martes, 7 de febrero de 2012

Porfirio Lobo engaña a familiares de desaparecidos // Ministerio Público y Policía deben informar a familiares sobre investigaciones en cementerios clandestinos



Tegucigalpa.

Familiares de desaparecidos después del golpe de estado de 2009, denunciaron nuevamente al régimen de Porfirio Lobo Sosa de haberlos engañado con promesas y de negarse a recibir una carta de las familias afectadas por la desaparición de sus parientes.


El 13 de diciembre pasado, los familiares realizaron un plantón frente a Casa de Gobierno para solicitar la intervención de las autoridades del actual régimen.

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 En aquella oportunidad, efectivos de la “guardia de honor” presidencial y policías trataron de impedir la manifestación pacífica e incluso amenazaron con arrestar a algunos de los familiares, sin embargo desde el interior de Casa Presidencial se ordenó que se llamara a una delegación de las familias afectadas con el propósito de desmovilizar el plantón.

Así lo relata Gladys Orellana  madre de los jóvenes desaparecidos el 13 de septiembre de 2010 en San Pedro Sula, Abdalá Triminio, Angel Triminio y de José David Coello, éste último amigo cercano de los hermanos Triminio, desaparecidos el 13 de septiembre de 2010 en San Pedro Sula, junto a otras 7 personas, 5 de las cuales son de nacionalidad mexicana.

Estábamos realizando un plantón frente a Casa Presidencial cuando las autoridades de gobierno nos mandaron a un representante, yo entiendo que nos desmovilizaron y me di cuenta después, porque en ese momento estaban unas autoridades contra la impunidad (misión internacional que estaba presente en casa de Gobierno), fue así que me di cuenta que esa era la intención, la de desmovilizarnos, expresó Orellana.

Señaló que les enviaron a Roger Ordóñez, asesor político del Secretario Privado de la Presidencia, Reynaldo Sánchez,  quien las invitó a ingresar al interior de la sede del Ejecutivo. “El insistía en que sonriéramos que es algo que yo no estuve de acuerdo y le dije que nuestra situación no era para estar sonriendo y además nos ofreció un plato de comida y yo le dije que no tenía hambre,  que lo que quería era que nos atendieran, que necesitábamos una entrevista con el presidente”.

El representante de Porfirio Lobo Sosa les prometió conseguir una cita con él, pero en ningún momento le solicitó a  los familiares de los desaparecidos, números de teléfonos o correos electrónicos para contactarlos posteriormente.

Es así que transcurrió el mes de diciembre y a estas alturas del mes de enero del año 2012, nunca se concretó la cita con el presidente Lobo Sosa.

Refiriéndose a Roger Ordóñez, doña Gladys dijo que “yo lo miré a él bastante mentiroso y creo que no me equivoqué, porque hasta el día de hoy, no hemos logrado absolutamente nada”.

La madre de los jóvenes desaparecidos apuntó que luego de esta conversación con el emisario presidencial, se presentaron en dos ocasiones a Casa Presidencial para entregar una carta a Lobo Sosa, la misiva nunca fue recibida por el personal de guardia, ni por ningún representante del ejecutivo.

“Nos dijeron que no había nadie para recibirla, yo sabía que ese señor Ordóñez  estaba jugando con nuestra dignidad porque él no nos pidió ni dirección, ni números de teléfonos, yo lo sigo sosteniendo, la única entidad  que nos a atendido ha sido el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh)”, explicó.

Añadió que gracias a doña Bertha Oliva, nuestro caso se conoce, si no hubiera sido por ella realmente estaríamos totalmente en el anonimato, como están, tantas familias de desaparecidos que por miedo no dicen nada o porque saben de la incompetencia y de la incapacidad de nuestras autoridades.

La carta que Porfirio Lobo Sosa no quiso ver, contiene un relato de todas las diligencias que han hecho las familias de víctimas de la desaparición para lograr que las autoridades investiguen y aclaren las circunstancias en que desaparecieron sus parientes.

