miércoles, 9 de abril de 2014

HONDURAS: Vientos peligrosos, editorial y portada EL LIBERTADOR impreso, abril de 2014

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Nada bueno se cierne sobre el pueblo hondureño y lo ratifica la celebración en el país de la cumbre internacional del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL), al final del reciente marzo. Esa agrupación, en el plano externo, actuó como portavoz y defendió el golpe de Estado del 28 de junio de 2009.
Ese organismo perverso es la fachada ideológica del capital transnacional de la derecha radical liderada por Estados Unidos, con el único propósito de asfixiar cualquier expresión de desarrollo económico en la región, y perpetuar el robo de riquezas en nombre de la teórica inversión extranjera.
Los mandatarios de Honduras llevan más de veinte años con el mismo discurso.
El neoliberalismo ha sido una monumental estafa y, para defenderlo como sea, CEAL busca implantar gobiernos sumisos afines a los intereses de dominación de Estados Unidos, pero dotados de crueldad para socavar cualquier fuerza que busque la toma del poder político desde la base social.

Está demás decir que la economía y la sociedad hondureña requieren reformas profundas en políticas monetaria, cambiaria, crediticia, energética, seguridad, aparato productivo, educación, trabajo, derechos humanos, etc., pero eso jamás se logrará de la mano con carteles mafiosos como CEAL, que ni habla ni propone nada nuevo; sus distinguidos miembros no se respetan, hacen fortuna y obtienen cargos oficiales en Washington en función del quehacer destructivo de mandatos soberanos electos por el pueblo como el de Honduras en 2009.
Qué nos puede enseñar un personaje indigno como el mexicano Enrique Peña Nieto o el panameño docto en servidumbre Ricardo Martinelli, cuyo gobierno presta su butaca en la OEA para que Estados Unidos profundice ingobernabilidad en Venezuela, o un español como José María Aznar que, inspirado por su megalomanía, llevó a España a una guerra innecesaria, sin contar con la estructura militar ni económica; no obstante, se creía capaz de caminar por el desierto ensalzando las invasiones planificadas por Estados Unidos.
Era tan lastimera la tropa de Aznar que jamás fue enviada al campo, servía para poner vendajes y entregar bocadillos a los marines británicos y estadounidenses. Al final su graciosa aventura trasladó todo tipo de desgracias a España, desde el terrorismo que lo terminó tirando del gobierno, hasta el doloroso precio que sigue pagando su propio pueblo.
Mandó a la miseria a decenas de miles, otros españoles con menor suerte, desesperados por la miseria, terminaron colgándose del cuello en las viviendas que estaban siéndoles quitadas por insolvencia de pago de sus hipotecas bancarias. La fuerte crisis que atraviesa la economía ibérica, resulta también de las pésimas decisiones del flamante Aznar que en su delirio creyó que España había vuelto al poder de conquista del siglo XVI. Hoy España da lástima en la Europa rica.
Es inaceptable que a Honduras cualquier perdedor la aconseje; eso resulta por la incapacidad y falta de voluntad de la clase política para crear un modelo ajustado al bien de la nación. Ahí está el problema y la solución al atraso de Honduras.
Sabemos en este periódico que nada de lo escrito en estas líneas se ignora en las esferas del poder público y privado, pero es de tontos fingir un sueño profundo o mostrar desinterés frente al reclamo fundamental de la nación.

http://www.ellibertador.hn/?q=article/vientos-peligrosos-editorial-y-portada-el-libertador-impreso-abril-de-2014

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