Por: Carlos Zelaya Herrera

Sin
embargo, el irrespeto a la ley, la violación de nuestra Carta Magna como
parte de un Estado cooptado como lo es Honduras, tienen de rodillas al
país, a su sociedad y abierto un espacio en el imaginario colectivo de
que los órganos operadores de justicia sirven a los intereses sectarios
del régimen y cuidan los intereses de empresario y corporaciones,
locales y extranjeras; que no funcionan al tenor de la independencia y
la majestad que deben tener.
Cosas
como estas templan la consciencia y alertan de la conducta de ciertos
actores sociales que inciden directamente en dar y recibir justicia, tal
como vemos en este régimen autoritario nacionalista, con muchos
abogados y abogadas complacientes con el abuso de poder e incumplir
sentencias definitivas del Poder Judicial, por Ministros y titulares de
entes públicos.
De
primera mano se sabe de casos en los que la arrogancia de los fiscales
ante jueces, acusados y testigos, junto a la falta de documentación en
expedientes de juicios que llevan los fiscales del Ministerio Público, o
van mal dirigidas o carecen del suficiente sustento probatorio y aun
así quieren que los jueces se las acepten.
A
diferencia de los nuestros, te enteras de las actuaciones de los
abogados Thelma Aldana e Iván Velásquez, junto al equipo de abogados del
Ministerio Público de Guatemala, así como del propio jefe y
colaboradores de la Comisión Internacional Contra la Corrupción e
Impunidad en Guatemala, (CICIG).
Tan solo
ver sus aciertos, lucha y valentía con las que pusieron tras las rejas
al binomio presidencial de Otto Pérez y Roxana Baldeti, además de
procesos por corrupción contra el ex gobernante Alfonso Portillo y más
recientemente aún, el juicio de financiamiento ilícito electoral que
tiene al borde de la destitución y castigo al actual mandatario Jimmy
Morales, que ya lleva en hombros el encarcelamiento de un hijo y de un
hermano suyo por compras irregulares con fondos públicos.
Ahora el
pueblo guatemalteco se siente acompañado, se llena de emoción y alegría
porque sabe que tiene ángeles que lo protegen de los malos
pseudopolíticos, como los que nos desgobiernan hoy y que allá, a
diferencia de Honduras, puede salir masivamente a las calles a exigir
justicia y el fin de la corrupción y la impunidad.
Ahora
vemos a nuestra patria para apreciar el resultado para la sociedad del
Ministerio Público, el desempeño y conducta de los profesionales que ahí
laboran te enteras y con decepción se vé que el fruto corresponde a la
raíz donde se forman, tal cual es la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, (UNAH).
Un
reducto tradicional de la derecha catracha, cimiente del Partido
Nacional y del Frente Unido Universitario Democrático, (FUUD), que ya en
la década de 1980 albergó a agentes del Escuadrón de la Muerte 3-16 y a
miembros de la extinta y sangrienta contrarrevolución nicaragüense,
entre otras entidades de esa naturaleza.
Un pasado
que se relaciona con las atroces agresiones a derechos individuales y
colectivos de la hondureñidad que vemos hoy, los casos son innumerables y
como estas están las violaciones a la Constitución de la República en
el fallo de la reelección presidencial y la ratificación de la Ley de
las Zonas Especiales de Desarrollo, (ZEDE), que cercena el territorio y
violenta la soberanía nacional.
http://criterio.hn/2017/09/20/la-fiscalia-herramienta-persecusion-politico-sectaria-del-regimen-joh/
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