martes, 30 de septiembre de 2014

Honduras: Preso de conciencia acumula violaciones en su contra durante su cautiverio en México // La lucha contra la tortura: "No bajen la guardia"‏


Desde hace cinco años Ángel Amílcar Colón guarda prisión en Mexico.
Autor del artículo: Proceso DigitalMartes,30 de Septiembre 2014-12:14


Tegucigalpa - El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres, lamentó hoy que el proceso contra el migrante hondureño Ángel Amílcar Colón se haya extendido por más de 5 años y aseguró que cada día que pasa, en la prisión de máxima seguridad en México, es una acumulación de violaciones a sus derechos humanos. 
-          Comisionado de DDHH reclama libertad y derechos de su compatriota.          
En reunión sostenida,  este martes, en México, con el director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), Mario Patrón, el ombudsman hondureño calificó de “terribles” los daños psicológicos y morales que está sufriendo tanto Amílcar Colón, que guarda prisión, como su familia y su misma comunidad garífuna. 
Durante la entrevista, Herrera Cáceres hizo un recuento de las violaciones a los derechos humanos que ha sufrido el migrante hondureño desde que fue privado de su libertad por las autoridades mexicanas, en marzo del 2009.
Mencionó para el caso, que el juicio ha durado más de 5 años y aún no hay sentencia, a lo anterior se suma el hecho que  no fue notificado consularmente, fue objeto de torturas, lo mantuvieron incomunicado de su familia  y otras  violaciones que hacen que el proceso sea nulo desde el inicio. 
Reiteró que un proceso que ha durado más 5 años sin sentencia, es  excesivamente largo en cualquier Estado de derecho y viola todos los principios de plazo razonable. 
“Nos encontramos que cada día que él está allí, privado de su libertad en esa cárcel de máxima seguridad en México, es para acumular más violaciones a sus derechos humanos”, cuestionó. 
Fue reciente que este hombre logró que por primera vez  desde su detención que lograra ver a su esposa y a su hijo. 
Según el defensor de los derechos humanos, lo importante, en este momento, es que Amílcar Colón logre su libertad. 
Herrera Cáceres, se encuentra en México realizando acciones en defensa del migrante hondureño, además  participará  en la XIX Asamblea General y Congreso Internacional de la Federación Iberoamericana de Ombudsman (FIO)  que tendrá lugar en México, del 1 al 3 de octubre, en la que se abordarán temas relativos a la niñez, mujer, migrantes y trata de personas, se informó en esta capital. 

Es una “tragedia humanitaria” lo que ocurre en México

Por su parte, el  director  del Centro Prodh, Mario Patrón, destacó el compromiso y capacidad de respuesta  asumida tanto por el Comisionado de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres como por el embajador de Honduras en México, Mariano Castillo. 
Declaró que el Centro asumió la defensa de Ángel Colón luego que éste les enviara una carta solicitándoles apoyo. 
“No podíamos soslayar la solicitud de un garífuna que lleva más de 5 años de estar en prisión, donde la constante han sido las graves violaciones a los derechos humanos que ha sufrido tanto las vinculadas a su libertad personal como con su integridad física”, expresó 
Calificó como una “tragedia humanitaria” lo que está pasando en su país, México,  con las personas migrantes, cuyo destino es Estados Unidos.
“Es una tragedia humanitaria, no la puedo catalogar de otra manera, estamos hablando de migrantes  secuestrados, extorsionados, desaparecidos, ejecutados y torturados”, puntualizó. 

Miles de migrantes condenados, no por las leyes sino por el abandono

Patrón indicó que para el  Centro Prodh,  el caso de Ángel Amílcar Colón, representa la oportunidad de evidenciar una arista más, que era un componente no visibilizado hasta ahora, en esa “tragedia humanitaria” que se vive en México. 
Agregó que en las cárceles de su país hay miles de migrantes centroamericanos que están detenidos, acusados de delitos y prácticamente condenados, no por las leyes  sino que por el abandono. 
En su criterio son personas que por su calificación de indocumentadas y sin redes de apoyo, por no contar con una representación jurídica adecuada están en condición de vulnerabilidad extrema, como ocurrió con  Ángel Colón.

Procurador  General de México fue interpelado en la cámara de diputados

Patrón ve con mucha satisfacción que el Procurador  General de la República de México haya dado instrucciones a sus asistentes para que se haga justicia en el caso del migrante hondureño y también defensor de los derechos humanos del pueblo garífuna 
El funcionario compareció ante el Congreso Nacional de México donde fue interpelado, la semana recién pasada, por diputados  mexicanos en torno al  caso  del hondureño Ángel Colón. 
En julio, el ombudsman hondureño remitió una misiva dirigida a diputados del Congreso Nacional de Honduras donde les informó pormenorizadamente del caso y les pidió que  a través de ese poder del Estado realizarán las gestiones necesarias para apoyar al migrante hondureño, sin embargo, meses después aún no se han pronunciado. 

