martes, 10 de agosto de 2021

ALARMA! TRASTORNOS MENTALES, NUEVA PANDEMIA QUE MATA HONDUREÑOS // REFLEXIÓN / TRES JINETES DIABÓLICOS JUEGAN Y DEFINEN EL DESTINO HONDUREÑO

Publicado: 10 Agosto 2021                                                                                                                     
 El hospital psiquiátrico “Mario Mendoza” está quedando sin medicamentos, mientras la población de pacientes creció en 50 por ciento el último año; expertos en salud mental pronostican un escenario “sombrío” con daños para la población, porque la larga exposición al estrés, la inseguridad y a la incertidumbre ha dañado mucho la mente de los hondureños.

                     Sólo el uno por cierto del presupuesto para Salud se invierte en los centros psiquiátricos y, a pesar de repetidas denuncias, el Gobierno no se ha preocupado en subsistir el alza del 50 por ciento en tratamientos psiquiátricos, producto de la negligencia en la pandemia, represión violenta y actos de corrupción e impunidad, que explicaron los especialistas Mario Rojas y Javier Uclés a EL LIBERTADOR.

Redacción Central / EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. ¿Ha observado la ira de los hondureños en las calles y cómo la mínima diferencia puede terminar en alegatos de odio y hasta en muerte? Esto pasa en las familias y en el grupo social. ¿ha observado a los conductores como locos y la inexistente paz interior? La convivencia se ha vuelto peligrosa. Todos esos signos revelan un ambiente; los trastornos mentales van en ascenso y no existe ni en idea una campaña de salud mental que aborde la violencia en la sociedad hondureña.

Los hospitales psiquiátricos también enfrentan escasez de medicamentos, así lo informó a EL LIBERTADOR el presidente del Sindicato de los Hospitales Psiquiátricos, Mario Rojas, relacionándolo al aumento del 50 por ciento en la demanda por tratamiento psiquiátrico, ésta “epidemia” de enfermedades mentales pone en relieve el caos social producido que lleva a muchos  trastornos, incluso, al suicidio.

Mario Rojas alertó que en “el Mendoza” se acabó el risperdal, anti-psicótico básico en el cuadro del tratamiento psiquiátrico, y se teme que en octubre o noviembre se terminen otros medicamentos fundamentales, pese a esto, el hospital no tiene previstas compras porque no hay medicinas en el mercado, además que los centros no pueden hacer compras directas.

El dirigente afirma que esta crisis resulta del incremento de pacientes, pues el sistema está saturado, tanto en cita externa como internados, muchos pacientes vienen de lugares remotos y aquí no hallan medicamentos, corriendo el peligro de empeorar o agregarse a la lista suicidios.

Al respecto el ex director del Hospital Mario Mendoza y psiquiatra, doctor Javier Uclés, explicó a este periódico que la consulta médica “se ha incrementado intensamente” en los últimos dos años, la demanda aumenta y por parte de las autoridades no hay respuesta o interés para solucionar esta situación, es todo desinterés, y “no hay de parte del Estado una atención organizada y equipada con fármacos y personal, la respuesta es nula”.

Uclés describió que esto lleva a una situación de abandono de los pacientes: “No reciben ayuda y recurren a auto medicarse o usar alcohol, drogas ilegales o medicamentos controlados, corriendo riesgos por intoxicación, poniendo en riesgo la vida y también con propósitos suicidas”.

La crisis de los pacientes psiquiátricos “se enmarca en la crisis generalizada del sistema de salud, el presupuesto para las instituciones psiquiátricas es pírrico, apenas del uno por ciento del destinado para Salud, muchísimos pacientes no pueden recurrir a la medicina privada y terminan abandonados en el Mario Mendoza por sus familiares”.

“En Honduras todos estamos afectados antes, durante y después de padecer el Covid-19”, sentenció Uclés, poniendo en relieve que desde antes de la pandemia vivimos condiciones generadoras de trastornos mentales: “Las causas y los efectos han sido devastadores en la población, el Estado y los funcionarios incapaces e incompetentes han complicado todo para niños, adultos y tercera edad”.

“Todos los hondureños estamos dañados emocional y mentalmente” sostuvo, agregó que tampoco hay una política, interés ni capacidad por mejorar los centros psiquiátrico, mucho menos la intención de prevenir las enfermedades mentales. El experto observa un “pronóstico sombrío a mediano y largo plazo” sin las condiciones, sin profesionales capaces y suficientes formas de prevención.

El galeno Juan Carlos Munguía reafirmó que desde el inicio de la pandemia han aumentado los casos de depresión, ansiedad y trastorno obsesivo-compulsivo, causados principalmente por la inseguridad e incertidumbre, factores que agravan las enfermedades mentales en nuestra sociedad, pero la situación persiste a causa de la falta de institucionalidad y desconfianza hacia las autoridades.

