Redacción Central / EL LIBERTADOR / Publicado: 19 Enero 2016
Tegucigalpa.
Dirigentes sindicales de EE.UU. dijeron sentirse preocupados por la
persecución laboral que padecen trabajadores hondureños, sumado a las
violaciones a DDHH y asesinato de dirigentes populares.
En
una carta enviada al embajador estadounidense en Honduras, miembros de
asociaciones sindicales, han mostrado su preocupación “por la situación
urgente” que padecen los trabajadores en el país.
Denunciaron
los sindicalistas norteamericanos sobre reportes de ejecución de
dirigentes gremiales, entre ellos, Héctor Martínez Motiño, ultimado en
2015 en un punto del sur de Honduras.
EL LIBERTADOR reproduce de manera íntegra la carta enviada por trabajadores de EE.UU. al embajador Nealon.
Estimado Embajador Nealon:
Le
escribimos para expresar nuestra preocupación por la situación urgente
de los sindicalistas en Honduras, quienes siguen enfrentando amenazas de
muerte y otras formas de intimidación. Solicitamos respetuosamente que
se comunique con las autoridades hondureñas, incluyendo la Fiscalía
General de la Nación y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y pide
inmediata acción para solucionar con eficacia a esta crisis.
A
lo mínimo 31 sindicalistas han sido asesinados desde el golpe militar
de 2009. La AFL-CIO informa que nueve ataques violentos contra
sindicalistas hondureños han sido cometidos sólo en el 2015. Estos
ataques incluyen el asesinato en junio de Héctor Orlando Martínez
Motiño, presidente del Sindicato de Trabajadores del Centro
Universitario del Litoral Pacífico (CURLP) y la Universidad Nacional
Autónoma de Honduras (UNAH). A él se le había concedido las medidas
cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
De acuerdo con informes de los medios de comunicación, él era el
decimocuarto persona con medidas cautelares que había sido asesinado. Su
asesinato pasó 69 días después de la desaparición forzada en abril de
Donatilo Jiménez Euceda, quien era un ex presidente de este mismo
sindicato en el Centro Universitario del Litoral Atlántico (CURLA) en La
Ceiba.
Más
recientemente, las amenazas se han acelerado en contra de la
administración de la Federación de Sindicatos de Trabajadores
Agroindustriales (FESTAGRO, anteriormente COSIBAH). Como es de su
conocimiento, FESTAGRO es uno de los grupos claves nombrados en un
informe publicado en 2015 por el Departamento de Trabajo de Estados
Unidos que detalla serias problemas con respecto a la falta de
aplicación efectiva de las leyes laborales en Honduras.
El
31 de agosto y el 3 de septiembre de 2015, Tomás Membreño Pérez,
presidente del Sindicato de Trabajadores de la Agroindustria y Similares
(STAS), un sindicato afiliado a FESTAGRO, recibió amenazas de muerte
dirigidas a él y a su familia. En tres ocasiones distintas desde el 25
de octubre, vehículos sin placas han visitado la casa de Nelson Geovanni
Nuñez Chávez, Asesor Técnico de Organización de FESTAGRO; supuestamente
sacaron fotos y aterrorizaron a su esposa. El 6 de diciembre,
desconocidos preguntaban sobre su paradero en el domicilio de un miembro
de su familia, mientras que sus hijas estaban presentes. Toda la
familia ha tenido que abandonar su hogar.
Estos
incidentes recientes no son la primera vez que miembros del personal de
FESTAGRO han estado bajo amenaza. En 2014, José María Martínez,
Director de Comunicaciones para FESTAGRO, se vio obligado a huir del
país después de haber recibido numerosas amenazas de muerte a lo largo
de 2013 y 2014.
Las
autoridades hondureñas no han actuado con eficacia en ningunos de estos
casos. Creemos que el Plan de Monitoreo y Acción de los Derechos
Laborales que ha sido recientemente anunciado es un paso positivo. Sin
embargo, la implementación del plan tomará tiempo, y no se dirige a
todos los aspectos de la crisis de derechos laborales en Honduras.
Mientras tanto, las amenazas contra sindicalistas exigen acción
inmediata.
Dado
lo anterior, le urgimos a que comunique su preocupación sobre estas
amenazas contra activistas de derechos laborales al gobierno de
Honduras, y que presione al gobierno para denunciar estos ataques.
Además, le urgimos pedir al gobierno hondureño que inmediatamente
ofrezca protección a Tomás Membreño y Nelson Nuñez según sus
preferencias, si lo solicitan. Además, le pedimos que reitere la
importancia de las investigaciones criminales, los procesamientos y las
condenas de los perpetradores de cada uno de estos casos, todos los
cuales permanecen en la impunidad.
Es
imperativo que el gobierno de Estados Unidos apoye a los trabajadores
quienes están sufriendo represalias por ejercer sus derechos básicos de
libertad de asociación y por denunciar violaciones de las leyes
laborales de Honduras. Apreciamos su consideración seria e inmediata de
estas solicitudes, y esperamos con interés las noticias de las acciones
que el EE.UU. toma al favor de estos sindicalistas amenazados.
Sinceramente,
FARR SAM
Miembro del Congreso
Jan Schakowsky
Miembro del Congreso
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