Un sueño que terminó en una cárcel de máxima seguridad

A sus 32 años y dejando a su esposa e hijos, Ángel Amílcar Colón salió de Honduras el 7 de enero de 2009 con la intensión de llegar a Estados Unidos para ayudar a su familia y sobretodo,  pagar la atención médica de uno de sus hijos, quien fue diagnosticado con cáncer y que meses después murió. 
El garífuna viajó 34 horas dentro de la caja refrigerada de un camión que le llevará al Distrito Federal, al parecer, con él iban otras 119 personas. 
Del Distrito Federal salió hacia Tijuana, Baja California (frontera con EEUU), a donde llegó dos meses después. Allí conoció a una persona que le prometió falsamente ayudarle a cruzar la frontera y le llevó a una casa donde fue amenazado desde el inicio. 
Al llegar, se le informó que no podía entrar a ciertas habitaciones, ni hacer preguntas sobre lo que viera u oyera y tampoco podía asomarse por las ventanas “si quería seguir con vida”.
El 9 de marzo de 2009, cuando llevaba 4 días en la casa, el hondureño escuchó golpes violentos y detonaciones de arma de fuego que provenían del exterior. Sin saber lo que pasaba y ante el temor de perder su vida, salió por la parte trasera de la vivienda.  
Se trataba de un operativo conjunto de la Policía Federal Preventiva, la Estatal Preventiva, la Ministerial del Estado y la Municipal que justificaron el operativo argumentando que estos últimos habían escuchado detonaciones  y pedido refuerzos para investigar. 
Ángel fue detenido junto a otras diez personas, acusado de haber cometido diversos delitos federales, como delincuencia organizada, acopio de armas de uso exclusivo del Ejército y delitos contra la salud en su modalidad de posesión de cocaína y marihuana con fines de comercio. 
Ángel Amílcar Colón Quevedo se encuentra encarcelado en el Centro Federal de Readaptación Social No 4 Noroeste en Tepic, Estado de Nayarit, México.  

http://www.proceso.hn/component/k2/item/88607-preso-de-conciencia-acumula-violaciones-en-su-contra-durante-su-cautiverio-en-m%C3%A9xico.html   

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Honduras: La lucha contra la tortura: "No bajen la guardia"‏


