Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- Las
autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH)
expulsaron durante dos períodos académicos a estudiantes que "se
atrevieron" a protestar para exigir participación estudiantil.
Los alumnos
perseguidos son Sergio Ulloa, de la carrera de Trabajo Social; José
Herrera, Dayanara Castillo, Javier Barahona, Moisés Cáceres, alumnos de
Sociología y Cesario Padilla, de Periodismo, informó la integrante del
Movimiento Amplio Universitario (MAU), Lucía Vijil.
La
decisión de expulsarlos trascendió este 19 de diciembre. Esta
persecución ha sido condenada por diversas organizaciones de sociedad
civil de Honduras, el claustro pleno de Maestros de Sociología y la
Asociación de Docentes de la UNAH (Adunah).
De
igual modo, el 27 de noviembre, en una conferencia de prensa, el ex
rector de la UNAH, Juan Almendárez Bonilla, cuestionó la actitud de las
autoridades universitarias por su intolerancia.
En esta conferencia estuvieron
representantes de movimientos sociales independientes de la UNAH y del
Centro de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de las Víctimas de la
Tortura y sus Familiares (CPTRT), coordinado por el ex rector
Almendárez Bonilla.
Durante
la conferencia de prensa, denunciaron que esta es una represión
sistematizada puesto que los universitarios de la UNAH, con extensión en
el Valle de Sula y también de la carrera de sociología, Ovét Córdova,
Franklin Benítez, Marcos Rubí y Javier Hernández fueron denunciados ante
el Ministerio Público como si se tratase de delincuentes comunes.
También
los estudiantes de la UNAH denunciaron ante los representantes de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos -durante su visita in loco
del 1 al 5 de diciembre- que han sido víctimas de discriminación sexual,
detención ilegal, torturas, intimidación judicial, levantamiento de
pérfiles, etc.
Reacción de autoridades de la UNAH
Ante
las denuncias de sociedad civil, el periódico de la UNAH, Presencia
Universitaria, publicó el 22 de noviembre que "las autoridades
universitarias ven con preocupación el rol que diversas organizaciones
de derechos humanos asumen con los estudiantes universitarios".
"Para
los académicos de la UNAH, esas organizaciones más bien tendrían que
informar a los jóvenes, apoyarles con planteamientos nuevos y ricos en
argumentos, en la estructuración de un discurso real, alejarles de las
consignas tradicionales y obsoletas", informó Presencia Universitaria.
"Su
intento de recuperar el protagonismo perdido les asemeja a las
organizaciones sindicales, campesinas y magisteriales que pasaron de ser
líderes de la protesta social y abanderadas de consignas legítimas de
alcance nacional en la época de gloria de estas organizaciones, a ser
líderes de reivindicaciones económicas de sus agremiados en oposición a
los intereses de todos, causando rechazo social y cuestionamiento a sus
luchas", divulgó el periódico oficial que atribuyó esta opinión a la
directora de Investigación Científica de la universidad, Leticia
Salomón.
"Lo
más triste de esta historia es cuando leemos que organizaciones de
prestigio de nuestro país, que juegan un papel clave en la defensa del
derecho a la libertad de expresión, se suman a estos desmanes de forma
ingenua, irresponsable o malintencionada, repitiendo como ciertos los
argumentos estudiantiles sin investigar si eso es cierto, requisito
básico en tareas de comunicación, sin leer la normativa y sin buscar el
sustento de la denuncia estudiantil", según Salomón, agregó el periódico
estatal.
"El
asombro es mayor cuando uno observa a más de algún personaje serio y
respetado en el país, repetir en los medios de comunicación, incluyendo
las redes sociales, su "rechazo a la decisión universitaria de coartar
el derecho a la protesta" y la "persecución de que son víctimas los
estudiantes", cuando son requeridos a dar cuentas de sus actos, entre
ellos, de impedir la impartición de clases sacando a los profesores,
impidiendo el acceso o tomándose los edificios: o son ingenuos, o hacen
gala de desconocimiento, o de verdad creen que el fin justifica los
medios aunque con ello se regrese a la época oscurantista de la
universidad", acotó, en Presencia Universitaria, la directora de
Investigación Científica de la UNAH.
