Reflexión
EL LIBERTADOR
Tegucigalpa.
El periodista huele el conflicto en el aire y no le gusta que sea en
época navideña, lo hace elegir entre la canasta de presidencial o la del
congreso. ¡Aaaaah!, un año ha pasado cuando salía con un plasma en el
lomo del palacio legislativo; asustado y tembloroso aproxima la
grabadora a Mauricio Oliva y éste responde las peores palabras que pudo
escuchar la tarde-noche decembrina: “Yo no le debo nada a nadie en
política, todo me lo he ganado; este partido no tiene fierro, por eso no
tiene dueño”. El reportero lo sabe, hay división en el cielo o en el
infierno. Tendrá que hacer lo de siempre, tomar bando y, esta vez,
perder un bono navideño.
Terminó
el tiempo las sombras, las máscaras caen lento, pero caen y hay que
tomar partido, o nacionalista u orlandista. “Los prefiero fríos o
calientes, porque a los tibios los vomitaré”, dice la palabra del señor y
yo le creo. 71 diputados votaron en contra de que la Maccih, siga en
Honduras, la mayoría son investigados por la misión (los bellos
pandoros, la red de corrupción y, son muchos), hasta ahí parecía el fin
del acuerdo internacional, se acostumbró a esa maravillosa armonía sucia
entre el ejecutivo y el legislativo, pero no hay matrimonios perfectos y
no era la última palabra, sobre todo cuando el ejecutivo es infiel y ha
sido jefe de jefes.
“La
Mesa de Evaluación observa un progreso significativo con respeto a la
labor de los jueces y fiscales internacionales”, dijo al siguiente día
el informe del gobierno, sencillamente la posición de los miembros,
contradice la postura del Congreso y para ponerle la cerecita, Juan
desprecia y desvalora el informe del legislativo, viéndolo como uno más.
“Yo ya lo dije: vamos a evaluar los diferentes informes y en enero
estaremos dando una posición final”, en otras palabras, yo soy el que
toma la decisión, porque yo soy el papá de los pollitos.
Inmediatamente
una voz sacada de ultratumba se escucha en el fondo del palacio de los
padres de la Patria; Gladys Aurora salió de la gruta en la que estaba
invernando, escondida, y dirige la sesión del Congreso. A “Toño” lo
tuvieron inconforme y como mascota un día antes va de repetir “antes de
terminar la sesión daremos la palabra al diputado Edwin Gómez”, un
perfecto desconocido, y ¡boom! ¡sorpresa! presenta con miedo y
confundido, como quien recibe la orden en el último minuto y despliega
la iniciativa para derogar el convenio 23-2016 que le da vida a la
Maccih.- Simple cálculo, el revolver en la cabeza del organismo
internacional y la respuesta a Juan, yo también soy el papá de los
pollitos, porque fui yo quien te lo dijo.
Desde
los Estados Unidos envían un mensaje que ya no disimula el respeto a la
independencia de países, y claro, cuando contaste los votos en las
elecciones para poner a un perdedor y lo pusiste “a punta de verga” en
modo “Toño”, no es un favor, es mandato. Eso es poder. ¡La Maccih debe
renovarse! Recordemos, lector, un pequeño detalle, ¿Cuándo es la
sentencia de Tony? ¿Cuándo termina el convenio de la Maccih? Todo en el
maravilloso enero y con días de distancia.
Mientras
todo esto pasa en la superficie, bajo nuestros pies, más allá de las
aguas negras que recorren las venas contaminadas del país se ejecuta una
matriz perversa, Magdaleno fue el primero (que advertimos), luego uno
de los abogados y posteriormente el testigo del asesinato, el director
del “Pozo”. ¿Quién en Honduras, necesitará que todos ellos estén
muertos?. ¡Uff complicadísimo!. Y aunque nada puede salvar al condenado,
los gringos pueden asegurar dos años más, aunque al final todos los
caminos llevan a Roma o Nueva York. Juan no se salva ni con las esferas
del dragón.
Cuenta
una vieja leyenda china sobre las dos armas más poderosas, la lanza que
era capaz de atravesarlo todo, un arma indetenible y el escudo que lo
protegía todo, incapaz de quebrarse; un día ambas armas se encontraron
en batalla y al chocar se destruyeron, eso nos abre una maravillosa
paradoja de los poderes ¿Qué pasa cuando una fuerza imparable se
encuentra con un objeto inamovible?
Todo un dilema.
En
el caso extremo nos presentan dos situaciones, ¿se acuerdan de la
reelección?, bueno, sigue sin estar reglamentada, es decir, aún es
delito contra la “sagrada” Constitución y son 71 diputados en contra de
la Maccih. Si bien la oposición está en contra de que se vaya la Misión,
estarían más que maravillados de un juicio político y sumarse a los 71 y
las razones sobreabundan, desde las investigaciones por narcotráfico al
hermano de Juan, el destartale económico, los asesinatos en las
elecciones y la lista es tan larga que uno se puede dar el lujo de
cerrar los ojos y agarrar el que quiera. Mel y Oliva saldrían como los
grandes liberadores del mal orlandismo y de cara a elecciones serían
imparables.
Y
como si fuera un cuento de miedo, “cuando todos dormían...”, el
ejecutivo y sus esbirros tienen una carta bajo la mesa. Sintiéndose
amenazado, la disolución de poderes seria el camino a tomar. ¡Dignos
hijos de Fujimori!, ¿por qué no, lo que quiero hago y cuál es?, y
considerando el apoyo de las Fuerzas Armadas y al nuevo jefe instruido
en los PM, además, éstas se han prestado para las noches más obscuras
del país, una más, una menos, el desprestigio ya está sobre el traje
moteado y aquel general que dice que Juan es el más inteligente, guapo y
estadista, que los hondureños damos brinquitos de emoción en esta
hondura.
No
crea que ya ganó JOH. Ahora bien, si Oliva no hace nada y Juan deja a
la Maccih, sencillamente el capital político perdido será abismal, el
doctor perderá absolutamente todo y más allá de él, el partido Nacional
que está dominado, será absorbido por el orlandismo, destituirá a todas
las momias azules y llenará el congreso de tontuelos leales a él, no
sólo perderá Oliva y partido Nacional, serán cazados y entregados a la
Misión y exhibidos como trofeos. Ud. Elige su destino Doctor, una vez se
lo dijimos a Luis Zelaya. Son momentos históricos. Elvin también tuvo
la presidencia al alcance de Las Manos y la dejó ir ¿recuerdan Alauca
2009?, la cobardía lo traicionó, ahora llora y llora por algo que ya no
vendrá. ¡Bye!
Mientras
la nebulosa se cruza con las lucecitas paseantes en los hogares
hondureños, sin un tamal en los platos, un poder callado vigila desde
las sobras y será, finalmente, quien incline la sagrada balanza, el
pequeño Argueta, querido por Juan y electo por Oliva, la manzana de la
discordia, y cuando se sabe que alguien en dos años estará lejos, muy
lejos de estas tierras, sin poder y los medios sacando cada detalle de
la mala gestión imposible de maquillar, no es difícil tomar un bando.
También es tu momento Argueta, los toros no van a chocar, ya chocaron,
te toca elegir el último tren y el destino, tu propio destino.
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/avance/3659-honduras-choque-de-toros-o-juicio-del-orlandismo
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