jueves, 16 de febrero de 2012

EL TEATRO DE LA MUERTE EN HONDURAS

Edgar Isrrael Soriano Ortiz


EL TEATRO DE LA MUERTE EN HONDURAS En Honduras la muerte violenta siempre ha estado presente a lo largo de su historia, las guerras civiles fueron el ejemplo de una lúgubre teatralización de muerte, interpretada en la obra del pintor hondureño, Pablo Zelaya Sierra “hermano contra hermano”, eran los caudillos que dirigían a un pueblo desorientado y manipulado por el partidismo cachureco-liberal (liberales y nacionalistas). Seguidamente, no fue 1933 el fin de las masacres, vendrían muchas más de la mano del hombrón de Zambrano, Tiburcio Carías Andino. La masacre de afro- descendientes en 1937 o la terrible matanza del 6 de julio de 1944 en San Pedro Sula. En la última mitad del siglo XX, las Fuerzas Armadas se encargaron de matar a hondureños y hondureñas por el simple delito de ser partidarios del socialismo, el ejercito sigue manteniendo sus estrategias de “seguridad del Estado”, lo que implica que no importa si hay que quitarle la vida a una o a muchas personas (como lo hicieron con Isis Obed Murillo,
Pedro Magdiel Muñoz, etc.). Algunas matanzas han sido someramente estudiadas por la historiografía nacional, como la del golpe de Estado de 1963 o la de Los horcones el 25 de junio de 1975. En la última década se agudizó la violencia, las élites económicas y políticas lo tomaron con la característica hipocresía de los políticos de la “banana Republic”, utilizando esa violencia como estrategias de campañas políticas cada 4 años, mejor dicho cada 2 años. Además la clientela política controlada por grupos empresariales, políticos y militares ha tenido que asumir ser parte medular del crimen organizado para mantener el orden establecido frente a un fuerte descontento social, producido por la profunda desigualdad social que ha imperado a lo largo de nuestra historia. El gobierno de Maduro (2002-2006) se encargo de arremeter contra un problema que han ocasionado gente como él, una violencia producida por la marginación y el robo descarado de recursos por grupos de poder económicos nacionales y transnacionales. Ese gobierno derechista, puso a Oscar Álvarez, hombre peligroso, quien se encargo de dirigir los escuadrones de la muerte y las matanzas en las cárceles, como la del “El Porvenir” en abril de 2002. La historia de Honduras ha sido muy violenta, y creo sin temor a equivocarme, que seguirá por ese camino si no buscamos una solución colectiva. Es un gran teatro de la muerte, cuando se abre el telón aparece lo diarios mostrando su amarillismo, a tal grado que para nuestra población ya no importa cuanta gente muere todos los días, se volvió costumbre; luego salen los políticos hipócritas diciéndole a la gente que van a cambiar el país con más policías y soldados…..bueno tanto que decir y lamentar, pero la verdad es mucho el trabajo por hacer, allí radica el accionar revolucionario….!!!

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