Munguía explica que la gran mayoría de los homicidios y hechos violentos quedan en la impunidad, los grandes casos de corrupción genera decepción y conformismo, lo que genera carga psicológica, además, el ambiente de muerte, producto de un régimen fallido que ya no podemos sobrellevar, alimentando el círculo vicioso de agresividad “latente”, creando la sociedad enferma que estamos viviendo.

  http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/3112-alarma-trastornos-mentales-nueva-pandemia-que-mata-hondurenos       

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REFLEXIÓN / TRES JINETES DIABÓLICOS JUEGAN Y DEFINEN EL DESTINO HONDUREÑO

Publicado: 9 Agosto, 2021                                                                                        
Pero como toda novela de crimen tiene mucho suspenso, hemos llegado a un momento interesante, desde hace dos años, el caballo negro y el rojo, han venido gestando en el vientre de la política vernácula una jugada fantástica, no solo es tirar los dados y hacerlos rodar ¡para nada! Ya cansados del jinete bayo o de la muerte, ese azulito pedante y pendejo que ronda las casas presidenciales y se ha enamorado hipnóticamente de la banda presidencial, deberá ser ejecutado.

No se confunda más querido lector o lectora, una movida como esa, no lo beneficia a usted, aunque el 28N2021 vea una mujer sobre el Altar Q, eso ya fue pensado y usted solo es el confeti en la fiesta, el pinito de olor dentro del carro, un adorno sin afecto, eso sí, muy maltratado.

Reflexión

EL LIBERTADOR

redaccion@ellibertador.hn

Tegucigalpa. Juro, los he visto transar la vida en un alucinante tapete de tahúres y buhoneros. Con carcajadas escandalosas firman sobre servilletas en nombre de la paz y de Dios, aunque vistan guerra, hambre y muerte. En las madrugadas, con los ojos hinchados y raíces rojas, toman las manos de todos y declaran quién será rey o esclavo, empresario o mendigo, secretario de Estado o mandadero, ellos reparten el presupuesto y los cargos. Son tres los que deciden hoy por 9 millones de hondureños, más los que huyen por las fronteras. Lo demás, es solo eso, lo demás, los adornitos trémulos en el árbol, pero nadie brilla como la estrella.

Sobre la mesa, los tres montadores espectrales afinan las jugarretas, está el caballo negro que simboliza el hambre, el caballo de la guerra, rojo y, finalmente, pero no menos importante, el caballo bayo que entraña la muerte (irónicamente el color es familia del azul). Estos tres males han cabalgado Honduras por siglos, sin embargo, los representantes actuales, llevan décadas hundiéndonos como sociedad en la peor porquería del mundo, siempre en primera fila para lo dañino y un ultima en lo que nos debería llenar de orgullo. Vividores del tesoro público, que en lenguaje simple es el dolor de lomo de usted que lee y el mío que escribe para mantener todos los días de la vida a eternos politicastros vividores y a sus familias, sus viajes, sus citas de adultos y todo lo que ya sabe. No cumplen un cargo público, son carga pública.

Pero como toda novela de crimen tiene mucho suspenso, hemos llegado a un momento interesante, desde hace dos años, el caballo negro y el rojo, han venido gestando en el vientre de la política vernácula una jugada fantástica, no solo es tirar los dados y hacerlos rodar ¡para nada! Ya cansados del jinete bayo o de la muerte, ese azulito pedante y pendejo que ronda las casas presidenciales y se ha enamorado hipnóticamente de la banda presidencial, deberá ser ejecutado. No se confunda más querido lector o lectora, una movida como esa, no lo beneficia a usted, aunque el 28N2021 vea una mujer sobre el Altar Q, eso ya fue pensado y usted solo es el confeti en la fiesta, el pinito de olor dentro del carro, un adorno sin afecto, eso sí, muy maltratado.

Durante 12 años, la doblada espalda del ciudadano ha crujido en las garras de los que cabalgan esta bestia del hambre, guerra y muerte, durante una extenuante docena de años –a cada minuto— el hondureño ha corrido y corre desesperado por las orillas de su propio país, hacia cualquier otro pedazo de tierra que pueda llamar patria, porque ya esto apesta y es inhabitable ¡es locura! donde un padre con su canasta de donas vaga por el bulevar con su hija de la mano y los niños limpian los vidrios percochosos autos de los indiferentes e iracundos conductores y donde un soldado viola una mujer y la vida se anda en la mano. Nos han construido una sociedad de pacientes psiquiátricos, “Arkham City” es eso, una caricatura en comparación con la hondura de acá.

