El Salvador, donde también se ordenó un estricto confinamiento, es el país con mayor número de pruebas realizadas (8 veces más que en Honduras), Panamá ocupa el segundo lugar, y es el país centroamericano con más casos detectados y mayor número de víctimas del COVID-19, y Costa Rica, con 17 mil test aplicados, más de 800 contagiados y 7 muertos, es el país con la tasa de mortalidad más baja de toda América Latina.
Costa Rica no implementó medidas de confinamiento, en cambio recomendó el distanciamiento social y colocó centros de atención y realización de pruebas en puntos estratégicos. Si un ciudadano tico resulta positivo, cumple su tratamiento en casa, donde recibe visitas médicas cada dos días, evitando de esa manera la saturación del sistema sanitario y la propagación del virus en los hospitales.
En el extremo opuesto, Honduras lidera las cifras mortales, pese al confinamiento forzado por el régimen y la erogación de más de 3 mil millones de lempiras (según último informe de la Secretaría de Finanzas) lo que confirma el severo nivel de corrupción denunciado por nuestro medio.
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