domingo, 17 de febrero de 2019

LAS NACIONES UNIDAS EN HONDURAS : ¿COMEDIANTE DE OPERA BUFA?

Febrero 17, 2019 / Por Galel Cárdenas
Igor Garafulic llegó al país al llamado de los que traicionaron a los asesinados en las calles, a los perseguidos en las esquinas de los barrios y colonias urbanas que habían protestado con tanta indignación por el fraude electoral más inaudito y absurdo que se haya cometido ante la vista y paciencia de los organismos observadores de Europa y Estados Unidos, en noviembre de 2017.
Los opositores no supieron que las balas los arrinconaban a los paredones para abrazar la muerte ya programada por las Fuerzas Armadas de Honduras en contubernio con el dictador.
                  Invitado por el tirano que deseaba, como el gato vergonzante, tapar las suciedades de su ilegítima elección electoral del año 2017, I G llegó con las aureolas de una organización mundial de naciones en plena decadencia humanista, a realizar un show medianero que causaba risas contenidas en cada intervención aclaratoria de su pobre rol de saltimbanqui.
Y
mplió su rol con los grupos des hondureñizados que nunca respetaron la vida de los ciudadanos indignados que protestaban en las calles contra unas elecciones espurias, sin sospechar siquiera que serían asesinados.

Sobre los cadáveres y la sangre regada en los pavimentos y la tierra, montaron un circo de mala muerte, con las fanfarrias del régimen dictatorial y los ademanes grotescos de los dialogantes que conociendo el libreto cirquero, se sentaron para ayudar a la dictadura a cubrir con sus cabriolas de represora desenfrenada.

Después, le ha tocado continuar con su rol de clown contorsionista dirigiendo ahora un evento lanzado por la ONU (en Honduras), ya caracterizada en líneas anteriores, pues, resulta que montaron un acto llamado Spot Ligth, que viene siendo algo así como una campaña mediática ligera de peso ideológico, con el tema de la Violencia contra las Mujeres y los Niños, suceso al cual invitaron a las organizaciones no gubernamentales que reciben financiamiento externo y otras que se han estructurado con el fin de defender (supuestamente) los derechos femeninos referentes a la vida, pero esencialmente a defenderse contra la violencia misógina de todos los tipos y categorías que ejercemos los hombres o mujeres y el Estado mismo, en una agresión ya contumaz y repetida que conlleva al asesinato inmisericorde de las compañeras mujeres que constituyen el centro vital de nuestra sociedad.

Pues el tal evento light que montaron los personeros de la ONU, encabezada por el representante de las Naciones Unidas, invitaron como orador principal, con la desfachatez inmoral, al dictador, usurpador de la soberanía hondureña, ilegítimo presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, a informar sobre sus acciones de defensa de la vida de las mujeres hondureñas, en un acto verdaderamente cínico, grosero, desvergonzado e insolente, pues su tiranía ha sido la responsable del asesinato de Berta Cáceres y Margarita Murillo, y en un arranque de burla grotesca los empleados de la ONU permitieron que tal desfachatez se sucediera ante un pueblo que desde el año 2009 sufre la inclemencia de la represión, el asesinato y el genocidio, contra hombres y mujeres beligerantes que reclaman una patria verdadera, auténtica, legítima, plena de equidad, justicia y soberanía.

La diputada Olivia Marcela Zúñiga Cáceres, perteneciente a la Comisión legislativa de la equidad de género, allí presente, no resistió la indignación provocada por la presencia del tirano, represor y asesino de un pueblo noble y amoroso, motivo por el cual alzó de inmediato su voz de protesta airada contra el usurpador de la soberanía nacional, denunciándolo a todo pulmón ante los asistentes al espectáculo mediático en un hotel que ha servido mucho a los fines y propósitos del dictador, el Hotel Marriot.

De inmediato la seguridad de las Naciones Unidas en Honduras, se apresuraron a expulsar a la diputada y luchadora social del salón light, perteneciente ella, a las organizaciones de mujeres indígenas y campesinas beligerantes, en el occidente del país.

Fue realmente vergonzoso el hechos sucedido, pues, la seguridad se tomó el tiempo suficiente para expulsarla del salón referido, mientras con toda la rabia contenida, Olivia Marcela Zúniga Cáceres, iba denunciado a toda voz altisonante las falsedades del dictador, el cinismo de su presencia en aquel acto, el descaro de los organizadores, y la procacidad vulgar, pedestre y ramplona del tirano asesino y represor del pueblo hondureño que lo odia y lucha contra él en las principales ciudades del país en verdadero estado de insurrección como sucede en Choluteca, Tocoa,Tela o Tegucigalpa.

Lo más extraño de lo sucedido fue que las mujeres invitadas a tal show fueron incapaces de acompañar a la diputada Zúniga Cáceres y desalojar el salón hotelero, dejando de este modo entredicho su moral militante femenina en contra de la dictadura.

No se hizo esperar, la reacción de la diputada Olivia Marcela Zúniga Cáceres, hija de la admirada y querida heroína mundial Berta Cáceres, quien en un manifiesto personal y político ha denunciado a la ONU en Honduras por su desparpajo inmoral cometido el día 13 de enero en los salones del hotel Marriot.

La ha acompañado el líder nacional del Partido LIBRE, quien ha exigido a la ONU, en su sede central, la investigación y castigo de los representantes de tal oficina mundial en Honduras, ante tal suceso sin precedentes que linda con la más trágica impudicia posible.

Igor Garafulic, sólo ha demostrado que su rol de comediante en nuestro país, sirve para afianzar la dictadura y para otorgarle el beneficio del reconocimiento implícito a un gobernante vinculado al crimen organizado de Honduras y parte de Centroamérica, según se difunden las noticias que los narcotraficantes presos en Estados Unidos han denunciado constantemente.

La burla de este evento light montado como un show de grande trascendencia sólo ha demostrado el cinismo de la dictadura y su cómplice internacional en la nomenclatura identificada como ONU.

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