Según
analistas
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Política
hondureña está envuelta en acusaciones de fraude y negociaciones
partidarias
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Dos
semanas después de las elecciones generales, sus resultados siguen siendo objeto
de críticas por la forma sospechosa en que se desarrolló el conteo de los votos
en las mesas y el llenado de las actas electorales.... Leer más
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NUESTRA
PALABRA
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La
Tentación del ganador
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Una
vez pasadas las elecciones generales y habiéndose dado como ganador al candidato
nacionalista lo que se ha puesto en marcha es la “maquinaria postelectoral”.
Ahora lo que toca es enfrentar este periodo de transición y preparar la
estrategia para los siguientes cuatro años de gobierno. No sería muy complicado
dar seguimiento a las actividades realizadas por Juan Orlando Hernández, JOH en
estos primero días: sus entrevistas, sus programas y planteamientos,
declaraciones, viajes, visitas; e, igualmente, saber quiénes han sido los
actores, embajadas e instituciones que le han legitimado dando reconocimiento
oficial al veredicto dado por el Tribunal Supremo Electoral,
TSE.
De
todo ello el “telón de Aquiles” será la política fiscal y económica. Como nos
recuerda Hugo Noé Pino las causas de la presente crisis financiera se remontan a
los dos últimos años de la presente administración cuando se disparó el déficit
fiscal. El déficit se incrementó en los años políticos, primero con las
elecciones internas y luego con el proceso de los comicios generales. Y
concluyendo su análisis económico afirma que “ahora el gobierno quiere hacer
pagar el costo de sus excesos de gastos a todos los hondureños y hondureñas. Es
la recompensa para los que votaron por el Partido
Nacional”.
Aunque
el gobierno lo niega, hay presiones para subir el Impuesto sobre ventas (ISV)
pues le urge firmar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, FMI.
Asegura que no “tienen que cargar al pueblo con más impuestos” pues tienen otras
fuentes alternativas, tales como regular las exoneraciones fiscales, el contrato
de exploración petrolera, la ley de minería y las zonas especiales de desarrollo
(conocidas como ciudades modelo).
Sin
embargo subir del 12 al 15 % el Impuesto sobre ventas y de un 15 a un 18% para
las bebidas alcohólicas, traerá grandes consecuencias. Será un duro golpe para
los pobres pues el pueblo ya no soporta más cargas impositivas, todos los
precios tendrán un alza de tres puntos, se reducirá el número de productos de la
canasta básica exonerados lo cual encarecerá el costo de la vida y habrá una
pérdida del poder adquisitivo. Estas medidas no darán más ingresos al Estado,
pues crearán una evasión mayor, ocasionarán inactividad económica y
desempleo.
Ante
la posibilidad de que el Gobierno elija el “camino malo en vez del bueno”, la
sociedad civil está proponiendo otras alternativas con medidas de tipo fiscal y
social. Entre ellas una reingeniería de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI)
y del proceso de recaudación, priorizar la inversión pública, establecer límites
para la inversión privada, poner límite al endeudamiento público, elevar la
calidad del gasto y reducir el gasto corriente. En el mismo sentido se debe
modificar todo el proceso de planificación, elaboración, aprobación y
seguimiento al Presupuesto General de la República.
Para
el área social hay que mejorar y transparentar el abastecimiento de medicamentos
al sistema de salud pública, elevar la calidad educativa y reordenamiento de las
necesidades del país. De igual manera se sugiere a las nuevas autoridades
continuar la depuración de la Policía y establecer una mesa permanente de
diálogo político y de concertación social.
En
resumidas cuentas, el candidato oficialista tendrá una doble alternativa: seguir
el “camino del malo con un ajuste fiscal” duro y exigente para los sectores
populares y urbanos” siguiendo los dictados de los grupos de poder o “el camino
del bueno” asumiendo o dialogando con las propuestas de la sociedad civil para
que la democracia política de las urnas se convierta en una auténtica democracia
económica.
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