miércoles, 23 de septiembre de 2015

HONDURAS: NO HAY TAL ODIO, CARDENAL RODRÍGUEZ M.

Rodolfo Cortés Calderón

Lo que hay en un gran sector del pueblo hondureño es INDIGNACIÓN por la burla a que lo han sometido desde tiempos inmemoriales los corruptos políticos, oligarcas, militares y clérigos de las cúpulas Católica, Evangélica y Protestante. Así de sencillo Cardenal ÓSCAR ANDRÉS RODRÍGUEZ MARADIAGA. No puede haber tal odio en personas sencillas, indefensas, marginadas que sólo han recibido de los poderes fácticos humillación. Ya imaginamos las angustias y vergüenzas que vive FRANCISCO, el obispo de Roma, con clérigos de la clase de los obispos de Tegucigalpa aliados a gobiernos tan corruptos como los de PORFIRIO LOBO SOSA  y JUAN ORLANDO HERNÁNDEZ. El pueblo hondureño por antonomasia es generoso, caritativo, solidario y quienes han destilado y vaciado odio hacia ellos son los sectores corruptos con los que ustedes han estado coludidos destruyendo sus esperanzas.

A continuación acotaremos y responderemos sólo algunos párrafos de lo dicho a un periódico nacional por el Cardenal Rodríguez M.:
1) "Nuestra Honduras está enferma, está enferma de odio. No podemos seguir así, el odio solo engendra más odio y violencia, no podemos seguir repitiendo la página horrible de un hermano que mata a su hermano, la página de Caín y Abel, todos somos hijos de Dios”
R/ Los enfermos de odio son los oligarcas que ustedes apoyan y que están llenos de  avaricia, ostentación, derroche e impunidad. No han dicho una sola frase de los muertos y el saqueo de las instituciones del Estado, incluyendo el inclemente despojo del IHSS.

2) "Honduras es de todos" y que "no cabe la ideología del pensamiento único". R/ Es correcto Honduras es de todos pero ustedes y los oligarcas se quedan siempre con la tajada más grande; cada día que pasa Honduras es menos de los hondureños y ustedes actúan como cómplices. Y por qué no habla o critica a su infame y salvaje ideología (sistema) capitalista que se ha apoderado de toda la institucionalidad hondureña y tiene como pordiosero al pueblo.

3) El también arzobispo de Tegucigalpa considera que en el presente siglo el mundo no abre los brazos a los inmigrantes, sino que al contrario, "edifica muros en todas partes" emulando la edad media, cuando se levantaban "ciudades amuralladas para no recibir a nadie".

R/ En Honduras no hubieran emigrantes,  si la oligarquía que Ud. defiende  no despojara a los campesinos de sus tierras; no entregara a las empresas  transnacionales sus bienes naturales; abriera fuentes de trabajo y no saquearan los dineros de la SAG, del TASÓN y de los institutos de previsión para establecer proyectos productivos o negaran a los trabajadores  salarios justos, sus pensiones y jubilaciones. A la oligarquía hondureña sólo le interesan los dólares de los emigrantes, de los retornados obligados nada.

4) Agregó que en lugar de destruir, los hondureños se deberían dedicar a edificar con el amor, el diálogo y el respeto mutuo.

R/ Los únicos que edifican y comparten con amor en Honduras son las clases desposeídas, marginadas y empobrecidas, contrario a lo que hace la clase oligarca, avara y sedienta de poder que se dedica a esquilmar los fondos y bienes naturales de los pobres y que usted defiende.

5)"¿Hasta cuándo vamos a seguir observando el tiempo mal gastado e insultante de los que no respetan a su prójimo y utilizan las redes sociales para denigrar, matar el nombre y la fama de los demás y, en fin de cuentas, sembrar odio? Eso es complicidad con el mal", acotó.

R/ Imaginamos que esto es en referencia a los señalamientos públicos de testaferro que le hacen a su Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, JUAN JOSÉ PINEDA FASQUELLE, por los 30 millones de Lempiras que anualmente recibirá del gobierno de Honduras,--de un total de 1,000 millones de Lempiras que supuestamente recibirá-- para realizar “proyectos invisibles” (¿campaña electoral del partido Nacional?) denunciado por varios medios de comunicación. No sabe usted Cardenal que el Estado de Honduras es laico y aconfesional desde que Francisco Morazán fue Jefe de Estado.


