por
Carlos Aznárez
Director de RESUMEN LATINOAMERICANO
La frase resultó conocida para el
entusiasmado auditorio que asistió al inicio del ciclo “La Patria Grande”,
organizado por el Centro Cultural de la
Cooperación.
Galo Mora, es un hombre de la cultura,
además de antropólogo, y actual secretario ejecutivo del partido Alianza País.
Pero sobre todo, se trata de un gran comunicador., Tanto que mantuvo en vilo
durante más de una hora al público, combinando profundas reflexiones, salidas
humorísticas de alto vuelo y un derroche de franqueza y autocrítica al tocar
temas que hacen a la actual realidad
latinoamericana.
En
conversación previa con RESUMEN LATINOAMERICANO, sobre la embestida de los
grandes amos de la prensa contra su gobierno, Mora acotó que “allí se refugia un
sector de la derecha recalcitrante, que todavía tiene la enjundia de la
aristocracia venida a menos y al mismo tiempo, la arrogancia del banquero.
Mezcla esas dos cosas y sale como resultante que la democracia no sirve cuando
gana Correa. Pero para su desesperación, ya van nueve veces que gana
Correa, y entonces la nueva tesis es que hay una dictadura del
voto, que tenemos un pueblo torpe, que se deja ilusionar
fácilmente”.
Refiriéndose a las críticas que soporta la Ley de
Comunicación puesta en marcha por su gobierno, Mora señaló que
“el enemigo no se rinde nunca, como diría Mao (Tse Tung) , y
evidentemente van a pelear a dentelladas por la defensa de sus intereses, que
son los del capital financiero y bancario, y no los del pueblo ecuatoriano”.
Respaldó la idea de que la nueva ley lo que hace es democratizar un derecho
social.
En
cuanto a la paradoja de que actualmente la Sociedad Interamericana de Prensa
(SIP) esté actualmente presidida por un ecuatoriano (Jaime Mantilla), y que
desde allí permanentemente se lancen misiles contra la gestión de Correa, Galo
Mora apuntó: “Todos los países del continente sufrimos estas campañas de
demolición por parte de los mal llamados defensores de la libertad de expresión,
encabezados por la SIP”. Y enseguida recordó que no por casualidad
el edificio de esa entidad, en Miami, lleva el nombre de Jules Dubois, agente de
la CIA, muerto en circunstancias extrañas en un hotel de
Bogotá.
Para
Mora, “el tener la capacidad monetaria para comprar una imprenta no puede
suplantar el derecho a la información. Hemos llegado a lo que Eduardo Galeano
definió irónicamente, el viraje de la famosa frase “el fin justifica los
medios”, por la de “los medios justifican todos los fines”, y eso no puede ser
más. Son conspiraciones, complots, y atentados contra las democracias que
queremos llevar adelante”.
Una Alianza al gusto de
Washington
Preguntada su opinión sobre la Alianza del Pacífico, y la
contradicción de que algunos países como Uruguay estén solicitando su ingreso a
la misma, Galo Mora sostuvo: “Trotsky decía que hay flujos y reflujos de la
historia. Hay que ver hasta donde la mano izquierda puede ser tan fuerte y tan
capaz de enraizarse con otras manos para asimilar estos embates, que obviamente
no son gratuitos ni espontáneos, están teledirigidos”. Acotó que “Estados Unidos
es el responsable de todas las fracturas desde el inicio de la historia
latinoamericana. Son los inductores directos de acciones como la actual de la
Alianza, que tienden a desestabilizar el continente. Allí están invasiones como
la de Santo Domingo, la de Bahía de los Cochinos, golpes de Estado como en el
Chile de Allende, o simplemente iniciativas de chantaje de carácter económico, a
los efectos de doblar la mano de aquellos que decidieron que el continente no es
traspatio ni lacayo. El tema es complejo pero la historia nos lleva hacia allá,
y sólo un combate decidido, con ideas fuertes, puede llevarnos a contrarrestar
este nuevo intento del imperio”.
“De
donde venimos”
En su
alocución en el CCC, Mora fue presentado por el Director del Centro, el diputado
nacional Juan Carlos Junio, que elogió la trayectoria del disertante y su
compromiso con la causa de la unidad latinoamericana y
caribeña.
Además,
el panel estuvo también integrado por el politólogo Atilio Boron, quien luego de
la charla del invitado ecuatoriano, hizo un incisivo comentario sobre todo lo
dicho, coincidiendo en el análisis de situación expuesto por el asesor de
Correa.
En su
conversatorio, Mora arrancó el primero de una sucesión de aplausos, al felicitar
al pueblo argentino, “quizás no por la muerte, pero sí porque ya no existe Jorge
Rafael Videla. De eso sí, nos enorgullecemos todos, de que haya pagado un
poquito al menos todo lo malo que hizo”.
