martes, 6 de enero de 2015

Honduras: Escabroso año 2014 ...por Julio Escoto‏

 Martes, 06 de enero de 2015
Foto: Red FIAN
El recién concluido es objetivamente, tras 2009, el año más complejo del avatar democrático hondureño. Se inauguró con un desesperado intento de sobrevivencia de la coyunda partidaria tradicional, liberal y nacionalista, que, burlando la voluntad masiva expresada en urnas, se alió con cinismo absoluto para impedir que una tercera fuerza, en este caso opositora, corrigiera el rumbo nacional.
El acto de desprecio a la colectiva orientación del voto, que fue además terrible bofetada para un vasto sector juvenil que sufragó por vez primera y por los partidos Libre y Anticorrupción, ha sido considerado por analistas serenos como grave error político, casi vaticinio de la venganza social que devendrá en el próximo escrutinio y que amenaza incluso con borrar, en cuanto ente decisorio, al liberalismo.
Casi de inmediato las organizaciones parlamentarias europeas fijaron su vista en la integración y desempeño del nuevo Congreso Nacional, del que hilaron comentarios decepcionantes: lo que actuaba allí, repetidamente comprobaron, no es el músculo de una masa popular que usa el mando así comisionado para agitar el recinto sino la imposición de políticas irrespetuosas hacia grupos de diputados opuestos, veda y censura de la palabra, maniobras que tipificarían perfectas dentro de los ejercicios lumpen y gansteriles que aplican quienes tratan de controlar una asamblea y que se complementan (y vician) con el abuso del dinero oficial para articular sobornos. La instancia tal no es, por ende, modelo alguno de ética ni de democracia...
El tercer escollo para el avance del proceso cívico hondureño se conoció pronto en 2014, cuando la Presidencia de la República reafirmó la continuidad (dicho mejor, la profundización) de las estrategias que el más mediocre gobierno del siglo XXI, el de Lobo, había iniciado y que se contenían en el apoyo a las “ciudades modelo”, el secretismo y la militarización de la sociedad, entre otras menores.
A esta altura del ensayo, tres años post, es obvio que el diseño actual de las ZEDE carece de motivación para el inversionista universal ya que encierra excesivos Catch 22, es decir trampas legales de arriesgada explosión si cambiara el gobierno, dada su fantasmalidad dentro de la doctrina internacional (poco influye que las hayan declarado “constitucionales”).
Simplemente no son de confianza, prometen demasiado, son altamente vulnerables frente a una asamblea constituyente y para el gran capital, que es financiero y de volante inversión, alondra, urgido por redituar, es proyecto lentísimo. Como se observa, a pesar de todos sus blindajes fracasará y entonces deberá llamarse a cuenta a sus responsables, igual que acontece con los desbarates de Coalianza.
Esta es precisamente la más encubierta operación gubernamental. No porque no se sepa en qué actúa sino por lo que se procesa detrás; sería ingenuo suponerla inmune a la corrupción. Compartimentación similar se da en otras instancias de gobierno cuyo portal de información pública existe pero se mantiene desactualizado, de modo que encubre lo que la ley exige que se dé a conocer. Pero la población es sabia, lo que más se oculta es con frecuencia lo que más se ve...
También es claro que cuando se privilegia la represión como receta contra el deterioro social se genera fracaso. Por más guardias de calle y maquillaje de estadísticas la tendencia es al alza: más delincuentes y violencia, pobreza y miseria, más desigualdad e inequidad, aumento de gente enferma física y mentalmente, más analfabetos, más barrios marginales y covachas.
El sistema no funciona, algo marcha mal y error será craso del gobernante esperar para corregir durante el año (re)eleccionario lo que es imposible ocultar: el hecho de que la estrategia neoliberal castiga al pueblo y que se la debe sustituir no por el socialismo, si no quieres, sino por gobiernos con ética, democracia y honestidad.
Tres sencillas palabras que definen cuánto camina errado y la ruta política y humanista para hacerlas verdad.

No hay comentarios :

Publicar un comentario