“Somos ciudadanas y tenemos el derecho a ser escuchadas, porque mis hijos como todas las personas que están ahí, son seres humanos y tenemos derecho a saber donde están y no ha habido forma, hemos llegado con cartas también porque mi hijo Abdalá cuando desapreció ese año (2010) era el presidente de la Cámara Junior a nivel nacional y la Cámara Junior Internacional le ha mandado al presidente comunicados qué necesitan saber qué ha pasado con su presidente, dijo con palabras entrecortadas Gladys Orellana.

A igual que esta madre, hay otras familias que desean saber qué ocurrió con sus parientes desaparecidos, en muchos de éstos casos y de acuerdo a denuncias, han participado en las desapariciones, agentes policiales del estado hondureño.

Solo para citar un ejemplo, se destaca el caso de José Reynaldo Cruz Palma, presidente del Patronato de la Colonia Planeta, en San Pedro Sula. Según el relato de sus familiares, fue secuestrado el 30 de agosto de 2011, (curiosamente la fecha en que se conmemora el Día Nacional del Detenido Desaparecido en Honduras).

En la desaparición forzada de Cruz Palma participaron agentes de la Dirección Nacional de investigación Criminal (DNIC) y policías preventivos, mientras la víctima y su esposa  Nuvia Carbajal, se transportaban en un autobús de la ruta La Lima-Cortés  hacia su casa en la colonia Planeta.

El transporte urbano  fue interceptado por varios agentes que se conducían en vehículos, uno de éstos con placa BP50, color gris, marca Mazda doble cabina y otros que se transportaban en una patrulla de la Policía Preventiva. Los uniformados ingresaron al busito  y le manifestaron a su esposa que el problema no era con ella sino con su cónyuge y se lo llevaron por la fuerza.

 Durante el período 2010-2011 el Cofadeh ha documentado al menos 17 desapariciones forzadas, en diez de esos casos los testimonios apuntan hacia agentes de investigación Criminal, como responsables de los secuestros y posteriores ocultamientos de las víctimas.

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Ministerio Público y Policía deben informar a familiares sobre investigaciones en cementerios clandestinos

Tegucigalpa.

El hallazgo en los últimos meses de cementerios clandestinos localizados en la costa norte del país, inquieta a las familias que han reportado la desaparición de sus seres queridos y lamentan que tanto el Ministerio Público como la Policía, no establezca contacto directo con los familiares para informarles sobre los avances de las investigaciones que permitan identificar a las víctimas de desaparición.


A mediados del mes de enero del año en curso, la Policía Nacional anunció el descubrimiento de un cementerio clandestino en el municipio de Tela, Atlántida, zona norte del país, en aquella oportunidad el Director de la Policía Ricardo Ramírez del Cid confirmó el hallazgo de varios cadáveres que a su juicio fueron enterrados por supuestos miembros de pandillas. El oficial expresó en aquella oportunidad que los integrantes de la Mara Salvatrucha “se estaban apoderando del lugar”.

En la zona del hallazgo equipos forenses realizaron excavaciones para la posterior exhumación de los cuerpos que habrían sido enterrados en este cementerio clandestino, localizado en el sector conocido como Las Torres o Cabeza de Indios, en la colonia Grant de Tela.

Informes preliminares detallaron que en el lugar se encontraron al menos 6 cuerpos, cantidad que podría ser mayor .Con estos informes las expectativas de varias familias que han reportado a sus parientes desaparecidos van en aumento, de hecho familiares de víctimas de desaparición se apersonaron a las oficinas de la Dirección Nacional Investigación Criminal (DNIC) para conocer de los avances de las investigaciones.

El 13 de junio de 2010 el joven Osmín Obando Cáceres (23) desapareció misteriosamente después de decirle a su madre a través del celular que estaba rodeado de policías en la ciudad de Tela.

Desde entonces no se supo más de él, Osmin fue reportado como desaparecido ante el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, (COFADEH) desde el 14 de junio, cuando su familia informó ante esta organización que el joven no aparecía por ningún lado y que el taxi, el cual él conducía, fue encontrado abandonado, en un barrio cercano.


