lunes, 3 de febrero de 2014

HONDURAS: Escuelas emblemáticas de San Pedro Sula, a clases en medio de ruinas

2 de Febrero de 2014- 10:00 Pm   - Redacción: Saúl Vásquez. Redacción La Prensa saul.vasquez@laprensa.hn 
Centros educativos de nivel básico con más de 50 años de funcionar en la ciudad están en calamidad por la falta de apoyo en infraestructura de las autoridades Personal de mantenimiento de la escuela Lila Luz de Maradiaga, repara los pupitres dañados. Algunos logran rescatarse, pero el déficit es mayor a los 100.

Los padres de familia y maestros de estos centros apelan a la buena voluntad de los sampedranos que han sido formados en centros oficiales o de cualquier sector, para que apoyen a mejorar las condiciones de la calidad educativa de los menores que se merecen algo mejor.
Cientos de niños de 122 centros educativos públicos en San Pedro Sula regresan con ilusión mañana a clases; sin embargo, el entusiasmo de la mayoría se desvanecerá al encontrar las instalaciones de su escuela en iguales o peores condiciones que cuando salieron de vacaciones en noviembre del año pasado.
La realidad es que faltan pupitres, los techos están dañados, las pizarras están obsoletas, las ventanas de madera destruidas por la polilla y sus sanitarios arruinados por la antigüedad. En el centro básico Paz Barahona, el techo, puertas y ventanas se encuentran muy deteriorados.
La crisis en infraestructura no solamente ha golpeado a los colegios públicos de la ciudad, también y en mayor grado a las escuelas y centros básicos que abrirán sus portones mañana a pesar de las grandes limitaciones con las que cuentan. Los baños en mal estado son un peligro para los menores.
El mal se ha ensañado en los últimos meses con la mayoría de centros emblemáticos de la ciudad que a pesar de que sus autoridades buscan apoyo, no logran obtener ayuda concreta.
Tal es el caso de escuelas con más de 50 años de ofrecer educación en la capital industrial, como la Miguel Paz Barahona, Dionisio de Herrera, Ramón Rosa, Lila Luz de Maradiaga y José Trinidad Cabañas, entre otras.
Otro grupo de instituciones como la Presentación Centeno, José Castro López, República de Cuba y Luis Landa recibieron apoyo de la Municipalidad sampedrana.
Situación
La heroica colaboración de los padres de familia, en su mayoría de escasos recursos, ha permitido que estas escuelas aún sigan en marcha.
“Los padres de familia venden y hacen actividades para mejorar los pisos y la ventilación de las, aulas pero no pueden más. Los servicios sanitarios casi siempre están congestionados y con mal olor; el año pasado, los niños estuvieron a punto de enfermarse por esa razón”, dijo Camila Benítez, subdirectora de la escuela José Trinidad Reyes del barrio Barandillas. Los niños de Río Blanco tienen pocos recursos para su higiene.
El caso del centro básico Dionisio de Herrera de Río Blanco es peor aún. Este año, la matrícula se ha incrementado y no cuentan con maestros ni espacios suficientes para atender a los alumnos.
La mayoría de padres que inscriben a sus hijos en esta escuela viven en precarias condiciones y en su mayoría sacrifican a uno de sus hijos para mandar a otro a estudiar.
“La situación en esta zona es triste, la mayoría de niños viven en los bordos del río Bermejo y zonas aledañas. El techo de la escuela está por caerse, los pupitres no nos ajustan, queremos construir una nueva aula con los padres, pero no tenemos recursos suficientes, el nuevo alcalde se comprometió a ayudarnos”, dijo Rafael Vicente, director del centro.
En la escuela Ramón Rosa, que funciona hace 112 años, les piden a las autoridades departamentales que les permitan funcionar como centro de educación básica para que su matrícula no disminuya y puedan educar a otros menores cuyos padres no los continúan apoyando por falta de recursos.
La escuela Paz Barahona requiere de pupitres, nuevas ventanas y techos para poder comenzar las clases. “Hay árboles gigantes alrededor de las aulas que amenazan con caer encima y ya tenemos el permiso municipal, pero nadie ha venido a cortarlos”, comentó su director, Rigoberto Reyes.

Marlon Escoto, ministro de Educación, asegura que ya existen proyectos de infraestructura en marcha para mejorar estos centros, pero “es un proceso”.
“Debemos ir aplicando las reformas mientras se mejora la infraestructura. Las escuelas con mayor necesidad serán las primeras en ser atendidas.
Ya tenemos el plan maestro de infraestructura y sabemos bien cuáles son y qué necesitan”, comentó Escoto.

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