viernes, 2 de junio de 2017

Honduras: JUSTICIA HONDUREÑA DEJA SIN TECHO 80 FAMILIAS EMPOBRECIDAS

Hoy la justicia hondureña demostró que “la ley es dura pero es la ley” contra unas 80 familias empobrecidas de una comunidad ubicada en la zona rural del departamento de Cortés, 258 kilómetros al norte de la capital. Siete hombres fueron detenidos por oponerse a que derrumbaran sus modestas viviendas.
Actuaron en el desalojo violento diversas ramas de la Policía Nacional, un juez ejecutor y maquinaria pesada. Mujeres con hijos en brazos y hombres lloraban cuando caía al suelo lo que un día fue su hogar, de pronto, la indignación se apoderó de la gente que fue reducida con bombas lacrimógenas y chorros de agua lanzados desde tanquetas antidisturbios.
Redacción Central / EL LIBERTADOR /

La Lima, Cortés. Más de 80 familias hondureñas empobrecidas, asentadas en la zona rural del norteño departamento de Cortés, fueron sorprendidas esta mañana cuando supieron que había terminado el sueño de contar aunque fuera una casa maltrecha para convivir con sus seres queridos.

El silencio del amanecer fue roto por los fuertes motores de maquinaria pesada que llegaron hasta el lugar con la orden judicial en manos del juez ejecutor y acompañamiento de una combinación de especializados escuadrones de la Policía Nacional.

El desalojo violento se desarrolla en la colonia Agua Prieta, jurisdicción de la ciudad de La Lima, Cortés, 258 kilómetros al norte de la capital hondureña, Tegucigalpa.
                                          
La justicia hondureña no tuvo compasión de mandar a la calle niños, mujeres, ancianos y hombres que en un instante vieron como la maquinaria pesada tiraba al suelo los pedazos de vivienda, ya el duro juez ejecutor les había dicho que se salieran de las casas para que no sufrieran daños físicos.

Esta vez la justicia del país demostró que “dura es la ley, pero es la ley”, en un país donde el 80 por ciento de los crímenes permanecen en impunidad y casi seis millones de hondureños subsisten en pobreza y miseria.

La resistencia de los pobladores no tuvo éxito ante un delicado juez y policías con amplios entrenamientos en disturbios sociales y operaciones especiales, aun cuando la gente suplicaba que han venido pagando sus terrenos y durante años habían sembrado huertos y criado animales domésticos.

Los tractores demolieron primero las viviendas hechas de madera y láminas de zinc y dejaron para después las de concreto que requerían de equipos con mayor poder destructivo.

Siete personas fueron detenidas después que se enfrentaron a golpes con los policías, un disturbio que no pudo evitar el juez ejecutor que desde horas muy tempranas habló con los habitantes y les dio dos horas para que salieran de sus casas de manera pacífica, sin embargo, nadie quería perder sus sueños de un lugar para vivir y criar sus familias.
                        


Los pobladores manifestaron que, en su mayoría, han pagado cantidades entre  50 mil y 70 mil lempiras a un hombre que en apariencia resultó estafador.
Sin embargo, el jefe de la Policía en el sector, Alonso Pineda, dijo que son más de 50 familias las desalojadas al no poder llegar a un acuerdo con el dueño de los terrenos, que exigió a la justicia mandar a la calle a cientos de seres humanos.

Hasta el cierre de esta edición, ninguna institución del gobierno que busca la reelección presidencial ni de defensa de derechos humanos se ha manifestado proponiendo solución habitacional a estas familias empobrecidas que pasaran esta noche incierta en las calles de Honduras.

http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/2290-justicia-hondurena-deja-sin-techo-80-familias-empobrecidas

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