Osmín Obando Cáceres (23) desapareció misteriosamente el 13 de junio de 2010
El padre de Osmín, Heliodoro Cáceres dialogó con defensoresenlinea.com para solicitar al Ministerio Público que le permitan conocer información de los avances obtenidos en los procesos de exhumación de los cadáveres, para despejar la duda que persiste en su mente con respecto al paradero de su vástago.

Cáceres recordó que “fue el 13 de junio de 2010 o sea que ya va a cumplir dos años de desaparecido y yo desde esa fecha he estado en movimiento, buscando, haciendo anuncios para ver si estaba vivo en algún lado, pero hasta esta fecha ha sido imposible, se supone que él está muerto, según algunas personas que me han dicho a mí que tal vez lo han matado y lo han sepultado”.

La desaparición de Osmín, supone para su padre vinculaciones políticas, ya que él desde que se produjo el golpe de Estado recibió amenazas. “Antes de la desaparición de él yo tuve algunas amenazas y no sé de donde vendrá, porque desde el momento del golpe de Estado estuve en la lucha en contra del golpe de Estado, estuvimos así con muchos compañeros de Tela, que es de conocimiento de todos aquím, en resistencia permanente con protestas y siempre buscando un regreso de la tranquilidad al país”, sostuvo Cáceres.

Unos 15 días antes de la desaparición de su hijo, Heliodoro, quien es el coordinador del Frente Nacional de Resistencia en Tela,  recibió una llamada en la que un hombre le amenazó que si seguía en la resistencia, le iría muy mal a él o a su familia.

“Pienso yo, alguna de las causas puede ser eso, porque la verdad las autoridades nunca investigaron nada, la denuncia se puso y nunca hubo una respuesta de las autoridades de investigación y ya este tiempo que ha trascurrido tenemos conocimiento aquí en Tela que había algunos cementerios clandestinos, donde mataban gente y la enterraban”.

Heliodoro señaló que hizo muchos viajes a Tegucigalpa para solicitar a las autoridades correspondientes la investigación de los cementerios clandestinos de los cuales mucha gente comentaba en la ciudad de Tela.

“Uno ponía las denuncias y me decían que no podían investigar porque a mí lo que me dijeron cuando puse la denuncia de 2 cementerios clandestinos que supuestamente había noticias que existían en Tela, ellos me decían que no podían hacer nada porque no tenían el personal suficiente y que era difícil, que necesitaban más policías y antropólogos, para buscar cadáveres sepultados”, explicó.

Apuntó que a los 3 días del cambio de efectivos policiales en Tela, se encontró el primer cementerio clandestino en la comunidad de Cabeza de Indios. “Yo estaba pendiente de las investigaciones para haber si podíamos encontrar a mí hijo ahí, porque no creemos que él esté vivo a estas alturas, porque él no era un muchacho que se quedaba tanto tiempo sin hablar con nosotros”.

“Fue difícil para nosotros tener contacto a donde estaban los cadáveres enterrados, porque parece que la policía no quería obstrucción de la escena y la fiscalía tampoco y cuando yo les preguntaba, me decían que cualquier cosa me iban a llamar, cosa que es difícil porque uno no cree en eso”, relató angustiado el padre del desaparecido.

El 17 de enero pasado, los periódicos informaron que los equipos forenses habían encontrado cinco  osamentas, entre ellas dos de hombre y una de mujer, que fueron extraídas el 16 de enero de este año de las tumbas clandestinas encontradas arriba de la colonia Grant, por equipos de Medicina Forense y agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC).

Por la vestimenta que estaba en las fosas,  los especialistas preliminarmente dijeron que podría tratarse  de dos hombres y tres mujeres, pero eso habrá que confirmarlo con las pruebas científicas.

La zona donde se ubica el cementerio clandestino está rodeada de vegetación, lo que ha permitido la conservación de los cuerpos y eso en alguna medida ayudará para que los familiares puedan reconocer algunas prendas que portaban las víctimas.

