Ricardo Arturo SalgadoEn cuestión de horas el asunto del Fondo Departamental se volvió un tema álgido, y se lanzó una andanada de ataques (no críticas, ataques) contra los diputados de LIBRE, llegando a mostrarlos como auténticos delincuentes. Más parece una campaña de desprestigio que una crítica realista sobre el asunto en sí.
Primero digamos que el
Fondo Departamental es una aberración que no debe existir, y lo único
aceptable al respecto es que lo eliminen de una vez por todas. La
manipulación sobre la que se basa su existencia, de ayuda al pueblo, es
una obligación que debe cumplir el Estado en cada pueblo, villa, aldea,
del país, fundamentado en un plan estratégico nacional.
La mera existencia de ese Fondo Departamental denota lo distorsionado que se encuentra el estado hondureño. Sin embargo, debemos entender que la estructura política de Honduras está basada en una base clientelar electoral, lo que entre otros problemas orgánicos, genera la imposibilidad de surgimiento de nuevos liderazgos en el pais.
La mecánica es muy sencilla, los diputados ven su cargo como el producto de una inversión de tiempo y dinero. Y tienen razón, ellos deben recorrer sus municipios, y, sobre todo, invertir dinero en formarse una imagen, lo que involucra un universo aparte: la publicidad y los medios de comunicación.
Pero las cosas no terminan ahí, nosotros no votamos por propuestas, ni discursos, buscamos imágenes que nos gustan. Votamos en una acción similar a la que efectuamos cuando compramos un celular, un jabón, una sopa. Nunca conocemos la calidad del producto, pero si sabemos su imagen.
No es raro que el Congreso Nacional no sirva para cambiar nada. En mi experiencia con la compañera Xiomara Castro como candidata presidencial , vi como ella mantenía una propuesta alternativa de cambios profundos, transmitida en discursos, escritos, y muchas otras forma de difusión. Sin embargo, ningún candidato del partido LIBRE proponía lo mismo, ni siquiera proponían nada.
La campaña electoral no es ni democrática ni está basada en ideas, ni interacción con los electores; está basado en mercadotecnia. Esto sucede en todos los partidos políticos, por lo que la gente elige marcas, no propuestas. Llegados al congreso, juegan un papel fundamental las ong, los asesores, y otros tipos de lobby que son los que guían la agenda legislativa.
El Fondo Departamental, genera anti democrácia, y las maquinarias clientelares electorales que surgen de el, tampoco son partidarias, sino bastante concentradas en crear cacicazgos locales. Una vez que existe esa maquina clientelar, hay una estructura de personas que debe mantener el diputado que son su vinculo con las bases, que se organizan para recibir algunas ayudas, Los activistas, hacen de esto una profesión, y es una realidad inobjetable, que la gente pide dinero a los diputados, y trabaja por ellos por una recompensa, un emolumento.
De esta estructura podemos concluir fácilmente que los candidatos sin recursos no tienen opción de ganar en una elección. El Fondo Departamental es pues, una especie de garantía para los diputados de mantener su puesto (curiosamente, en el Congreso no existe la alternabilidad obligatoria).
Dicho esto, voy a LIBRE. En este partido nuestro, solo se reeligieron 9 de los 37 diputados anteriores. Solamente una diputada, que todos apreciamos, no busco reelegirse, a pesar de su evidente popularidad. Esto sucedió básicamente, porque el Fondo Departamental no es solamente un asunto clientelar, sino una fuente de apalancamiento de quien controla el legislativo. Solo los que se alinean reciben el dichoso fondo. Aunque quizá a algunos, les hayan dado una vez o dos, lo cierto es que el pacto de gobernabilidad bipartidista,marginó a los diputados que no les eran afines del acceso permanente a ese fondo.
No creo que los compañeros diputados de LIBRE actuaran de forma ilícita, ni siquiera irregular. Si son culpables de caer en la falsa premisa de lo “políticamente correcto”, y se metieron en la onda de reglamentar el uso de eseFondo Departamental. Esa es una medida paliativa de un mar de favoritismos y tráfico de influencias que solo perjudica al pueblo hondureño, lo priva de la posibilidad de salir del terrible círculo de la caridad, y favorece a las clases dominantes.
La propuesta clara debe ser la desaparición de ese fondo. Apostar por procesos políticos informados, basados en el debate de las ideas, y los pueblos participando en él. Será duro prescindir del clientelismo, pero eso aportará primero a democratizar todo.
Por otra parte, la única máquina clientelar que debe existir en LIBRE, es la del Partido mismo. Que debe fortalecerse, especialmente por el impresionante bloqueo económico al que está sometido. No solo no le pagan nada, sino que amenazan posibles donantes. Hasta abrir una cuenta de banco es un gigantesco problema para libre.