Las iglesias jerárquicas tanto Católica como Protestantes desde tiempos antiguos han estado ligadas a los poderes imperiales, pero también dictatoriales, sino recordemos como apañaron el fascismo de MUSSOLINNI, HITLER y FRANCO. Estas dos iglesias y otras, recibieron y reciben aun en Alemania de parte del Estado anualmente millones de Euros por acallar el Holocausto Nazi, que implicó el asesinato de millones de personas comunistas, judíos y socialistas. En Alemania desde aquella época los ciudadanos pagan impuestos que se entregan a las iglesias para obtener su silencio. Por eso es que estas iglesias, principalmente la Católica alemana es tan rica y poderosa que es capaz de poner y quitar gobiernos y poner Papas, como Eugenio Pacelli -PÍO XII (1939-1958), Karol Wojtyla -JUAN PABLO II (1980-2005) y Joseph Ratzinger-BENEDICTO XVI (2005-2013); haber influido en la caída de los gobiernos soviéticos (URSS) y haber impuesto como presidente de Polonia a LECH WALESA.  


En 1933 Alemania tenía alrededor de  60 millones de habitantes, de los cuales el 66% eran Protestantes y 33% Católicos y en el siguiente documento podemos confirmar la influencia que tuvo la iglesia Católica en la geopolítica europea de aquellos años.


En la página WEB  ¿ES POSIBLE LA PAZ?,  Encontramos el artículo llamado El NAZISMO Y LA IGLESIA CATÓLICA: UNA ALIANZA OLVIDADA, que señala: “Hoy hablamos a menudo del nazismo, hay infinidad de filmes, documentales y artículos sobre ello. Aparentemente parece haber una buena información sobre ese tema, aunque en realidad estamos ante otro caso donde abunda la cantidad y escasea la calidad. Hasta tal punto es así que si alguien de aquella época, cualquier alemán y especialmente los dirigentes políticos y económicos de aquel momento, viese lo que se comenta ahora sobre su momento histórico, seguramente no entendiesen que se estaba hablando realmente de lo que allí aconteció. Digo todo esto porque hoy se presenta al nazismo en gran medida descontextualizado, descontextualizado de sus principales promotores e impulsores, social, histórica, económica y religiosamente, cuando todos estos factores tuvieron una importancia capital en su desarrollo y llegada al poder. Especialmente olvidados son dos de estos aspectos que más contribuyeron a que todo esto se pudiese dar, me refiero a las facetas económica y religiosa, cuyos poderes, el económico y el religioso, empujaron y posibilitaron para que el partido nazi dominase Alemania y más tarde Europa.

Sobre el apoyo desde sus orígenes al movimiento nazi por parte del mundo de los negocios y posteriormente en pleno poder, ya elaboré dos artículos que recomiendo su lectura para entender cómo ocurrió este suceso histórico: La influencia del poder económico en el auge del nazismo y Las corporaciones y el fascismo: una vieja alianza.

Sobre la influencia del poder religioso en el progreso del nazismo, enfocado aquí a la ayuda de la Iglesia católica, hablaremos en este artículo.

En la no fácil llegada al poder político por parte del partido nazi en Alemania, tuvo que luchar contra poderosos rivales, uno era tan insalvable que parecía no haber opción. Se trataba de la unión política entre políticos moderados, tanto del partido socialista como del partido católico, que rechazaban cualquier extremismo. Esto hacía inviable que los nazis pudiesen controlar el Parlamento. No obstante, el problema del partido católico parecía tener una solución, y de hecho esto ya había sido resuelto con éxito en otro lugar donde triunfó el fascismo, en Italia. Allí, los fascistas, en confabulación con la jerarquía eclesial, anularon al partido católico, permitiendo la llegada al gobierno de Benito Mussolini.

Visto este precedente histórico, Hitler, que era cristiano, a diferencia de Mussolini, buscó un acercamiento a la jerarquía católica. Hasta tal punto cedieron los nazis que prometieron algo que a la Iglesia le había costado mucho conseguir en Alemania, donde sus relaciones siempre habían sido difíciles debido a sus posturas intransigentes en política y religión, esta promesa era la firma de un Concordato.

