sábado, 27 de agosto de 2016

Honduras: Los rostros de las universitarias que no se vieron, pero que burlaron el patriarcado en el MEU

Viernes, 26 Agosto 2016 23:29 Written by  Tomy Morales 
pasosdeanimalgrande.com/
El Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), está compuesto en su mayoría por mujeres universitarias, que tuvieron que ganarse los espacios, no por el derecho de ser estudiantes, sino por ser mujeres.
Históricamente los movimientos sociales han sido impulsados por un gran número de mujeres valientes y luchadoras, pero su participación es invisibilizada y opacada por los liderazgos predominantemente masculinos; las militantes son utilizadas como rellenos en cargos que supuestamente deben ser asumidos por ellas.

Como dijera la feminista Gabriela Bográn en su discurso a las mujeres hondureñas inmediatamente después de la conquista del derecho al voto el 25 de enero de 1955:
"Por primera vez, mujeres hondureñas, nos es permitido llamarnos legítimamente CIUDADANAS. Tanto se nos había regateado nuestros derechos, que aún parecía lejano el día en que pudiéramos ostentar ese nombre con orgullo, con un blasón de acendrado amor a nuestra patria... la ciudadanía es la dignificación legal de la mujer en el aspecto político. Con ella dejamos de ser una masa inerte para convertirnos en elemento activo. Ya no seremos solamente espectadoras sino actoras. Los destinos nacionales no serán por más tiempo obra exclusiva del hombre... Hay que terminar con las farsas y devolver al pueblo la fe perdida.

La influencia de la mujer, bien orientada, puede contribuir a enmendar fallas y corregir prácticas viciadas, reñidas con la moral y la decencia... Se nos ha abierto una puerta. Traspasemos el umbral sin miedo, con la mente en alto, las manos prestas a la obra constructiva y el corazón ardido en devoción patriótica."

Cartas sobre la mesa
El hecho de haber realizado sus estudios de educación media en un centro privado, le impidió tener una amplia idea de lo que era un proceso organizativo de carácter político y académico, Alejandra Madariaga (Alexa) de la Facultad de Ciencias Jurídicas, fue una de las impulsoras de la creación de un movimiento interno dentro de su carrera.
Sus primeros pasos como dirigenta estudiantil le dieron la oportunidad de analizar la problemática universitaria, obligándola a ella y al resto, a interesarse por la investigación interdisciplinaria, algo que no exige la universidad, ésto permitió la alineación de la formación académica con los fundamentos de organización social.

La experiencia de Alexa se enriqueció al tener un contacto más directo con las autoridades universitarias, saber quiénes son, cómo y por qué de sus actuaciones, expresó que “en eso ha sido un proceso de formación personal y profesional”.
Consideró que ella no sintió ningún tipo de exclusión por ser mujer universitaria, ya que el movimiento es netamente estudiantil, pero que se debió a que al principio de la unificación plantearon firmemente la participación de ellas “que se nos diera igualdad de oportunidades, porque es algo que pregonamos como la pluralidad de ideas, por eso que se aperturara por igual”.

La igualdad de género se dio como una exigencia del movimiento, el respeto y el trato igualitario, por ende, las mujeres tuvieron un empoderamiento en los espacios que ocuparon, se evidenció en dos formas, una de las principales vocerías cayó en Mirta Gutiérrez y el rompimiento de los esquemas que tradicionalmente siguen los movimientos de masas.
“Se tomó la decisión de igualdad de condiciones que tanto los hombres y las mujeres nos representen, fue positivo”, aseguró Alexa.

Espinas y rosas
 Evelin Zelaya
Evelin Zelaya
En cambio para Evelin Zelaya Secretaria General del Frente de Reforma Universitaria, (FRU), el camino para llegar a una posición importante de toma de decisiones ha sido transitar en medio de espinas y rosas.
Pasante de la carrera de Ingeniería Industrial se enlistó en las filas del FRU en el año 2008, en sus inicios unas amigas eran simpatizantes, ella las acompañaba y al darse cuenta de la historia y los objetivos de la organización se adentró en ella.
“Me llamó mucho la atención por qué luchaban,  por defender los derechos de los estudiantes, se preocupaban por darles asesoría académica, repasos, mejorar la universidad y el interés en el país dentro de sus posibilidades”, dijo Zelaya.

Ser mujer en un espacio copado de liderazgo de hombres “no fue fácil”, al principio Evelin no tuvo ninguna participación en ningún cargo de toma de decisiones, cumplió como militante, poco a poco por su arduo trabajo, compromiso y dedicación se le abrieron los lugares.
Al inicio esos puestos eran ocupados por hombres debido a “su machismo”, ya que el cargo de predilección para las mujeres era para la secretaría de actas, continuó diciendo que “fui creando un liderazgo hasta el momento en que me convertí en la primera mujer en ser Secretaria General a nivel nacional en la historia del FRU”.

Consolidando el liderazgo de Zelaya, no ha sido fácil, se tuvo que ganar primero el respeto de acuerdo a la incidencia política e ideológica, lo que lleva a expresar que “he demostrado que las mujeres podemos ser valiosas en las organizaciones en donde ha imperado el patriarcado”.
Zelaya también escribió unas líneas en la historia del MEU, fue uno de los rostros que no se vieron en las cámaras, ni las fotografías, pero que aportó conocimiento y capacidad estratégica y organizativa como parte de la Comisión Política.

Describió la apertura que existe para las universitarias dentro del movimiento, en algunos espacios es sesgada, a pesar de que la cara del MEU es mujer y una de las mayores voceras también lo es, todavía existe la brecha entre el machismo y la igualdad de género, aún se mantiene a flor de piel en el pensamiento de varios estudiantes hombres.

