jueves, 20 de febrero de 2014

HONDURAS: Nuestra Palabra de hoy Jueves, 20 de Febrero de 2014.







NUESTRA PALABRA
Oligarquía y ciencia ficción
Ya hemos dicho que entre los ocho millones de habitantes que tiene Honduras, existe un grupito de 215 personas que tienen un promedio de 139 millones de dólares cada una. Mientras hay decenas de miles de personas que no tienen dinero ni para un tiempo de comida, o que ganan cien lempiras diarios o a veces menos por trabajar todo el día, hay otras personas que reciben diez mil dólares o más al día realizando un trabajo muy suave o a veces sin hacer nada. Esto es lo que el Papa Francisco llama desigualdad e inequidad social, y es la raíz de todas las violencias.

Estas 215 personas multimillonarias usan el Estado y la política para lograr exoneraciones, es decir, que logran no pagar impuestos al Estado, o logran pagar lo mismo de impuestos que una persona que no tiene más que su salario o que depende de una remesa familiar. Además, estas 215 personas multimillonarias no tienen su capital puesto en la producción que genera trabajo o riquezas dentro del país. Son representantes del capital de las multinacionales, como las empresas de las telecomunicaciones, o de comidas rápidas o de los bancos o de marcas de ropa o electrodomésticos.
El dinero de muchas multinacionales es administrado en Honduras por esas 215 personas, las cuales están emparentadas entre sí, de manera que haciendo el cruce de todos los apellidos, no superan los veinte grupos familiares. Eso es lo que en Honduras es la oligarquía plutocrática, es decir, las poquísimas familias que han acumulado la mayoría de riquezas del país a través del control de la institucionalidad del Estado, por ser socios internos del capital de las multinacionales.
Una de las características de este grupo familiar es el afán desmedido de acumular, haciendo realidad lo que San Pablo dice que el origen de todos los males es la codicia, es decir, el amor al dinero. Cuanto más dinero tienen, más se esfuerzan por controlar los mecanismos que les asegure seguir acumulando. Eso ha ocurrido con el paquete de impuestos recientemente aprobado por el gobierno, y toda la gente, de todos los estratos y edades es contribuyente de la oligarquía. Basta que Usted compre en una farmacia o en un supermercado, y sabrá que le piden las moneditas dizque para obras caritativas. Nada de eso. Es un recurso usado por esas familias codiciosas para evadir los impuestos bajo el argumento de que realizan obras de caridad con el dinero que colectan del pueblo hondureño.
La oligarquía nunca da nada gratis. Todo lo cobra de muy diversas maneras. Si ayudan a una iglesia es con la seguridad de buscar que sus pastores nunca jamás denuncien sus abusos, o tenerlos a la mano para sus servicios religiosos privados. Pero vamos a usar números para hacer ciencia ficción. Si un día los 215 multimillonarios amanecieran con su corazón generoso, decidieran destinar al país cada uno 39 de sus 139 millones de dólares que poseen, esa cantidad sería equivalente al presupuesto total del Estado, ¿Se imagina Usted las maravillas que se podrían hacer en educación, salud y empleo con tanto dinero? Y en todo caso, esas 215 personas seguirían siendo millonarias. Sin embargo, esto nunca dejará de ser ciencia ficción. Lo que sí es realidad es que la gente pobre seguirá aumentando cada día las fortunas de esta oligarquía, y como consecuencia, el país seguirá hundido en la desigualdad, en la exclusión y en la violencia.
                                                                           









No hay comentarios :

Publicar un comentario