martes, 30 de abril de 2013

HONDURAS: Después de Lps. 180 mil millones invertidos en la reducción de la pobreza en Honduras hay más pobres



Inaceptable que la pobreza se haya profundizado en Honduras, inaceptable que la pobreza se haya profundizado en Honduras, esto lo dicen los cooperantes internacionales; en 10 años, oigan bien, en 10 años la lucha contra la pobreza en Honduras costó 180 mil millones de lempiras y qué pasa, y qué
resultó, que 10 años después de semejante asignación de recursos tenemos muchos más pobres que en el país.

Es entonces inaceptable que la pobreza se haya profundizado a un ritmo
sostenido en Honduras, porque a este propósito se han destinado grandes
cantidades de recursos gubernamentales y de fuentes de apoyo externo.

Personeros del Banco Mundial han enfatizado en ese contrasentido, aunque hay
que hacer la salvedad que no es la primera vez que ese organismo
internacional realiza semejante observación.

El Representante Residente del referido organismo de crédito externo,
Giuseppe Zampaglioni declaró que la situación de pobreza en el país no es
aceptable, después de 50 años de apoyo de la comunidad internacional y
después de 50 años de esfuerzo de los hondureños no es posible que haya
tanta pobreza, repito esto, la situación de pobreza en el país no es
aceptable a juicio del Banco Mundial a través de su Representante Residente,
Giuseppe Zampaglioni después de 50 años de apoyo de la comunidad
internacional y después de 50 años de esfuerzo de los hondureños no es
posible que haya tanta pobreza.

A juicio de técnicos del Banco Interamericano de Desarrollo, BID hay una
serie de factores que explican por qué Honduras no ha logrado reducir el
número de personas que no reciben los ingresos para cubrir sus necesidades
básicas.

Entre estos elementos se enumeran: la débil capacitación y formación de mano
de obra, la limitación del país para atraer capital foráneo y la falta de un
programa agresivo de redistribución de la asistencia económica.

La Comisión Económica para América Latina y El Caribe, CEPAL reveló hace un
poco más de 1 año que Honduras ha sido uno de los países del área donde se
ha producido un incremento de la pobreza y de la indigencia.

El objetivo era reducir la pobreza de 65 a 42 por ciento, en un período de
15 años y para ese cometido Honduras destinó entre el año 2000 y el año 2011
cerca de 180 mil millones de lempiras, repito esto, el objetivo era reducir
la pobreza de 65 a un 42 por ciento, en un período de 15 años y para ese
cometido Honduras destinó cerca de 180 mil millones de lempiras entre el año
2000 y el año 2011.

Los acreedores bilaterales y multilaterales aprobaron un alivio de la deuda
pública correspondiente a 4,800 millones de dólares para financiar la
estrategia de reducción de la pobreza, que en 13 años de vigencia no rindió
los frutos esperados.

En la Administración Zelaya Rosales fueron orientados 12 mil millones de
lempiras a la asistencia de los sectores más desposeídos, ese dinero fue
utilizado en la contratación de más policías, más maestros, más médicos y
enfermeras, un enfoque considerado erróneo por la comunidad internacional
que proponía un enfoque más dirigido al sector rural.

El monitoreo del Foro Social de la Deuda Externa, FOSDEH establece que
Honduras es el país del continente con la distribución de la riqueza menos
equitativa.

La proporción se resume así: los hogares ricos reciben el 40% de los
ingresos, pero la población de los más pobres se queda únicamente con el 10%

Para incidir en el mejoramiento de las condiciones de vida de la mayoría de
hondureños es necesario que las políticas públicas sean coherentes, a fin de
que la inversión en los pobres arroje resultados eficientes.

Los distintos Gobiernos han fracasado en el intento de definir un esquema
que permita que los fondos invertidos en programas sociales, contribuyan a
sacar del retraso a los pobres y a los indigentes.

Los expertos en finanzas consideran que para cumplir con el propósito de
derramar beneficios sobre la población, la economía de Honduras tendría que
crecer al menos 6% durante un período de 20 años.

La reducción de la pobreza sigue siendo un desafío, también es una
obligación determinar qué rumbo se le dio a la enorme cantidad de miles de
millones de lempiras que se han prácticamente despilfarrado en nombre de los
necesitados, pero que jamás llegaron al destino correcto para mejorar las
condiciones de vida de los pobres y de los indigentes que en Honduras no son
pocos.

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