Por Alex Neve, Director Ejecutivo de Amnistía Internacional Canadá (habla inglesa)
Llevábamos dos horas y media de viaje desde que salimos de Guadalajara. Al acercarnos, el ominoso nombre de la cárcel, CEFERESO número 4, Centro Federal de Readaptación Social, surgió, enorme e intimidante, al pie de una colina.
La siguiente hora la pasamos recorriendo interminables controles de seguridad, la mayor cantidad por la que he pasado en una visita a una cárcel en ningún lugar del mundo. Nos pusieron un sello en los antebrazos, visible sólo con una luz especial, y que tuvimos que enseñar a la salida para demostrar que ninguno se había quedado en lugar de un preso. De hecho, la seguridad visible era mayor de lo que yo había visto en ninguna de mis visitas al centro de detención de Estados Unidos de Guantánamo, en Cuba.
Todo esto, pensarán ustedes, porque el equipo de Amnistía iba a ver a un famoso terrorista, al capo de un cartel de la droga o a un temido jefe de la delincuencia organizada.
Nada de eso. Íbamos a entrevistar a Ángel Amílcar Colón Quevedo, activista de derechos humanos que ha soportado tortura, discriminación racial y un proceso jurídico terriblemente injusto durante más de cinco años. Que un hombre así, tras haber pasado por semejante abanico de graves violaciones de derechos humanos, esté encerrado en un lugar tan ominoso y duro añade una dimensión especialmente cruel a las injusticias que ha sufrido.
Ángel, un hombre elocuente que rezuma elegancia, dignidad y un estimulante compromiso con la justicia, nos habló de su trabajo y de sus viajes en defensa de su comunidad afrodescendiente garífuna y denunciando problemas medioambientales. A comienzos de 2009, sufrió una inmensa tragedia personal: uno de sus dos hijos enfermó de cáncer y el dinero necesario para costear el tratamiento que podría salvarle la vida al muchacho superaba con mucho lo que su padre podía ganar en Honduras. Como tantos cientos de miles de centroamericanos y centroamericanas, emprendió el viaje de la emigración. Atravesó México, en dirección a la frontera con los Estados Unidos, con intención de cruzarla y encontrar un trabajo con el que conseguir el dinero que su familia necesitaba deseperadamente.
Pero todo salió muy mal. La policía estatal hizo una redada en la vivienda de Tijuana donde esperaba para cruzar. Ángel huyó, pero fue detenido en las inmediaciones.
Y entonces comenzó la tortura.
Lo golpearon una y otra vez en las costillas, le hicieron caminar arrodillado, le dieron patadas y puñetazos en el estómago. Con los ojos vendados, lo trasladaron a una base militar, donde oía los gritos de otras personas que estaban siendo torturadas.
Le pusieron una bolsa de plástico en la cabeza para provocarle sensación de asfixia. Lo hicieron desnudarse y lamer los zapatos de otros presos. Proferían contra él insultos racistas. Y todo esto siguió durante 16 horas, después de las cuales lo obligaron a hacer una declaración y sirviéndose de ella lo acusaron de pertenencer a una banda de delincuentes. A pesar de que se retractó de lo declarado cuando más tarde fue llevado ante un juez, y describió cómo lo habían torturado, esa declaración sigue formando parte del sumario y no se han investigado los hechos.
Hasta este año, cinco después de su terrible experiencia, no ha sido examinado por fin por expertos médicos independientes, que han confirmado casi con total certeza que fue torturado. Y sin embargo, sigue tras las rejas.
Las próximas semanas son críticas, pues la fiscalía decidirá a mediados de octubre si sigue adelante con el caso.
Al comenzar nuestra visita, le informamos de la oleada de activismo que, tanto en México como en todo el mundo, se ha desarrollado y se desarrollará en su favor. Pudimos mostrarle páginas y páginas con los mensajes de solidaridad de más de 2.000 personas que ha recogido la Sección Mexicana. Enseguida sus ojos se llenaron de lágrimas, sin duda conmovido por saber que tanta gente, en tantas partes del mundo, sabía de su caso, se preocupaba por él y actuaba para conseguir su libertad.
Nos contó la profunda tristeza que sintió cuando supo que su hijo había muerto de cáncer pocos meses después de salir él de Honduras, y el dolor de llevar tanto tiempo separado de su esposa y su otro hijo, que sólo tenía dos años cuando se fue.
Pero aún tiene esperanza de que se hará justicia: “Ahorita me gustaría algo: que pongan ante la justicia a la gente que cometió estos actos. […] Que se presente a la justicia y que la justicia haga lo que deba hacer. Para que esas cosas no vuelvan a pasar. Que lo que me pasó a mí no le pase a otras personas.”
Expresó su agradecimiento a las personas que habían actuado en su caso y en otros. Y con el corazón en la mano, pidió que todas las personas que se habían solidarizado con él y que están contra la tortura “no bajen la guardia”. Como señaló: “La tortura no tiene color, no tiene raza, no tiene distinciones algunas. Puede ser cualquier persona. Y destruye. Destruye la vida, destruye a la persona.”
Al terminar nuestra visita hubo cálidos y estrechos abrazos. Me sentí como si me despidiera de un buen amigo, pero sabiendo que nos volveríamos a encontrar. Todo el equipo salió del CEFERESO número 4 con la firme determinación de hacer todo lo que pudiéramos en las próximas semanas para atraer aún más atención sobre el caso y generar aún más presión sobre las autoridades mexicanas. La decisión sobre el caso está  prevista para mediados de octubre, el margen de tiempo para conseguirlo es crítico.
Ángel confía en que su libertad está cerca. “Para mí me gustaría en este momento que se me diera la libertad”, nos dijo. Su confianza debe ser nuestra confianza. Su determinación debe ser la nuestra.
#StopTortura en México. #Free Ángel Colón. Firma la petición. Escribe una carta. Y consigue que el mayor número posible de amistades, familiares y compañeros y compañeras de trabajo lo hagan también.
No podemos bajar la guardia.
www.alzatuvoz.org/amilcar/
Agradecemos a todas las personas que se han solidarizado con Ángel Amílcar, preso de conciencia que fue torturado y humillado por agentes de la Policía Estatal, Federal y por miembros del ejército para obligarlo a realizar una confesión falsa.Tras entregarle los mensajes de solidaridad que fueron enviados de todas partes del mundo, Ángel Amílcar agradeció a todas las personas y organizaciones que se han solidarizado con su caso y luchan contra la tortura y discriminación donde quiera que se encuentren.No descansaremos hasta ver a Ángel Amílcar reunirse con su familia en libertad. Alza tu voz por él en: www.alzatuvoz.org/amilcar
Agradecemos a todas las personas que se han solidarizado con Ángel Amílcar, preso de conciencia que fue torturado y humillado por agentes de la Policía Estatal, Federal y por miembros del ejército para obligarlo a realizar una confesión falsa.

Tras entregarle los mensajes de solidaridad que fueron enviados de todas partes del mundo, Ángel Amílcar agradeció a todas las personas y organizaciones que se han solidarizado con su caso y luchan contra la tortura y discriminación donde quiera que se encuentren.

No descansaremos hasta ver a Ángel Amílcar reunirse con su familia en libertad. Alza tu voz por él en: www.alzatuvoz.org/amilcar


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