Luego,
hizo un rápido pasaje por la historia de su país para explicar el presente. “Es
importante saber de dónde venimos para saber quien somos hoy y hacia dónde
vamos”, explicó. “Somos el fruto del apetito voraz de unos
militares que como Juan José Flores, se adueñaron del país, a partir de un
asesinato que todavía tenemos la obligación de investigar. El del Mariscal
Antonio José de Sucre, asesinado en Berruecos, Colombia. El criminal ejecutor
fue detenido y ahorcado tiempo después, pero se llevó a la tumba el nombre de
los inductores, entre los que sin duda figura el de
Flores”.
Consignó
el disertante que como en tantos otros capítulos de la historia latinoamericana,
la impunidad se ha convertido en columna fundamental de la misma. Recordó que
hace cien años fue asesinado también “el mayor de nuestros republicanos, el
general Eloy Alfaro, y casi se concretó nuevamente este signo, el 30 de
septiembre de 2010, cuando se intentó matar a Rafael Correa. Frente a tantos
hechos impunes la memoria y la justicia han de ser fervientemente convocadas”,
señaló.
Volvió a
insistir luego en que para que un proceso revolucionario se afiance, el sentido
de la historia debe apuntar a permanecer y estar vivos. “Esto no es una simple
consigna, sino la fuerza que anima a un pueblo. Si no es vindicada la condición
nacional, muy difícilmente se pueden establecer los lazos de fraternidad, como
los que hoy, afortunadamente, la Revolución ciudadana ha logrado tejer con
nuestro pueblo. Y lo hemos hecho, pese a todas las feroces
embestidas de la oposición”, recordó Mora.
El
orador expresó que desde su llegada al Gobierno, en enero de 2007, Rafael Correa
sostuvo que veníamos a ajustar cuentas con la historia y a decir, que a nadie le
quepan dudas de que este proceso es bolivariano y alfarista. “Esto, según Mora,
es más que un lema. No es inexacto aquello que en el 18 Brumario de Marx, se
citaba como una necesidad de que los pueblos levanten y exhumen banderas, hasta
poder tener la propia. Estamos frente a un nuevo fantasma que recorre América y
que reivindica esas banderas que habían sido arriadas y escondidas por nuestros
enemigos”.
El gran saqueo
Luego
recordó los años terribles del saqueo neoliberal que sufrió Ecuador. “El
corralito de ustedes fue casi un juego, comparado con lo que nos pasó a
nosotros. Para un país tan pequeño, la expoliación y usurpación de 10 mil
millones de dólares, es casi todo lo que había. Y eso lo permitieron la
democracia cristiana y la social democracia, aupadas en la derecha tradicional,
además de las embajadas que fueron co-responsables del asesinato de Eloy Alfaro
hace un siglo. Nos vaciaron el país, pero además de las arcas, nos vaciaron la
conciencia y la esperanza. Tres millones de personas se fueron al
destierro”.
Este
hacer memoria de Mora, puso en escena el dolor no sólo de Ecuador sino de todo
el continente. Cada dato, cada cifra, servía para que quienes lo escuchaban con
atención evocaran el 2001 argentino. Sin embargo, no
todo estaba perdido. “Teníamos que resucitar, sostuvo Mora. Recuperamos al
Bolívar aquel , que en 1829 decía: ‘esta guerra ha terminado, pero la que viene
será más grave. Los anglo-sajones son mucho más peligrosos, ya que no nos
quieren convertir en siervos, sino en consumidores’.
Entonces, levantamos esa bandera de Bolívar y de Alfaro,
y con ellos a todos los que lucharon por la patria”.
Posteriormente, el dirigente ecuatoriano arrancó
carcajadas cuando comparando tragedias, expresó: “Ustedes nos mandaron a un
Domingo Cavallo, y nosotros nos vengamos enviando a Jaime Durán, el asesor de
Macri”.
Una
tradición de luchas y rebeldías
Mora
prosiguió su relato, recordando que “nuestro pueblo, expoliado, entonces
encontró un norte. Sintetizó luchas de muchísimos años, como las del Partido
Comunista de Ecuador, de los socialistas, del movimiento anarquista, de los
verdaderos alfaristas. Aquellas posiciones rebeldes e insurgentes
se fueron uniendo, pero había que buscar a quien nos convoque. Y
así fuimos encontrando aspectos coincidentes, como ya lo había hecho la
Revolución Sandinista en Nicaragua, o la Revolución bolivariana en Venezuela. De
ahí venimos, de abrevar en luchas cercanas y encadenarlas. Dijimos, hay que
volver a tener Patria. Logramos, afortunadamente, una gran respuesta popular y
nos dispusimos a incidir en la historia y no a dejarnos manipular por
ella”.
