martes, 16 de octubre de 2018

Honduras: Caso periodista Jairo López: Cuando el poder se pasa de la raya, el uso de una colisión de tránsito para perseguir


De izquierda a derecha fotos arriba: Como quedó el carro de Jairo López y en la otra el periodista junto a su escolta, al fondo agentes por todos lados y uno de la DIPOL. Foto abajo de izquierda a derecha, policía registrando el carro de Jairo y a la par la foto de el daño al carro de los TIGRES
Martes, 16 Octubre 2018 00:52 Written by 
Se parece a una película de ciencia ficción pero no es eso, es la realidad cruda de la persecución sin límites que está siendo objeto el periodista Jairo López. Este 15 de octubre de 2018 una simple colisión de tránsito fue convertida en algo de grandes dimensiones donde hubo desplazamiento de policías preventivos, TIGRES, de Servicios Especiales y de un subinspector de Choluteca que apareció sospechosamente en la escena y ordenó registrar el vehículo porque se trataba “de Jairo López, el periodista de la resistencia de Choluteca.

                           López vive cada día entre la amenaza y un periodismo crítico, atacado por cualquier comentario, reportaje a nota diaria que publique. La saña con que los cuerpos represivos de la zona azuzados por supuestamente el presidente del Congreso Nacional, el actual presidente de la Republica y otros políticos y operadores de justicia que le hacen la vida de cuadritos todos los días del año. De allí que las constantes amenazas, vigilancia, campañas de desprestigio, falsos positivos, solo para mencionar algunos ejemplos, lo hizo acogerse al Mecanismo de Protección desde el año pasado. Una escolta permanente las 24 horas del día, los siete días de la semana, es la compañía obligada para seguir ejerciendo el periodismo.

Ninguna empresa le puede arrendar un espacio para su programa de Televisión "El Informador", si lo hace que se atenga a las consecuencias, las órdenes vinieron de arriba del presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva y del mandatario Juan Orlando Hernández, ha denunciado López, quien trata de ejercer el periodismo a toda costa enmedio de una tenaz persecusión.
Bombas lacrimógenas para asustar

Todo tiene un punto de partida, esta vez inició en la zona Sur de Honduras, en Choluteca, una ciudad que no se resiste a estar bajo el yugo de la amenaza, a pesar de las represiones constantes hay protestas todos los miércoles y sábado de cada semana.

Fue la represión del sábado 13 de octubre de 2018 cuando el Subinspector de Policía de apellido Cruz, que está en la UDEP Número 6 de Choluteca, ordenó a sus subalternos  que  le lanzaran tres bombas lacrimógenas a Jairo López cuando cubría las incidencias de las arbitrariedades que la policía cometía contra una manifestación pacífica de la ciudadanía sureña.

“Miré cómo reprimían a la gente y fui donde el Inspector López para decirle que en vez de hacer eso debían investigar la pérdida de un arma de uno de mis escoltas, fue allí cuando ordenó a sus subalternos lanzarme gases lacrimógenos en los pies, tuve que correr hacia una casa para protegerme porque no era broma, iban con todo contra mí, otras personas huyeron y se refugiaron allí también, los policías llenaron de gases todo, lanzaron las bombas contra el patio de la casa y el techo, era como que había neblina, yo me estaba asfixiando, los gases me ahogaban y casi que me desmayaba, pero tuve que resistir hasta que ellos se fueron”, relató todavía asombrado y pensando que su vida pende de un hilo.

La denuncia la hizo ante la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos, ASOPODEHU,  el domingo 14 de octubre y esta organización notificó al Mecanismo de Protección, acordando que el día lunes 15 de octubre llegaría a la capital a interponer la denuncia ante el Ministerio Público, el Comisionado Nacional de Derechos Humanos y el propio Mecanismo.

La trama de la Colisión
Este 15 de octubre Jairo López llegó a Tegucigalpa en su carro acompañado de su escolta, un policía preventivo que desde hace varios meses le da seguridad junto a otro más.

Eran pasadas las ocho de la mañana cuando se conducía a inmediaciones del aeropuerto internacional de Toncontín, de repente las sirenas de una patrulla de elementos TIGRES quitó la tranquilidad, avanzó entre los demás vehículos y se apostó enfrente del de Jairo López, minutos más tarde el vehículo frenó y el del periodista impactó en el bomper de la patrulla. El carro del periodista sufrió daños en la parte frontal.

“Ví que venía una patrulla de las de Choluteca, no me explicaba qué hacía en Tegucigalpa, allí iba el subinspector Cruz vestido de civil y pasó por el sector. La colisión era tratada con la normalidad que se hace con otras, pero todo cambió cuando un subinspector de los TIGRES dijo mi subinspector Cruz dice que ese es Jairo López, de la resistencia de Choluteca y que le registremos el carro. Y en ese momento una grulla de policías me rodeó, mi escolta nunca se separó de mí, me registraron el vehículo lo cual es inusual en una colisión y se armó un gran relajo, todos los agentes  estaban a mi alrededor”, describió el afectado.

