Foto Verónica Díaz Hung/ La Red
Sostuvo
que una de las experiencias que demostró el rol importante que pueden
jugar estos medios en determinadas coyunturas, fue su cobertura in situ
del golpe de estado en Honduras en junio de 2009, cuando la labor de
Alba TV fue importante para la realización del trabajo informativo de
Telesur desde este país centroamericano.
Por Carlos Machado Villanueva / El Peatón
Caracas,
06 nov.- Alba TV es la única experiencia de televisión comunitaria y
alternativa que reivindica la participación democrática y protagónica
del pueblo organizado como eje transversal de su quehacer
comunicacional, sostuvo Pablo Kunich, uno de sus fundadores y actual
coordinador general.
En
su condición de uno de los ponentes ponente del foro “Potenciando las
redes de comunicación comunal”, en el marco III Encuentro MAC-Cantv este
jueves (anteayer), realizado en la Base Aeroespacial Manuel Ríos
(Bamari), en el Sombrero estado Guárico, el activista de la comunicación
se refirió entre otros aspectos a cómo Alba TV responde a la iniciativa
de “crear entre los movimientos sociales una plataforma para la
creación, producción y articulación” de los comunicadores populares”
tanto de Venezuela como de Latinoamérica y el Caribe.
Cosas que decir
De
allí que el activista de la comunicación alternativa definiese de
entrada a Alba TV como un “canal con perfil latinoamericano”.
“Creemos
que los medios comunitarios del poder popular deben preocuparse también
de lo público, no para dejar de hacer lo que están haciendo”, indicó.
Ello
en referencia tal vez a los temas de mayor interés del público, y
destacó: “Pero también tenemos cosas que definir para la política
comunicacional del proceso revolucionario”, por parte del pueblo
organizado
Kunich
sostuvo que a diferencia de lo que sucede con la política
comunicacional del Estado venezolano, es la “gente organizada” la que
“debe incidir sobre lo que está viendo el televidente”.
En
este sentido se refirió a la posibilidad de constituir en Venezuela lo
que definió como un “canal público participativo”, que en lo concreto,
indicó, su “señal debe ser cogestionada por el Estado y el poder
popular”, lo cual “se inscribe dentro de iniciativas como la de los
consejos presidenciales” creados últimamente con los sectores sociales
que defienden el proceso revolucionario venezolano.
“Nosotros apostamos hacia la posibilidad de tener una señal (televisiva) a nivel nacional”, apuntó.
Ejes claves
Kunich
definió los ejes claves de esa nueva señal televisiva, y dijo que debe
incluir la participación del pueblo no sólo como generador de
información, “sino que el poder popular participe en la política
editorial” de esta televisora”.
“Creemos que es importante incidir en la política comunicacional” nacional, y agregó que “allí tenemos debilidades”.
Señaló
además que también hay debilidades en el apoyo a los medios
alternativos y comunitarios para que puedan desempeñarse con eficacia en
su labor comunicacional.
“Creemos
que así como el Estado financia a los canales (que ha creado), creemos
que con criterios comunes en el manejo de los recursos, con contraloría,
creemos que se tiene que promover una política de sostenibilidad” clara
hacia los medios alternativos y comunitarios.
Indicó
también que es difícil hacer una comunicación para la revolución con
los “mismos patrones” del capitalismo, y que en el caso de las
televisoras del Estado “se repite” lo que se ve en los canales privados,
“un periodista que habla y habla de una manera unidireccional. Creemos
que ese proceso debes ser participativo”.
Canal escuela
El
activista de la comunicación alternativa se refirió a Alba TV como un
“canal escuela” que está en permanente transformación y creación de
nuevas formas audiovisuales de transmitir “nuestras luchas” como pueblo
organizado.
“Es difícil crear con las mismas herramientas una televisión revolucionaria, para construir el socialismo, un modelo solidario”.
Kunich
dijo que en el caso del “Noticiero Latinoamericano” producido por Alba
TV, “son las propias organizaciones sociales las que mandan sus
noticias. Recibimos sus imágenes y no las editamos”, aunque aclaró que
deben cumplir con unas exigencias mínimas en cuanto a la calidad del
sonido para ser difundidas.
Reveló
que entre las herramientas que utiliza creativamente Alba TV para
estructurar sus contenidos informativos, está la popular “cayapa”, como
se dice en Venezuela, y que en otras latitudes al sur del continente se
le llama “minga”, que consiste en ayudarse solidariamente entre varios
colectivos de televisión alternativa y comunitaria para la producción de
contenidos, tanto a nivel nacional como latinoamericano.
Se
refirió a la presencia de Alba TV en los días inmediatamente
posteriores al golpe de estado de junio de 2009 en Honduras contra el
presidente Manuel Zelaya, como una experiencia que demostró el rol
importante que pueden jugar estos medios, cuando incluso sirvió de apoyo
para el trabajo informativo de Telesur desde este país.
Razón de ser
El
activista comunicacional, al referirse al impulso que viene dando Alba
TV a la aprobación de a nueva ley de semilla soberana, dirigida a
combatir a las trasnacionales de las semillas transgénicas que persiguen
su control comercial exclusivo y monopílico, fue bien tajante.
“Si los medios alternativos y comunitarios no están al servicio de las luchas sociales, no tienen razón de ser”.
En
relación a la polémica sobre el nombre que debe identificar a la
comunicación contra hegemónica surgida desde el pueblo, Kunich sostuvo
que, “Yo creo que hay que respetar esa diversidad”, pudiéndose hablar
igualmente de “medios alternativos, comunitarios o comunales”.
Aunque
señalo en referencia al modelo de “comunicación comunal” propuesto por
el sociólogo Oliver Reina, quien le antecedió en la palabra, que se
trata de un modelo que “no es fácil consolidar porque todavía no existe
el Estado comunal”.
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