Definiendo al actual presidente de Ecuador, señaló que es
un hombre que está a caballo entre la teología de la liberación y Antonio
Gramsci. “¿Qué podía salir entre Paulo VI y Gramsci?”, se preguntó. “Pues nada
mejor que Rafael Correa”.
Mora
ofreció un ejemplo del “estilo Correa”, que tanto pone al borde del ataque de
nervios a la oposición. Contó que el candidato opositor de derecha dijo, en
campaña electoral, que era necesario que el bono solidario de subsidio, pasara
de 35 a 50 dólares. Inmediatamente su intención de voto subió. Al
día siguiente, Correa le devolvió la invitación, aceptando la misma, pero
señalando que “la diferencia la vamos a pagar con un impuesto a ustedes, los
banqueros. Ya se han beneficiado durante toda la vida y siempre socializaron las
pérdidas. Ahora vamos a socializar las ganancias, y ese excedente es de los
pobres de Ecuador”.
Avances
incontestables
Dando
detalles concretos de los cambios producidos en la gestión del actual
Presidente, Mora consignó que “los magnates petroleros se llevaban
83 dólares de cada 100, por cada barril de petróleo. Pero además que el
excedente, iba para pagar la deuda externa”
La primera decisión de Correa fue: “vamos a
invertir la relación: 83 dólares de cada 100 irán para el pueblo
ecuatoriano”. Esto posibilitó que en seis años, la columna
vertebral del Ecuador, la vialidad, se ha transformado
totalmente.
Según
Mora, “alguien le preguntó en campaña electoral al Presidente: ¿De dónde sacas
la plata? Y Rafael respondió: de lo que antes se robaba”. Así de
simple.
“Hemos
invertido la criminal relación con el tema de la deuda externa”, apuntó.
“Logramos adquirirla al 30% de su valor, y entonces, desde el 2009, por esa
negociación encabezada por Correa, el Ecuador ahorra un millón de dólares
diarios hasta el año 2030.
“A esto
hay sumarle una política fiscal, donde los evasores no puedan ser aupados con
una coima. Ejemplo: la hacienda más grande del Ecuador, ha sido intervenida
recientemente, por una deuda de más de cien millones de dólares. Y esta hacienda
va a ser subastada. No podemos consentir estos abusos”,
expresó.
Tales
afirmaciones del dirigente de Alianza País, ayudan a comprender por qué la
oposición ecuatoriana no puede entender como después de seis años Correa tenga
el 80% de aceptación popular y que haya ganado 100 de los 130 asambleístas del
Parlamento. La mayoría parlamentaria asegura la profundización del avance. Allí
están la ley de tierras, la de recursos hídricos, o la política exterior
soberana, afianzando la relación con el ALBA, la Unasur y la
Celac.
Peligros y
desafíos
En el
plano de las acechanzas internas que tiene la Revolución
Ciudadana, Mora criticó duramente a quienes “se han enquistado en
nuestras filas, llegando por la ventana, en busca de prebendas y contratos
petroleros. Pero están también los otros, los que tienen el privilegio de haber
estado desde el inicio, y creyeron que eso les otorgaba un salvoconducto, para
torpedear al proceso con ridículas acusaciones de que Rafael es reformista y no
revolucionario”. Mencionó entonces a pequeños grupos que impulsados por ONGs
europeas tratan de socavar la credibilidad del Presidente, pero han fracasado
estruendosamente”, dijo.
“El
reciente triunfo –explicó Mora- nos asegura la
posibilidad de acentuar una transformación radical para que no haya condiciones
de volverse irreversible. Estamos luchando contra la pobreza y hemos bajado la
misma 16 puntos en el campo y 10 puntos en la ciudad, en condiciones difíciles
por la crisis del capitalismo”.
Llegando
al final de su disertación, Galo Mora, sentenció: “Lenin decía que la Revolución
no se hace, se organiza. Y esa es nuestra tarea actual: organizar el sentido de
la lealtad. Ser coherentes en nuestra práctica”.
Puntualizó que “el 24 de mayo, al asumir nuevamente el
cargo, el Presidente fue muy claro en sus afirmaciones sobre la unidad
latinoamericana. Frente al propio embajador inglés, expresó que
las Malvinas son argentinas. Pero también, “que quien hable de derechos humanos,
no sólo debe cerrar, sino irse de Guantánamo”.
¿Qué une
a la gente?, se volvió a preguntar el orador, a manera de cierre.
“La esperanza. Cuando ve que no deposita su fe en alguien que
traiciona, como siempre ocurría antes de llegar Correa. Ahora hay
razones para esa esperanza, para afianzar el poder popular, para seguir
avanzando por todos los sueños”.
Galo Mora junto a otros conocidos y prestigiosos exponentes
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