domingo, 18 de noviembre de 2018

Honduras: Sociedad de consumo destrucción del Estado: Samuel Santos

Por Samuel Santos
La sociedad tal como la conocimos hace unas 4 décadas ha sufrido una degradación moral y una devaluación de sus principios fundamentales.
En el pasado las instituciones del Estado republicano cumplian un papel equilibrador entre los que más tenían y los menos favorecidos , había una buena escuela pública , acceso a la Salud y trabajo que gozaba de la protección del Estado contra aquellos patronos abusadores , así surgió el código del trabajo y los derechos que involucraba.

De pronto las personas fueron sometidas a un bombardeó mediático sin precedentes en la historia de la humanidad a tal grado que la TV convenció a todos que lo importante no era EL SER si no EL TENER , sin importar que se tuviera que hacer para tener aquello que no tenía utilidad práctica ni se necesitaba .
Fue así como todos los utensilios y electrodomésticos que antes duraban años y se podían reparar de pronto se volvieron desechables, con una caducidad programada incluyendo en esto los medicamentos que nadie sabe como hacen para calcular cuando un medicamento « ya venció » y así nos convertimos de ciudadanos a consumidores pero también desechables.
                              

No es de extrañar que la política se viera afectada por este fenómeno y se convirtiera en vehículo rápido para obtener fortuna, antes un hombre valía por su trabajo y su esfuerzo y era respetado por ello , ahora aquel que nunca ha trabajado y amasa fortunas es visto con admiración por las masas y quizá con cierta envidia aunque estos políticos destruyan la esencia misma del Estado pero eso sí el vulgo los considera hombres vivos e inteligentes.

Producto final el individualismo y el sálvese quien pueda pero siempre con el afán de no SER si no TENER lo que destruye toda fibra moral del ser humano y vemos como hasta el sicariato es un forma de llegar a tener y hacer dinero para consumir.
                                                                     

No hay Salida posible ni otra solución si no retomamos la vía republicana y la representación del pueblo en las instituciones de Gobierno, volver a enseñar a las nuevas generaciones que lo importante es el SER y no el TENER de lo contrario nuestros hijos y nietos heredaran de nosotros una selva social donde la vida será un producto más para consumo de los que más tienen.                                

Debemos edificar una sociedad justa, solidaria y humanista , responsable en el gasto para que los políticos no encuentren en la gobernanza un pingüe negocio.

Sólo un movimiento ciudadano moralmente fuerte y con la determinación de recuperar el terreno perdido podrá devolver el bienestar a las grandes mayorías.

Comencemos por no consumir tanto ni gastar en lo que no necesitamos y enseñando a nuestros hijos que el Tener no es una meta que lo sublime es llegar a SER.

Y Usted está dispuesto a dar el primer paso abandonando la religión del consumismo y alejarse de su dios el dinero.

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