Por
el contrario, en 2001, cuando Salomón aún no era funcionaria -y
trabajaba con organizaciones de sociedad civil- escribió en el libro
Honduras: Prensa, Poder y Democracia, "promueven la intolerancia: atacan
a las personas y no las ideas. Esta tendencia peligrosa a descalificar a
las personas que piensan diferente, puede llegar a constituir un
verdadero retroceso en la consolidación de la cultura política
democrática".
Sobre
el derecho a protestar, en el comentario "Los ojos del poder",
publicado en el mismo libro, la socióloga, Julieta Castellanos -en ese
tiempo, consultora de organizaciones de sociedad civil y ahora rectora
de la UNAH- escribió: "pero este periodismo feroz y hostil contra quien
critica, demanda y vigila al gobierno, es igual de hostil frente a las
organizaciones que defienden los derechos humanos...Está en contra de
una marcha, de una protesta, de un plantón. Convertido en portavoz del
gobierno, el periodista niega, inclusive, el derecho a la protesta".
También
el periódico oficial de la UNAH cita a Belinda Flores, decana de la
Facultad de Ciencias Económicas, con la opinión siguiente: "Hay que
quitarle la careta a los que se esconden atrás de los estudiantes y
descubrir sus verdaderos motivos. Por lo mismo no aparecen los nombres
de los autores de esa nota. Quien considere que tiene argumentos para
alguna denuncia que la presente con las pruebas necesarias".
La
funcionaria Flores está en una lucha judicial sin precedentes por
inhabilitar al periodista Julio Ernesto Alvarado para ejercer el oficio
porque el comunicador transmitió denuncias por irregularidades durante
su gestión como secretaria de la Facultad de Ciencias Económicas, según
confirma una sentencia de casación de la Sala Penal de la Corte Suprema
de Justicia.
No es la primera vez que se
criminaliza la protesta estudiantil. En la década de los 80, la UNAH fue
escenario de desapariciones forzadas, persecución y levantamiento de
perfiles de dirigentes estudiantiles.
La importancia del derecho a la protesta
"El
derecho a la protesta es un derecho de especial importancia que está
establecido en la Constitución de la Republica: se trata de un derecho
que nos permite reclamar otros derechos no reconocidos o quebrantados.
Sin el derecho a la protesta, todos los demás derechos están en riesgo.
Por lo tanto no puede haber excusas de ningún tipo que justifiquen una
actitud intolerante o una acción represiva, frente a una protesta que
conlleva el reclamo de otro derecho como por ejemplo el impedir la
impartición de clases.
Siendo
así, no cabe duda que las autoridades que no abren espacios de dialogo
para dirimir los conflictos internos, caen en el autoritarismo desmedido
que erosiona los más fundamentales principios de la democracia
participativa como la participación en la toma de decisiones, en la
ejecución de decisiones, en los aportes y en los beneficios que el
sistema produce", explicó, Héctor Becerra, Director Ejecutivo de
C-Libre.
El
Comité solicitó información pública relacionada con este proceso. En
ese sentido, el 25 de noviembre pasado, con base en la Declaración
Universal de Derechos Humanos, Ley de Transparencia y Acceso a la
Información Pública (LTAIP) y demás instrumentos jurídicos que tutelan
garantías fundamentales, se solicitó la información pública siguiente:
-Una copia de los reglamentos con las nuevas normas académicas, aprobados recientemente en la sesión de Consejo Universitario.
-Una
copia de las normas y reglamentos que prohíben la contaminación sónica
en los espacios universitarios y que estipulan la existencia de
procedimientos para solicitar y obtener los espacios apropiados en donde
cualquier grupo de estudiantes o profesores pueda expresarse
libremente.
-Una
copia de la hoja de vida del empleado de la Universidad Nacional
Autónoma de Honduras (UNAH), Roger Aguilar Flores y, omitiendo datos de
índole personal, un informe que precise la forma en que fue contratado.
En
el término que establece la LTAIP, la UNAH pidió una prórroga de 10
días hábiles para responder la solicitud y el término legal hábil quedó
en suspenso por las vacaciones de diciembre./
Fuente: Comité por la Libre Expresión (C-Libre).
http://conexihon.hn/site/noticia/libertad-de-expresi%C3%B3n/estudiantes-universitarios-expulsados-por-ejercer-el-derecho-la
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