Rodolfo Cortés Calderón
Hermanadas como dos pequeñas gotas gemelas, las comunidades de Quimistán
y Pinalejo ubicadas en la fértil zona
conocida como Los Valles de Santa
Bárbara, acariciadas por la brisa de sus inmensas montañas cargadas de agua
pura, una foresta y biodiversidad inigualables y personas laboriosas de
espíritu emprendedor, celebraron este pasado sábado 1 de agosto su CUARTA
MARCHA DE LOS INDIGNADOS o DE LAS ANTORCHAS, que alterna entre ambas
comunidades, mismas que empiezan a dar sus frutos con la convocatoria y
cuestionamientos que hicieron los pobladores de Pinalejo a una reunión de
emergencia a la que asistieron alrededor de 200 personas para analizar la
problemática del agua potable de un Proyecto que inauguró la Corporación
Municipal de Quimistán el año 2012 a un costo de DOCE MILLONES DE LEMPIRAS (Diario La Prensa, 14 de febrero 2013) y que
tres años más tarde está obsoleto e inservible, no por falta del preciado
líquido, sino por supuestos fallos en el diseño, construcción y falta de
supervisión.
Desde 1982 la familia Guevara-Figueroa, miembros del partido Nacional,
han convertido al municipio de Quimistán en su feudo y hacienda comprando
favores y conciencias entre una población casi en la miseria y abandono estatal
y municipal. A pesar de que Quimistán es el municipio más extenso y rico del
departamento de Santa Bárbara, con ubérrimas e inmensas llanuras y
productivas montañas; que goza del
beneplácito de tener una media docena de empresas maquiladoras con 50 a 60 mil
obreros; abundantes hatos ganaderos y cultivos industriales y una excelente
ubicación geográfica cercana a la ciudad de San Pedro Sula y a las fronteras
con El Salvador y Guatemala, es el
municipio más atrasado del departamento que no iguala los niveles de desarrollo
alcanzados por municipios como Trinidad, Colinas, San Luis, Atima, Arada y
hasta el pequeño San Vicente Centenario.
Pero la juventud y ciudadanía indignadas del municipio de Quimistán reclamó
ayer de la boca de la Juventud y
Ciudadanía Indignadas a la Corporación Municipal, el engaño y robo de fondos
destinados a proyectos,unos en el limbo, otros mal construidos y algunos ya
inservibles, entre ellos: Gasto de 13 millones de Lempiras en la construcción
de 5 kms. de concreto hidráulico entre Pinalejo y Quimistán cuyo último
tramo-más de dos kilómetros-- fue entregado a finales del año 2013 y ya está en
reconstrucción total por excesivo deterioro. La pregunta que deviene entonces es
¿quién administró esta obra?, ¿quién la ejecutó?, ¿quién la supervisó para que
no durara ni dos años? Tienen la palabra en estos fracasados proyectos la Municipalidad
de Quimistán y la Fiscalía Contra la Corrupción.
Cuestionan además, el supuesto gasto de casi doscientos mil lempiras en
las letras que llevan el nombre del alcalde JUAN JOSÉ GUEVARA FIGUEROA y las
luces de neón ubicadas en el lujoso parque de Quimistán, mientras el centro de
salud municipal que se encuentra enfrente, no dispone de las medicinas básicas
para la salud del pueblo, además del gasto total del mencionado parque que suma
7 millones de lempiras. Agregan a estas demandas los hasta ahora no ejecutados
proyectos de aguas negras del barrio Tierra Blanca de Quimistán y de la aldea
de Camalote, un verdadero suplicio para sus pobladores y la pésima calidad del
agua de Quimistán proveniente del río Camalote.
Suman a estos reclamos, la entrega de los bienes naturales a empresas
nacionales y extranjeras para la construcción de hidroeléctricas como las de El
Tablón y Cuyagual que afectará con el embalse a una docena de comunidades y
miles de familias quimistecas, del valle y de la montaña, abandonadas a su
suerte por la Corporación Municipal. Pero la desgracia de este municipio no
queda allí, ya que el agua de estas hidroeléctricas no es para generar energía
barata para alumbrar el vecindario o agua potable para estas comunidades, sino
para servir a los mezquinos intereses de
las empresas mineras transnacionales que ya están concesionadas por el Estado
en este municipio y que requerirán muchos megavatios de energía y millones de
galones de agua para lavar estos minerales de plata y oro, además de la
contaminación de suelos, aire y aguas por el excesivo uso de metales pesados
entre ellos cianuro y mercurio.
Agregan a su indignación, la complicidad de la Corporación Municipal y
la Unidad de Manejo Forestal, UMA, en la entrega de los bosques de angiosperma
y coníferos a la familia NORIEGA, dueños de aserraderos y a otros depredadores
del bosque en contra del bienestar de las comunidades quimistecas, sus bienes
naturales, el ambiente, la flora y la fauna, ya que encubren la salida de los
camiones madereros.
Pero también le reclaman a la Corporación Municipal el secuestro de
lugares de esparcimiento comunitario como el Campo de Fútbol de Pinalejo
cercado por la municipalidad desde el año 2013 y el Centro Comunal propiedad de
los pobladores, que han sido históricamente áreas verdes y lugares públicos que no deben estar
amurallados, ni encadenados y deben ser administrados por el Patronato para el
bien de la comunidad y no de partidos políticos. Si hay algo de lo que se ha
ufanado esta emprendedora comunidad de Pinalejo, es contar con hermosas y
verdes praderas que son la alegría y el orgullo de niños, jóvenes, ancianos y
visitantes que desde tiempos inmemoriales disfrutan este regalo de la
naturaleza.
Así va la MARCHA DE LOS INDIGNADOS DE QUIMISTÁN--siempre de pie, no de
rodillas-- dejando huella del hartazgo de políticos corruptos de todos los
partidos que solamente han llevado bienestar a sus propias familias y
compinches, mientras el grueso de la población pierde cada día su
poder adquisitivo y el derecho humano a vivir en dignidad.
02 de agosto 2015
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