Para la joven universitaria uno de los mayores obstáculos dentro del Movimiento y de la sociedad en general es “demostrar que no es que se nos debe dar la oportunidad sino que tenemos el derecho a participar, ser parte de, y a estar dentro de los espacios de toma de decisión”.
Añadió que no es cuestión de “simplemente porque una ley diga que debemos estar presentes dentro de la lucha y en la toma de decisión, porque hemos enarbolado las banderas en la defensa de la educación pública, gratuita y de calidad”.

Momentos de represión
 Gabriela Turcios
Gabriela Turcios
Por su parte Gabriela Turcios estudiante de sociología, tomó la decisión de no estar en la universidad solo como estudiante porque no era suficiente, sino que debía participar en los cambios urgentes que se deben realizar en el Alma Máter.

Lo que le llamó la atención es que el movimiento buscaba la participación de las y los estudiantes, de manera particular no fue tan difícil su aceptación como mujer, ya que era parte de la directiva de su carrera.

Como en otros casos lo han mencionado una de las características de esta articulación es la implementación de la igualdad entre hombres y mujeres, y es un avance para las muchachas ingresar a estos movimientos sociales, indicó Turcios.




Creyó en participar
La primera organización de Astrid Ramos fue dentro de la carrera de Ciencias Jurídicas.
Su involucramiento en el movimiento lo impulsó “la causa, yo sí creo que es necesaria la participación beligerante de los estudiantes en la toma de decisiones, el hecho de saber que no tenemos representantes en el máximo órgano universitario”.

Por ejemplo, en Derecho tienen un concejal en el Consejo Universitario al que le han reprochado su participación en ese espacio.
Ya dentro del MEU participó en la Comisión de Comunicación que según ella en su gran mayoría estuvo conformada por universitarias lo que hizo más fácil una participación igualitaria.
“No sentí que se me quisieron silenciar sino que tuve apertura, en este proceso las mujeres han tomado un papel de liderazgo, prueba de ello,personas como Mirta, Alexa que supieron representar muy bien al movimiento”, enlistó.

La parte más difícil con la que lidió fueron los momentos de represión, especialmente la del 01 de julio, ella es originaria de Comayagua, tuvo que ir a su casa, ese día venía llegando y por la mañana le informaron de lo que estaba sucediendo en la UNAH, tomó su morral y se dirigió sin analizar lo que pudiera pasarle si la reconocían.
Cuenta con el apoyo incondicional de su madre, quien a su parecer entiende la lucha estudiantil, otra situación que sintió pesada fue el momento en que aparecieron injustamente enchachadas sus compañeras de movimiento.

Demostrar que pueden
karen Fernandez
Karen Fernández
Mientras que Karen Fernández también de la carrera de Derecho, se matriculó en el 2012, iniciaron a organizarse para las elecciones y fundaron el Movimiento Estudiantil Participativo  (MEPRO).
Lograron alianzas con otros movimientos internos de esa carrera y le ganaron las elecciones al Frente Unido Universitario Democrático (FUUD), por segunda ocasión.

En el proceso de la aglutinación de las asociaciones en el MEU, la de ciencias jurídicas no se quedó atrás, por primera vez se veía la manta de Derecho en una movilización en muchos años.
Para Fernández su principal reto fue la organización, buscar la forma de incentivar a las demás mujeres a participar en la política universitaria, “para aportar desde el punto de vista como mujer, estudiante y joven”, manifestó.

No fue difícil hacer incidencia como mujer a lo interno de derecho, ya que la gran mayoría de la población es de universitarias, pero aun así, existe algún tipo de discriminación y exclusión por género, “ellos no creen que nosotras podamos participar en el proceso”.
La tarea de apoderarse de espacios importantes ha sido poco a poco “demostrando que nosotras también somos capaces de organizar y participar directamente en la  toma de decisiones”, finalizó Fernández.

Se va satisfecha
Una de las precursoras de la organización del movimiento dentro de su carrera es Lucia Vijil Saybe casi egresada de la carrera de Comercio Internacional.
Milita desde el 2014, los primeros pasos organizativos los tuvo en su colonia trabajando con colectivos de jóvenes, al matricularse en la UNAH siguió el sendero para ser miembra de un movimiento independiente.
Lucia Vijil Saybe

Lucía Vigil
Su participación básicamente ha sido en los estudios financieros de la universidad, estar pendiente de la rendición de cuentas, aportar e informarles a los centros regionales sobre los presupuestos y su ejecución.
Pasó a ser parte del proyecto de la iniciativa organizativa estudiantil con la intención de constituir las asociaciones de las carreras, para participar en los procesos electorales democráticos, actualmente es presidenta de la suya. Lo difícil de esta actividad es la oposición de algunos estudiantes indiferentes y docentes.



Vijil ve una esperanza en el MEU en el tema de la participación de la mujer, porque hay muchos espacios donde son relegadas, “esa estigmatización, que desmeriten tu conocimiento, para sentirse fuertes o grandes, es algo que causa tristeza hasta molestia porque una quiere estar en un colectivo en donde quieres trabajar con otras personas”, exteriorizó.

En medio de todo, “me alegra mucho ver que el movimiento queda en buenas manos, en la mayoría de las carreras que están en elecciones son mujeres las candidatas en planillas a la presidencia, eso empodera y me dice que es un reconocimiento hacia las mujeres”, indicó la universitaria.
“un montón de mujeres que tomarán espacios en el MEU y que entonces nos pintaremos de pueblo y de mujer”, concluyó la dirigenta.
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