Todo
parece indicar que el gobierno que preside Don Juan Orlando Hernández
está debidamente asesorado en publicidad y comunicación. Cada una de las
decisiones que está tomando está acompañada de una feroz campaña
publicitaria en la que se destacan tanto la acción que realiza como el
sujeto que la realiza, es decir, la figura omnipresente y bonachona del
señor presente de la República.
Cuando
un gobierno tiene definida una poderosa estrategia de comunicación y
publicidad, hasta las decisiones más descabelladas o absurdas son vistas
como inteligentes y lúcidas, y hasta los atropellos más crueles son
aceptados por mucha de la población como benéficos al tiempo que el buen
diseño de una estrategia de comunicación puede lograr que los oprimidos
alaben a sus opresores, y los verdugos gocen de los aplausos de sus
víctimas.
Bien
se sabe de la lógica de un cerco mediático: desde el poder se alcanzan
negociaciones entre cúpulas para tener control de los medios, conducir
las noticias y la información conforme a los perfiles de personas o
grupos que se busca elevar, y a condicionar acciones, personas y grupos
sobre los cuales se busca tener un determinado estigma que los
desacredite ante la sociedad.
Una
acertada estrategia de comunicación garantiza que la verdad y lo bueno
provenga siempre y únicamente de la élite que controla el poder, aunque
todo lo que se diga sea mentira o maldad, mientras que todo lo que
provenga de sectores populares o sociales estigmatizados sea visto por
la gente común y de a pie como una mentira y dañino para el país y para
la sociedad en general.
Don
Juan Orlando Hernández cuenta sin duda con una formidable asesoría en
asuntos de comunicación, y qué duda cabe de su hermana, Doña Hilda
Hernández, sabe manejar los hilos precisos de esa estrategia de
comunicación para sacar ventajas incluso para su propia persona. Para el
caso, la militarización de la sociedad o la creación de la Policía
Militar del Orden Público son algo tremendamente dañino para el presente
y el futuro del país.
Sin
embargo, la estrategia de comunicación oficial se ha diseñado para
enviar mensajes subliminales con el fin de que la gente sienta que los
militares con todo y su nuevo ministro de seguridad sea algo tan
beneficioso para la seguridad ciudadana que incluso acaban defendiendo y
clamando porque más militares estén en las calles.
¿Y
quién puede dudar a estas alturas que la orientación definida de la
estrategia de comunicación de Casa Presidencial no está puesta en
concentrar todas las imágenes, las voces y los gestos bonachones del
señor presidente de la República para que todo mundo acabe viendo que es
imposible ver la Honduras del presente y del futuro sin ese hombre con
su rostro y su figura sentado a perpetuidad en la silla presidencial? Y
desde la estrategia de comunicación y publicidad, la dictadura que ya la
tenemos encaramada en nuestras vidas es presentada como la más acabada
expresión de la democracia hondureña. Eso se llama, por parte de Don
Juan Orlando Hernández y su hermanita, entenderle al trámite. Escuchar y descargar Nuestra Palabra
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