15 / 06.2017 Por Carlos Suazo Foto: Proceso Digital
Esta ley nace como una “preocupación del actual gobierno” por el sobre endeudamiento de los ciudadanos con préstamos y tarjetas de crédito a altas tasas de interés.
La incapacidad interna
de los institutos de previsión social entre ellos el INPREMA de no
contar con una estructura interna capaz de atender, evaluar y
administrar masivamente la demanda de créditos que genera este tipo de
cartera es argumento suficiente para aprobar una ley que obliga a estas
instituciones pasar sus fondos a fideicomisos para que estos sean
administrados por la banca privada para brindar consolidación de deudas,
prestamos para vivienda, educación, MIPYMEs y agropecuarios.
Algo que es sumamente
alarmante es que los préstamos los extenderán estas instituciones
financieras sin adquirir ningún tipo de compromiso en la recaudación de
las cuotas de los prestamos delegándole toda la responsabilidad al
patrono el que tendrá que pagar el 1% del saldo de la deuda, todos los
docentes sabemos muy bien que uno de los grandes calvarios que en todos
los gobiernos hemos padecidos es la irresponsabilidad del estado en
pagarle al docente en tiempo y forma, esta cláusula se podría prestar
para drenar los raquíticos fondos destinados a educación hacia el sector
privado.
Como ya mencionamos
nuestros fondos también pueden ser prestados a las MIPYMEs y a los
agricultores, ¿quien le garantiza a los docentes que sus recursos serán
recuperados? si alguna de las MIPYMEs quiebra o si se da una enorme
sequia en el país declarándose estos sectores incapaces de seguir
cumpliendo con sus compromisos.
Esta ley delega a las
instituciones de previsión constituir 3 fideicomisos, el primero con un
20% de los recursos de inversión para préstamos personales, el segundo
con un 20% de los recursos de inversión para financiar viviendas y el
tercero con un 10% de los recursos de inversión para préstamos
productivos lo que suman un 50% que las instituciones estarían
destinando de sus recursos de inversión para la creación de estos
fideicomisos, en el caso del INPREMA cuenta con recursos líquidos de L.
5,719.25 millones de lempiras si le aplicamos el 50% serian
aproximadamente L. 2,859.6 millones de lempiras los que el INPREMA tiene
que entregar a la banca privada para que administre los fideicomisos y
realice los prestamos.
Detrás de esta “gran preocupación del gobierno”
por el endeudamiento de los trabajadores se esconde un gran negocio de
la banca privada y es que por medio de los fondos de previsión social
ellos podrán recuperar el dinero que prestaron, y que por la grave
crisis económica que vive el país no han logrado recuperar, para ello no
les importa poner en riesgo las pensiones de un sin número de
trabajadores en edad de retiro.
Los fondos de las distintas instituciones de previsión deben de ser destinados única y exclusivamente a garantizarle a
los trabajadores cotizantes gozar de un retiro digno después de haber
contribuido con su esfuerzo y trabajo al engrandecimiento de la sociedad
hondureña, el estado no puede eximirse de su responsabilidad de brindar
educación, vivienda y oportunidades de inversión a la sociedad está
obligado a cumplir con esas demandas sin apropiarse de los recursos del
esfuerzo colectivo de los sectores organizados del país.
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