
En 2015, la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, CIDH señaló que uno de los graves problemas para los
derechos humanos en el país es la situación de violencia e inseguridad
generalizada, parte de la cual proviene de la Policía Nacional, de la
Policía Militar y del Ejército, “a través del uso ilegítimo de la
fuerza, en algunos casos en complicidad con el crimen organizado”.
La abogada Brenda Mejía, del área de
investigación y derechos humanos, del Equipo de Reflexión, Investigación
y Comunicación, ERIC, expresa que cerramos el 2018 con una terrible
situación materia de derechos humanos, todo parece que las violaciones
se van fortaleciendo y el Estado propicia esas situaciones al no
investigar, ni castigar a los culpables. Pone de ejemplo el caso de
Berta Cáceres, donde fueron condenados los autores materiales, sin
embargo, de los autores intelectuales poco o nada se dice.
Brenda Mejía detalla que en el país el
principal factor de violación de derechos humanos es la concesión y
entrega del territorio a empresarios nacionales e internacionales.
“Hay comunidades enteras que se han
organizado en torno a la defensa de los bienes naturales, defender el
agua, la tierra, los bosques se ha convertido en una necesidad, sin
embargo, eso ha traído represalias, criminalización, persecución y
muerte”,
“Vemos en Guapinol, en Tocoa, con una
situación bastante difícil donde hay 18 personas con órdenes de captura,
uno de ellos está detenido. Los defensores y defensoras han sido
acusados como grandes criminales, pues sus juicios han sido asignados a
jueces de jurisdicción nacional. Los juicios no son legales, sino que
llevan un mensaje político para desarticular todo aquello que haga
oposición al modelo extractivista”, puntualiza.
La industria mediática se ha puesto al
servicio de estos grupos de poder, quienes buscan posicionar su accionar
como una plataforma que trae desarrollo a las comunidades, sin
mencionar que están generando un impacto negativo a los territorios y
naturaleza.
La campaña mediática ha ido acompañada
de una política de desprestigio hacia varias organizaciones y también
defensores de derechos humanos en particular.
Victorias
Desde el Equipo de Reflexión,
Investigación y Comunicación, ERIC, se brinda acompañamiento a varios
casos de violaciones de derechos humanos. Casos emblemáticos, como el
Jeannette Kawas, Carlos Luna, y Carlos Escaleras, este último durante el
2018 fue homologado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
La crisis electoral del 2017 dejó más de
una veintena de personas detenidas y acusadas arbitrariamente, el ERIC
en coordinación con la Coalición Contra la Impunidad han dado
acompañamiento a esos casos. Brenda Mejía explica que una de las
satisfacciones es que varios de los requerimientos presentados contra
policías y militares que violaron derechos humanos en las protestas de
la crisis post electoral, fueron aceptados, y cuatro de ellos llevados a
los tribunales.
Además, detalla que el principal reto
para el próximo año es seguir acompañando todos estos casos para que no
queden en la impunidad.
“En la mayoría de los casos, sobre todo
en los asesinatos de la crisis post electoral, la fiscalía argumenta
que no se pueden identificar a los culpables porque los policías y
militares andaban con sus rostros tapados, en ese sentido para el 2019
debemos definir cuál será la estrategia para la defensa que conlleve a
la realización de justicia”, explica.
Las organizaciones señalan que Honduras
se encuentra en una situación grave y alarmante de crisis humanitaria,
en donde la población más pobre y empobrecida está huyendo de su tierra
para buscar nuevas y mejores condiciones de vida. Asimismo, indican que
el modelo excluyente y privatizador es uno de los motivos innegables
que permiten entender el fracaso del gobierno hondureño en su misión de
proteger y salvaguardar la dignidad y derechos humanos del pueblo.
Nuevas Alertas
Irma Lemus, reconocida defensora de
derechos humanos en el valle del Aguán, forma parte del Observatorio de
Derechos Humanos y de la Red de Mujeres Campesinas del Aguán, mientras
realizaba un trabajo de acompañamiento a una mujer criminalizada, fue
amenazada por una agente de la DPI, por su trabajo como defensora de
derechos humanos. Lemus, ya ha denunciado amenazas de parte de entes
policiales en distintas ocasiones.
Casos como estos se siguen presentando debido a que la institucionalidad está secuestrada por grupos criminales que utilizan la ley para su beneficio personal, en detrimento de los derechos de las mayorías, denuncian los defensores y defensoras.
http://wp.radioprogresohn.net/alarmante-violacion-de-derechos-humanos-registro-honduras-durante-el-2018/?fbclid=IwAR2_jmhwBIweMx8nfX2Xg1T9a1BvW_ZKVsHXrWSKB7p2c4d0SSGcCzjy0ZU
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