Teguicigalpa.El murió pobre, pero lleno de riqueza, riqueza que se llama “dignidad”, fue parte de las palabras que expresó Bertha Oliva, compañera de vida por más de 25 años de José Adán Palacios Iráchez, defensor de la educación, derechos humanos y de procesos electorales transparentes, entre muchos más.
Centenares de personas, acompañaron a familiares de Adán Palacios, reconocido por sus análisis políticos imparciales, buen consejero y sobre todo por su don de escuchar, tal como lo mencionaron sus allegados, al manifestar sus palabras de condolencia y solidaridad ante su irreparable pérdida física.
Bertha Oliva, quien además es coordinadora general del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, institución de la cual Palacios, fue uno de sus fundadores en 1982, instó a honrar su memoria, conociendo sus pasos, su vida, su entrega, y su dignidad.
Y es que, Adán Palacios, murió pobre, pero lleno de riqueza que se llama dignidad, y esa riqueza se vio reflejada ante el multitudinario acompañamiento en sus honras fúnebres, acuerdos de duelo y demás expresiones nacionales e internacionales con su compañera Bertha Oliva, y demás familiares.
Oliva, compartió que en momentos que ella como defensora de Derechos Humanos necesitaba de alguien, su compañero, siempre le dijo “cuídate y apegate a algo, a la verdad”.
Además, manifestó, ante los y las compañeras (porque así les llamó a todos y todas) presentes en el camposanto, donde descansa el cuerpo de Adán Palacios, que “no le estamos despidiendo, vos no has muerto, por lo menos te prometo que mi hija, mi hijo, y estas niñas que te decían papito, van a seguir tu ejemplo, no por sobresalir, sino porque Honduras necesita cambios”.
Y así compartió parte de su vida Bertha Oliva, con Adán Palacios, a quien lo describió como “Un gran compañero, mi segundo gran amor”.
Otras
de las luchas que tenemos que procurar, en memoria de Adán Palacios, es
para que un día tengamos procesos electorales decentes, manifestó uno
de los presentes en sus honras fúnebres.Entre los acuerdos de duelo, se dio lectura el del Tribunal Supremo Electoral, Partido Democracia Cristiana, La Estancia School, Diakonia, Asociación de Organizaciones no Gubernamentales, ASONOG, Registro Nacional de las Personas, RNP, palabras del COFADEH y STIBYS, así como vecinos de la residencial Centro América, con quien convivió más de 25 años.
Son muchos los recuerdos por los cuales se conservará su memoria, y es que se preocupó por llevar una educación de calidad y dignificante, acompañante en procesos de búsqueda de justicia ante violaciones a derechos humanos, impulsor de luchas campesinas y muchas otras temas sociales.
Pero su mayor, como se publicó en medios de comunicación nacional, fue su entrega a las causas populares, la dejó evidenciada como coordinador del Consejo Permanente de Contingencias (Copeco), post Huracán Mitch.
Durante sus últimos días, se dedicó a ser coordinador del Mirador Electoral, miembro de la Comisión Organizadora del Diálogo Nacional, por lo que era una fuente de consulta obligatoria, para los y las periodistas que cubrían la fuente, “y nos hará mucha falta sus análisis”, comentó un corresponsal de prensa internacional.
También fue Consultor internacional en Elecciones Presidenciales de Nicaragua, Perú y Honduras.
Consultor Internacional Revocatoria del Mandato Presidencial Elecciones Regionales República de Venezuela, Observador Electoral en 35 países, e integrante propietario del Tribunal Supremo Electoral (antes Tribunal Nacional de Elecciones), fueron otras de las funciones que con mucho acierto desempeñó Adán Palacios Iráchez.
En la homilía de cuerpo presente realizada en la Ermita de Suyapa, el sacerdote Juan Angel López, expresó que el cielo ha ganado a uno de los hijos más insigne de Honduras, a un hombre de paz.
“En todas las trincheras que le tocó bregar fue capaz de escuchar, dialogar, fue capaz de entender que en Honduras ha habido, siguen habiendo y posiblemente seguirán habiendo muchas injusticias, el camino no es cansarse luchar por la paz”.
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El profesor Palacios
Viernes, 14 de Marzo 2014-17:11 Administrador defensoresenlinea.com
No
podíamos dejar pasar estas voces contra el olvido sin dedicar un tiempo
al profesor Adán Palacios Irachez, quien falleció el miércoles pasado
en Tegucigalpa y fue sepultado el jueves.No podíamos omitir este acontecimiento porque la partida de Adán recuerda el nacimiento del Comité de Familiares de Detenidos –Desaparecidos en Honduras.
En los primeros días de búsquedas de personas desaparecidas por los militares, las madres encontraron en la oficina sede de Adán Palacios en Comayagüela un lugar para tomar agua, imprimir documentos y planificar acciones.
Puede afirmarse, inclusive, que el COFADEH fue fundado en la sede del Partido Demócrata Cristiano de Honduras por la claridad y valentía de Palacios, que contrastaba desde entonces con la actitud calculadora de otros miembros de su partido.
Doña Bertilia, Fidelina, Bertha, Zenaida, doña Lidu, doña Tula… decenas de mujeres con llanto en rostro le recuerdan bien a don Adán.
Las víctimas encontraron en él comprensión y acogida, y aunque los militares alvaristas en la farsa constitucional de Suazo Córdova vigilaban sus pasos, este demócrata cristiano se mantuvo al lado animando y acompañando.
La solidaridad de Adán venía fortalecida desde el brutal golpe a los campesinos en Olancho, donde fueron hundidos en pozos malacates, y también de su participación en el proceso de escuelas radiofónicas impulsado por la Iglesia Católica a favor de la alfabetización liberadora del pueblo.
También varios de los amigos y compañeros del profesor Palacios estaban siendo víctimas de la desaparición forzada, que incluía ocultamiento, torturas y asesinatos.
En su humanidad tenía vivo el ánimo de rescatar con vida a los ofendidos, por eso abrió de par en par las puertas de la DC en la capital.
De ese modo un educador comprometido con las transformaciones humanas, de vocación cristiana y conocedor de la clase política, se ponía al servicio de la búsqueda de verdad y justicia.
En lo personal, el apadrinamiento sincero, espontáneo y natural de Tomasito Nativí Oliva, que quedó huérfano en el vientre de su madre en 1981, luego de la desaparición forzada de su padre, hizo de Adán Palacios un referente ejemplar.
Tomás creció al lado de un hombre que le quiso como un padre de sangre, le orientó y nunca le apartó de la presencia de su padre biológico, respetando y queriendo a su madre, con quien procreó a su hermana Marcelita.
Así, con la partida de Adán vimos las dos escenas. La del sistema político despidiendo con respeto a uno de sus principales asesores y consejeros, y a las niñas y niños de Tomás, llorando a su abuelo, el viejo buena onda y querido.
En la vela y el entierro, todos sus hijos e hijas, y su último hogar en pleno, incluyendo la familia del COFADEH acompañando a Bertha.
Hasta siempre, Profesor Palacios!
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 15 de marzo de 2014
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