Hitler prometió que la Iglesia católica tendría una especial posición de privilegio en el Nuevo Reich si el Vaticano usaba su influencia para asegurarle el voto del Partido del Centro [el partido católico]. El Vaticano acordó, y Hitler hizo una promesa adicional de que en la declaración inaugural de su Gobierno haría una declaración pública que efectivizaría el privilegio prometido.

Así, el 23 de marzo de 1933 el partido católico votó en el Parlamento por Hitler.

Ya en abril, mayo y junio de ese año se llevaban a cabo las negociaciones del Concordato. Tal era el apoyo, que el prelado Kaas, líder del partido católico, en su estancia en Roma durante este proceso de negociación describiría a Hitler como:

...el portador de elevados ideales quien hará todo lo que es necesario para librar la nación de la catástrofe.

Estas declaraciones recordaban a la de los altos dignatarios católicos en favor de Mussolini cuando les salvo de la quiebra y les dio y restauró propiedades y poder.


En este ambiente de concordia entre nazis e Iglesia católica, Hitler diría:

De la manera como vemos en el Cristianismo el firme fundamento de la vida moral, así es nuestro deber cultivar relaciones amistosas con la Santa Sede y desarrollarlas.

El Papado ejerció entonces su poderosa influencia, ordenando a su clero instruir a los católicos sobre el buen camino emprendido por los nazis, convirtiendo a aquellos de dudosas intenciones y carácter violento en un referente al que apoyar y votar. Los resultados electorales mostrarían este cambio ejercido por el poder eclesial en las opiniones de los alemanes, los nazis aumentarían sus votos, su poder y su respetabilidad.

Otro aspecto poco ejemplar y bastante silenciado, es que Hitler hizo un trato con el Vaticano en el que pedía a la Iglesia que no interfiriera ni protestara contra la persecución que ya tenían en marcha los nazis contra los comunistas, los socialistas y los judíos, e incluso contra miembros díscolos de la propia Iglesia. Curiosamente todos ellos eran enemigos tradicionales e históricos de Roma (la jerarquía eclesial), los judíos especialmente también, no fue por ello difícil a los nazis utilizarlos como chivo expiatorio, ya que así habían sido usados durante siglos en el mundo cristiano. Desde los orígenes del cristianismo se persiguió al judaísmo, a pesar, y seguramente por eso, de que Jesús de Nazaret fuese exclusivamente judío y no cristiano.


La "autoridad" [la Iglesia católica] que reclama ser la autoridad moral del mundo fue prácticamente la única que no profirió una sola palabra en defensa de los perseguidos, o de reproche a los Nazis. Sería bueno recordar que esta fue la misma "autoridad" que le pidió al pueblo español a que desobedeciera a su gobierno [durante la Segunda República], y que inició una revuelta armada en México llamando a una santa cruzada contra el comunismo.

El partido católico finalmente cedió a las presiones y órdenes del Vaticano para que no fuera un obstáculo al partido nazi, y el 5 de julio de 1933 se llevaba a cabo su disolución. Eugenio Pacelli, que sería el futuro Papa Pio XII y que había sido nuncio apostólico en Alemania, en Baviera, y ahora era Secretario de Estado del Vaticano, decía para calmar los ánimos de los católicos:

A causa de la exclusión de los católicos como un partido político de la vida pública de Alemania, cuánto más necesario es que los católicos, privados de representación política, encuentren en los pactos diplomáticos entre la Santa Sede y el Gobierno Nacional Socialista las garantías que puedan asegurar para ellos, por lo menos, el mantenimiento de su posición en la vida de la nación. Esta necesidad es sentida por la Santa Sede, no solo como un deber hacia sí misma, sino también como una responsabilidad solemne ante los católicos alemanes, para que estos no puedan desaprobar al Vaticano por haberlos abandonado en un momento de crisis.

Concluimos: históricamente todas las jerarquías religiosas han estado aferradas a los poderes mundanos (políticos, sociales y financieros) aunque siempre estén predicando  y haciendo bulla y satanizando de manera hipócrita el poder terrenal, sin embargo, siempre han vivido de los dineros de los pueblos y de los incautos en vez de dedicarse a “salvar” almas descarriadas y a construir una sociedad fraterna y justa que es su verdadero rol.

¡Juzgue usted!
23 de septiembre 2015

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