Por Sandra Rodríguez -
Tegucigalpa, Honduras.-
Me dijeron que “si hablaba me iban a matar”, eso me dio mucho miedo,
porque uno de los oficiales es del pueblo. El que me golpeó nunca lo
había visto pero “la cara nunca se me va a perder”.
Estas con las declaraciones que ofreció
César Arnulfo Blandón Merlo, un joven de 18 años, cuanto fue contactado
por el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras
(COFADEH), para conocer su caso, ocurrido el sábado 9 de mayo, en el
valle de Jamastrán, departamento del El Paraíso.
Las torturas se dieron a conocer por
videos que circularon en redes sociales y el monitores de violaciones a
derechos humanos que realiza la Red de Defensores/as y Comunicadores/as
Sociales de El Paraíso, acompañada por el Comité.
El dolor que César expresa en el video,
aun se escucha en su tono de voz, la golpiza le dejó fracturas es una
costilla, malestar en la cabeza y un brazo descompuesto, según relató su
madre, la dirigenta comunitaria, Bienvenida Merlo.
César y su madre son parte de los
equipos de vigilancia en el retén de Jutiapa, aldea de Danlí, a veces
llega gente que quiere pasar de un solo y nos insultan, pero “no es
justo lo que le hicieron a mi cipote”, denunció.
Ese día llegaron tres patrullas, dos
oficiales se bajaron, pero otro que iba en una patrulla sin placa ni
registro, se reusó a acatar la medida de higiene que está desde hace dos
meses, cuando se informó sobre los primero casos de coronavirus en
Honduras, y que actualmente reporta 5 casos positivos al 14 de mayo,
según datos del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER).
Hay formas ya establecidas de proceder.
Pedimos a la gente que baje del vehículo, fumigamos las llantas y los
vidrios, entonces cuando desinfecté el vidrio de la patrulla, el policía
dentro creyó que era algo contra él, se bajó y “me pegó un pechugón”,
relató el joven, al referirse que el agente le golpeó el pecho.
Patrulla sin registro ni placa
Entre el forceje, al joven lo esposaron y
subieron a la patrulla, para trasladarlo la posta de Danlí, pero en la
comunidad El Obraje, donde llegaron tres patrullas más, el pueblo que lo
iba siguiendo, se impuso en la carretera para que no se lo llevaran.
Patrulla sin registro ni placa
Al recordar lo que sufrió y las amenazas
a muerte, a Cesar se le entrecorta la voz “me querían llevar preso a
Danlí, pero la gente se unió a defenderme, era indignante como me
trataron, porque yo solo hacía mi labor comunitaria”.
Y en ese lugar, según el César, un inspector de nombre “William” mediante llamada telefónica ordenó que lo soltaran.
Su madre recuerda que, cuando golpeaban a César, otro oficial le dijo a su compañero “soltalo, te has metido a un rollo grande”,
haciendo caso omiso. Es así que la solidaridad de la gente que se
atravesó en El Obraje, no dejó que se lo llevarán a Danlí. Dos horas
después, volvieron a la comunidad.
Pese a las amenazas emitidas por la
policía contra sus víctimas en el marco de la emergencia, como ha
sucedido en otros casos que ha documentado el COFADEH, a las víctimas se
les amenaza para que no denuncien, pero la indignación popular rompe
ese cerco de miedo y divulga la información a través de redes sociales y
organizaciones defensoras de derechos humanos.
Desde la puesta en vigencia del Decreto
Ejecutivo 021-2020 el pasado marzo, que suspende las garantías
constitucionales, existe un “toque de queda” que en la actualidad solo
permite a la población salir a hacer diligencias un día cada dos
semanas, y en este sentido, doña Bienvenida expuso porqué aun no
presentó una denuncia formal contra el policía que atacó a su hijo.
“No he ido a interponer denuncia hasta
Danlí, por que aún no me toca circular, esta movilización es de acuerdo
al último digito de identificación personal. En otros casos, aumenta la
dificultad de denuncia cuando se carece de un medio de transporte
privado, porque el servicio público está suspendido evitando la
aglomeración de personas.
“Temo que entre más días pasen, esto quede en el olvido, no quiero que el caso se enfríe”, Bienvenida Merlo, madre César.
En videos
compartidos en redes sociales, los agentes uniformadas de la Policía
Nacional, forcejean a César, quién grita que lo suelten, que no le
peguen, por que le están haciendo mucho daño. Mientras los ciudadanos
intentan dialogar y mediar para que lo liberen, piden que los lleven
detenidos a todos.
Entre el cruce de palabras, César dice
“no le pegué a la patrulla”, el policía lo acusa de golpear la unidad
vehicular, sin registro ni placa, solo la leyenda que es de la Tasa de
Seguridad Vehicular.
“Todavía lo pechuguió y lo está haciendo p”#$%” dice uno de los compañeros del joven, quien no deja de gritar pidiendo auxilio.
El oficial de apellido “Gómez” insiste en que nadie le está haciendo algo al joven.
En el primer informe publicado por el
COFADEH en el marco de la crisis sanitaria por el COVID 19, concluye que
“La actitud de las fuerzas represivas es la misma observada durante las
manifestaciones pacíficas de la población por la emergencia
institucional de los últimos diez años provocada por el golpe de Estado
de 2009”.
Y entre las recomendaciones agrega que
la respuesta prioritaria a la pandemia del coronavirus radica en
garantizar inmediatamente la seguridad social básica para toda la
población, sin sesgos políticos partidarios ni fundamentalismos
religiosos; con seguridad social garantizada, bastaría para
lograr una cuarentena domiciliar exitosa sin exponernos a toda la
población a la autodefensa o a una nueva confrontación con el aparato
militar por el desasosiego frente al riesgo mortal del Covi-19 mal
gerenciado.
http://defensoresenlinea.com/policia-amenaza-a-joven-tras-torturarlo/
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