

A raíz de todo lo ya referido, este día, 14 de enero, a 13 días del cobarde asesinato de Wilmer, he tenido conocimiento de una volante que circula mediante WhatsApp y redes sociales en la cual aseguran que el crimen de Wilmer fue ordenado por Martín Fernández y yo, debido a que éste incumplió una orden de sicariato que ambos le dimos. Información completamente falsa y mal intencionada que evidencia una vez más que quienes luchamos por los derechos humanos y por la vida somos blanco directo de ataques por parte del régimen.

Esta publicación en redes sociales, confirma que el crimen lo ejecutaron las estructuras criminales de la dictadura y que siguen el guion de imponer la confusión y el miedo para desmovilizar la lucha popular contra la dictadura. En los últimos 3 meses ha existido un identificado patrón de campañas de desprestigio, inicialmente en Tegucigalpa en contra de líderes del partido LIBRE, posteriormente en Atlántida, recientemente en El Progreso, lo cual confirma que existe una decisión de atacar directamente y de manera personal a quienes entienden como enemigos y enemigas del poder formal que ordena y ejecuta el sin número de arbitrariedades ampliamente conocidas por la población en el marco de la coyuntura post electoral.

Entiendo y entendemos también que esta campaña en mi contra y en contra de Martín Fernández tiene repercusiones pensadas desde su ejecución, debido a ello, responsabilizo al régimen de Juan Orlando Hernández, a las ineficientes e ineficaces instituciones estatales de derechos humanos encargadas de proteger nuestros derechos incluyendo nuestra vida, al ejército y la policía nacional y militar de la cobarde campaña de desprestigio y de cualquier efecto o afectación que pueda traer en mi contra, en contra de Martín o en contra de cualquier integrante del MADJ y de las comunidades organizadas que lo integran. Responsabilizo de igual forma, a la comunidad internacional que lo avala, especialmente al gobierno y embajada de los Estados Unidos en Honduras.

Reitero que estamos conscientes del riesgo que implica la lucha y que desde hace muchos años atrás decidimos asumirlo de manera frontal, pero que, a pesar de los naturales temores nosotros no perdemos nuestro espíritu determinado a construir un país nuevo, tampoco les permitimos robarnos la alegría y la contundencia que encarnamos los seres que nos mueven los anhelos de justicia y dignidad para todos y todas.

Reitero mi convicción particular de que, sobre quienes hemos decidido por Honduras y sobre quienes nos mueve el amor por la idea de patria hay una sobreprotección que emana del permanente esfuerzo de hacer lo justo.

!Desde la Dignidad Siempre!

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