Dos infiltrados fueron capturados por los manifestantes en el sector de Quebrada Seca, El Progreso, fueron protegidos por agentes de la DPI y llevados hasta la posta policial pero no quisieron acusarlos de nada a pesar de que les decomisaron un escudo de la policía nacional que tenían escondido.
Los sujetos, de los cuales la policía no quiso revelar sus nombres,
llegaron desde antes de la seis de la mañana al sector donde se esperaba
una protesta y estuvieron haciendo fotos a las personas con sus
celulares.
Los sujetos fueron requeridos por los manifestantes como a las 9 de la
mañana por su actitud sospechosa, casi al mismo tiempo tres agentes de
la policía se movieron desde el puente militarizado a unos doscientos
metros, fueron directamente a recoger un escudo que estaba en una cuneta
al lado de los supuestos infiltrados.
Aunque los llevaron enchachados fue evidente la actitud amistosa con los dos supuestos infiltrados.
Al llegar a la posta dijeron que ya estaba un abogado que los defendería
y que al mediodía los dejarían en libertad. Alegaron que el escudo no
se los quitaron a ellos, sino que estaba tirado.
La conclusión de los manifestantes es que los infiltrados pretendían usar el escudo como prueba falsa para acusar a alguno de los que protestaban acusándolo de "portación de indumentaria policial" tal como lo han hecho con personas detenidas en fechas anteriores, incluso dentro de sus casas.
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