Al principio cuando se comenzó con la exhumación de los cadáveres nosotros pensamos que nos iban a llamar para hacer las muestras de ADN y ya de una vez llevar todo eso a los laboratorio de San Pedro Sula, pero no ha sido así, solo vinieron los forenses levantaron los cadáveres y los llevaron para San Pedro Sula y hasta la vez no se sabe nada, no convocaron a ninguno de los familiares que estábamos ahí presentes, sentimos un poco de desconsuelo porque uno espera que ya cuando lleva desaparecido un familiar 2 años, uno espera encontrarlo vivo o muerto, detalló Cáceres.

Agregó que “nosotros pensábamos que íbamos a tener acceso siquiera a verlos, porque uno sabe que ropa andaba, que señales tenía, todos esos datos los tiene la investigación pero a la hora de la hora, supuestamente dicen ellos que los forenses les dijeron que no, que aquí no se podía estar con los cadáveres.

El padre del joven Osmín Cáceres que desapareció el 13 de junio de 2010 dijo que la policía le aseguró que habría otros cementerios clandestinos ubicados en Campo Elvir y otro en la colonia 15 de septiembre de la ciudad de Tela, departamento de Atlántida.

Con el relato expuesto por Heliodoro Cáceres se deduce que no ha existido una determinación del Ministerio Público y de la policía de investigación, para mantener informados a los familiares de las víctimas de desaparición sobre los hallazgos y los avances de las investigaciones que permitan lograr la identificación de los cuerpos encontrados en los cementerios clandestinos.

El 17 de junio de 2011, autoridades policiales encontraron un cementerio clandestino en un terreno de la colonia Planeta, municipio de la Lima, departamento de Cortés. Peritos de Medicina Forense exhumaron cuatro osamentas. Los detectives de la DNIC señalaron como principales sospechosos a miembros de una pandilla que opera en el popular sector. Fuentes policiales confirmaron que una de las osamentas pertenecía a una mujer que tendría entre seis meses y un año de fallecida. Medicina Forense afirmó que podría haber muerto hace seis meses, pues en algunos huesos aún había tejidos.

Testimonios y denuncias interpuestas por familiares y amistades de personas desaparecidas ante el Cofadeh, señalan a agentes de investigación y policías como  los responsables de desapariciones en Honduras en los últimos 5 años.

En unos casos, las víctimas de la desaparición forzada, han sido detenidas arbitrariamente por efectivos policiales, en otros casos, hombres encapuchados han capturado a las personas en sus viviendas, unidades del transporte urbano o mientras se conducen a sus casas o centros de trabajo.

Entre las víctimas de las desapariciones figuran hombres vinculado a luchas sociales y populares, sin antecedentes penales, estimados y respetados en sus comunidades. Estos son  algunos casos:

1.-Osmin Obando Cáceres (22), desparecido  13 de junio de 2010, en Tela. Atlántida

2.-Denis Alexander Russel (19), desaparecido  el 13 de julio de 2010, en El Progreso, Yoro.

3.-Vilmar Edmundo Talavera Avilez, desaparecido el 15 de julio de 210, Tocoa, Colón.

4.-Samuel Josué Pastrana Molina,  desaparecido el 07 de febrero de 2011, en El Paraíso.

5.-Francisco Pascual López, desaparecido desde el 15 de mayo de 2011, en Rigores, Colón.

6.-Kelvin Omar Andrade Hernández (18), desaparecido el l 11 de junio de 2011, en Catacamas, Olancho.

7.-Mauricio Joel Urbina Castro (34), desaparecido el  02 de agosto de 2011, en La Ceiba, Atlántida.

8.-Oscar  Elías López Muñoz (49), desaparecido el 21 de agosto de 2011, en Chamelecón.

9.-Mauririo Joel Urbina Castro (24), desaparecido el 02 de agosto de 2011, en San Pedro Sula  y

10.-José Reynaldo Cruz Palma, desaparecido el 30 de agosto de 2011.

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