Con sonrisa compulsiva va de “actívate” en “actívate” anunciando que somos un país seguro y que Honduras está cambiando, y en paralelo salen evidencias de jueces, fiscales, policías y políticos como principales aliados del crimen organizado; y organismos internacionales nos ubican como uno de los países más peligrosos que alberga a dos de las diez ciudades más violentas del planeta.
Mentir ha sido una constante de Juan Orlando Hernández. Parece que su estrategia está inspirada en las máximas del asesor nazi Joseph Goebbels, y citamos: “Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad” o “Miente, miente, que algo quedará, cuanto más grande sea la mentira más gente la creerá” Y así va el señor Hernández mintiendo en espacios públicos y privados, en las zonas urbanas y rurales, en cadena nacional como en los consejos de ministros, a nivel nacional como en el extranjero.
Una de las últimas acciones cínicas e hipócritas del Presidente fue en Siguatepeque frente a los estudiantes de la Escuela Nacional de Ciencias Forestales, donde les presentó el Gran Plan de manejo Agua-Suelo-Bosque de Honduras, en el marco del Día mundial de la tierra. Sin pestañear dijo el señor Hernández, “Nos quedamos sin agua, tenemos que abrir los ojos e invertir para enfrentar el cambio climático”
Mientras el señor Hernández advierte a los estudiantes y profesores de Esnacifor que nos quedamos sin agua, al mismo tiempo él es el principal promotor de la venta y destrucción de los ríos, bosques, tierra y recursos mineros del país. En sus seis años como presidente del poder legislativo y ahora del ejecutivo ha entregado 76 concesiones para proyectos hidroeléctricos.
Sin empacho alguno, les confía a los estudiantes que la quebrada Celaque donde él bañaba ya no tiene agua, sabiendo que es uno de los principales promotores de 950 proyectos mineros, entre metálicos y no metálicos. Y peor aún, está promoviendo una segunda edición de “Honduras abierta a la minería” con el fin de seguir subastando el territorio a las transnacionales mineras.
Así va nuestro presidente de mentira en mentira, de espectáculo en espectáculo, en una carrera por mantenerse en el poder a cualquier costo. De lo que no es consciente el ciudadano presidente es que con su cinismo, deslealtades y afán de poder está labrando una estaca en la que tarde o temprano terminará sentado.
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