El carro le fue decomisado con todas sus pertenencias no así la patrulla con la que chocó, de inmediato su carro dijeron lo llevaban con una grúa hacia la salida del Oriente de Honduras donde Tránsito lleva los carros, y Jairo junto a la abogada Karla Escalante de la ASOPODEHU fueron a la Dirección de Tránsito donde le practicaron al comunicador la prueba de alcoholemia y les anunciaron que uno de los policías salió afectado y fue llevado al seguro social.

La cita para la audiencia se adelantó para este mismo día 15 de octubre a las 3:30 p.m., algo muy extraño pues a un ciudadano común y corriente lo citan para que regrese a la audiencia de conciliación a los tres o cuatro días.

Mientras el policía de nombre Jorge Iván Canales Gallo estaba en la emergencia del seguro social donde le tomaron una radiografía. El agente platicaba amenamente con una policía de Tránsito de apellido Fonseca, que resultó ser su esposa, pero andaba con el uniforme de la institución policial. Otros agentes de Tránsito, de Servicios Especiales y de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito, SIAT, era un desplazamiento de personal muy raro.

Una Audiencia, una Jueza y abusos
Cuando un sistema funciona de forma orgánica para el servicio ciudadano eso trae esperanzas a una nación, pero en el despacho de Jovita Díaz, Jueza de Conciliación Número 2, la justicia vial estaba tan oscura como la misma sala sin luz donde se desarrolló la audiencia.

La Jueza Díaz empezó como cualquier otra togada respetuosa de la Ley, leyó el parte de Tránsito y preguntó si los involucrados estaban de acuerdo. Allí llegó la policía Fonseca, agente de Tránsito que escondía su uniforme debajo de un suéter y se presentó como una ciudadana común y corriente, también el conductor supuestamente del vehículo de los TIGRES con el que colisionó López, asimismo una abogada de la aseguradora, la abogada Escalante de la ASOPODEHU y una defensora de derechos humanos de esta misma organización.

Entre algunas cosas que decía el parte policial es que el carro de López impactó el de los TIGRES y además que producto del choque el policía Jorge Iván Canales Gallo había salido del vehículo e impactado en el pavimento.

Cuando le tocó el turno al periodista éste manifestó estar de acuerdo en que colisionó al vehículo de los TIGRES pero que no era cierto que algún agente hubiera salido “volando” e impactado en la calle, que pudo ser que se golpeó dentro del carro por el impacto.

“Mire señora Jueza yo le quiero relatar cómo pasaron las cosas, cuando estaba la colisión un inspector de Choluteca pasó por allí y le dijo a un subinspector de los TIGRES que yo era Jairo López, un periodista de Choluteca de la Resistencia….”, no pudo continuar su relato porque la Jueza Díaz le dijo “vaya entonces esto se convirtió en algo político, acá estamos en Tránsito”, “No señora Jueza escúcheme……escúcheme……por favor escúcheme”, los ruegos de nada sirvieron.

La Jueza leyó su propia acta sin tomar en cuenta a López sino solamente la versión policial, escribiendo maliciosamente que el periodista López estaba en contra de las lesiones, “no señora jueza, estoy en contra de que se diga que el policía salió volando y pegó contra el pavimento, no estoy en contra que se diga que hubo lesiones y por eso estoy aquí para responder por los daños ocasionados”.

Todo se volvió un bullicio, la jueza cada vez que la abogada y el periodista querían explicarle que no pusiera que el comunicador  estaba contra las lesiones, ella tergiversaba todo, al final a regañadientes escribió unos garabatos atrás del acta que había levantado, cuando se le pidió que se foliara el expediente dijo que  que era ilegal .

Al final ante el reclamo de la delegada de ASOPODEHU porque la jueza no estaba llevando a cabo una conciliación sino provocando una confrontación, la togada se enfureció y vociferando le dijo “salga de mi despacho, ya es suficiente el irrespeto y denúncieme si quiere, no me importa, acá voy a estar esperando al Director de Tránsito y no me importa lo que ud. diga”.

El caso no quedó cerrado, dentro de 10 días Jairo López solicitará una reconstrucción de los hechos, pero cómo funcionará el sistema?, quienes darán el resultado de la misma serán los mismos agentes del Estado. El sistema funcionará orgánicamente igual que hasta ahora lo ha hecho?.

Hay que destacar que aunque se le hizo radiografía al agente nunca se mostró en la audiencia y la
agente de Tránsito esposa del policía que antes de la radiografía reía y caminaba tranquilo en el seguro social,  dijo que sus esposo había sido ingresado al hospital debido a la gravedad de los golpes., no se supo si eso era cierto o solamente un haz bajo la manga, pero con qué objetivo?.

 http://www.pasosdeanimalgrande.com/index.php/es/amenazas-a-la-libertad-de-expresion/item/2307-caso-periodista-jairo-lopez-cuando-el-poder-se-pasa-de-la-raya-el-entramado-de-una-colision-de-transito

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