Si JOH fue derrotado en las elecciones pasadas, una de las cosas que pocos saben es que esa derrota se logró con un presupuesto veinte veces menor que el del Partido Nacional. Y no se cuantas veces menor que el del Partido Liberal.
Seguiremos conversando
La mera existencia de ese Fondo Departamental denota lo distorsionado que se encuentra el estado hondureño. Sin embargo, debemos entender que la estructura política de Honduras está basada en una base clientelar electoral, lo que entre otros problemas orgánicos, genera la imposibilidad de surgimiento de nuevos liderazgos en el pais.
La mecánica es muy sencilla, los diputados ven su cargo como el producto de una inversión de tiempo y dinero. Y tienen razón, ellos deben recorrer sus municipios, y, sobre todo, invertir dinero en formarse una imagen, lo que involucra un universo aparte: la publicidad y los medios de comunicación.
Pero las cosas no terminan ahí, nosotros no votamos por propuestas, ni discursos, buscamos imágenes que nos gustan. Votamos en una acción similar a la que efectuamos cuando compramos un celular, un jabón, una sopa. Nunca conocemos la calidad del producto, pero si sabemos su imagen.
No es raro que el Congreso Nacional no sirva para cambiar nada. En mi experiencia con la compañera Xiomara Castro como candidata presidencial , vi como ella mantenía una propuesta alternativa de cambios profundos, transmitida en discursos, escritos, y muchas otras forma de difusión. Sin embargo, ningún candidato del partido LIBRE proponía lo mismo, ni siquiera proponían nada.
La campaña electoral no es ni democrática ni está basada en ideas, ni interacción con los electores; está basado en mercadotecnia. Esto sucede en todos los partidos políticos, por lo que la gente elige marcas, no propuestas. Llegados al congreso, juegan un papel fundamental las ong, los asesores, y otros tipos de lobby que son los que guían la agenda legislativa.
El Fondo Departamental, genera anti democrácia, y las maquinarias clientelares electorales que surgen de el, tampoco son partidarias, sino bastante concentradas en crear cacicazgos locales. Una vez que existe esa maquina clientelar, hay una estructura de personas que debe mantener el diputado que son su vinculo con las bases, que se organizan para recibir algunas ayudas, Los activistas, hacen de esto una profesión, y es una realidad inobjetable, que la gente pide dinero a los diputados, y trabaja por ellos por una recompensa, un emolumento.
De esta estructura podemos concluir fácilmente que los candidatos sin recursos no tienen opción de ganar en una elección. El Fondo Departamental es pues, una especie de garantía para los diputados de mantener su puesto (curiosamente, en el Congreso no existe la alternabilidad obligatoria).
Dicho esto, voy a LIBRE. En este partido nuestro, solo se reeligieron 9 de los 37 diputados anteriores. Solamente una diputada, que todos apreciamos, no busco reelegirse, a pesar de su evidente popularidad. Esto sucedió básicamente, porque el Fondo Departamental no es solamente un asunto clientelar, sino una fuente de apalancamiento de quien controla el legislativo. Solo los que se alinean reciben el dichoso fondo. Aunque quizá a algunos, les hayan dado una vez o dos, lo cierto es que el pacto de gobernabilidad bipartidista,marginó a los diputados que no les eran afines del acceso permanente a ese fondo.
No creo que los compañeros diputados de LIBRE actuaran de forma ilícita, ni siquiera irregular. Si son culpables de caer en la falsa premisa de lo “políticamente correcto”, y se metieron en la onda de reglamentar el uso de eseFondo Departamental. Esa es una medida paliativa de un mar de favoritismos y tráfico de influencias que solo perjudica al pueblo hondureño, lo priva de la posibilidad de salir del terrible círculo de la caridad, y favorece a las clases dominantes.
La propuesta clara debe ser la desaparición de ese fondo. Apostar por procesos políticos informados, basados en el debate de las ideas, y los pueblos participando en él. Será duro prescindir del clientelismo, pero eso aportará primero a democratizar todo.
Por otra parte, la única máquina clientelar que debe existir en LIBRE, es la del Partido mismo. Que debe fortalecerse, especialmente por el impresionante bloqueo económico al que está sometido. No solo no le pagan nada, sino que amenazan posibles donantes. Hasta abrir una cuenta de banco es un gigantesco problema para libre.
Si JOH fue derrotado en las elecciones pasadas, una de las cosas que pocos saben es que esa derrota se logró con un presupuesto veinte veces menor que el del Partido Nacional. Y no se cuantas veces menor que el del Partido Liberal.
Seguiremos conversando
No hay comentarios :
Publicar un comentario