Pero esta noche el jinete bayo ha caído en la trampa, frente a las elecciones donde manipula con huella electrónica o sin huella, donde piensa que una semana antes quitará a su hombre de paja y se colocará él en papeleta ajena, sueña y sueña con ser presidente otra vez y otra vez, porque en ese mundo de Alicia que ellos han creado, donde el panzoncito corre en calzonetas flojas por todo el mundo, pagado por otros, asume que nunca se va acabar, según él, la “Party” es “Forever” y no se da cuenta que “The Party's Over”. Los gauchos negro y rojo ya engendraron el plan y aunque le dan cuerda, obviamente, con la venia de los dioses gringos, ya lo han servido. El Consejo Nacional Electoral, no lo dominan los bayos y, es ley, gana quien cuenta. ¿Recuerdan la curva de Batson? Cuando iba el 60 por ciento de actas contadas, “Votos rurales” ordenó que no se contara más, –¿Por qué?, le preguntaron –porque yo digo, respondió con aquella desecha cara agria y humillada. 

¡Cuántos imperios hemos visto caer! Cuántos pendejos se han creído dioses en su arrogancia y los hemos visto abatidos, llorando como pequeños buscando el pecho materno, a propósito, ¿dónde está el señor Cruz Ascencio? Que, al llegar a un café, era rodeado por diez efectivos policiales para cuidarlo y corría a los humildes parroquianos que comían tranquilos, ¿recordás Cruz, cómo saltabas en tus raquíticos huesos la victoria sucia de imponer magistrados corruptos? ¿Y luego a los pies de un modesto presentador rodaban tus lágrimas de amargura, miseria y desolación? O primeras damas venidas a menos sobre una patrulla policial ¿Dónde quedan entonces los salones blancos y los trajes de lino crudo importado sin idea de qué es una colección de alta costura? ¿Dónde tanta soberbia? Y entonces recitemos: espejito, espejito ¿Quién será el siguiente en la lista? Diputados hoy, porquería mañana, presidente hoy, juicio mañana.

Pobre el caballo sobre el que se monta el jinete bayo, pobre Partido Nacional, se irá y nunca volverá, las prisiones físicas y mentales serán la única aspiración de vida, viejas enriquecidas con fortunas ajenas, las únicas joyas que les esperan serán grilletes en las pezuñas, sólo espero que mantengan esas sonrisitas estúpidas y el desprecio a los hondureños cuando llegue el momento del juicio, pónganse con cara de muy malos y no vayan a pedir esa paja de “Debido proceso”, porque van a parecer lo que dijo aquel “sociólogo” a sus exalumnos; esperamos que no se quiebren, que no pidan derechos humanos y presunción de inocencia, es más, traten de humillar a los periodistas y camarógrafos diciéndoles: “Es que ustedes tienen que entender la diferencia entre gasto e inversión”; se van a dar cuenta que ya los comunicadores no se quedan callados y buscarán las tomas más espantosas para portada. ¡Ya verán! 

Y cuando llegue el momento, dos mujeres saldrán tomadas de la mano y anunciaran el cambio, un nuevo orden que significará lo mismo, pero para otros, ya no para los bayos, mientras los hondureños deberemos seguir caminando, reinventarnos, hasta que un día en el vientre de la sociedad despierte el nuevo hondureño, el gran integrador, el que nacerá para reemplazar al ciudadano de hoy, embrutecido hasta por fútbol de España, narconovelas colombianas y mexicanas, religión amiga del atraso y alcohol. Estamos ya más cerca, la solución no nacerá de los tres jinetes, los tres ya han gobernado y lo único que cambió es el aumento de nuevos pobres y que ahora venden el territorio adentro y afuera.  

Al final de esta historia aparecerá el cuarto jinete, el blanco que es el que traerá el progreso, la armonía y el desarrollo (cultural y económico), pero no vendrá vestido de gringo, ni de partido tradicional, tampoco será un mercader de la fe. El domador blanco es Usted, lector y lectora, cuando tengamos el nuevo hondureño, con educación morazanista y pensamiento independentista, muy lejos quedarán entonces: el hombre, la guerra y la muerte. Ya no rugirá allá lejos por sobre el atlante un indignado león, nosotros seremos el león. En aquel momento ahí como sociedad estaremos orgullosos de ser hondureños y los estandartes no estarán rotos, tendremos ciencia, cultura, sentimientos y proyectos de grandeza compartidos e impulsados por todos nosotros, por toda la Nación hondureña.

Mientras eso llega, nos vemos el 28N2021, que será un momento histórico cuando el jinete del caballo bayo cayó en la trampa, en el juego de la irracionalidad del poder y en la ingenuidad de los que nunca tuvieron nada y cuando llegó una oportunidad de ser útiles, terminaron en la basura de cuerpo completo.    

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