Octubre 26,2018 / por Cesar LazoNo la podrán esconder reprimiendo, deportando, con campañas mediáticas. Ya lo sabemos la pobreza, el desempleo y la inseguridad de las cuales hablan cada migrante entrevistados por las cadenas son efectos de una crisis estructural. Los que huyen están conscientes de su problemática, es una situación cotidiana visible en el país. Sin embargo, esta es el efecto de la crisis estructural que provoca le dependencia, el intervencionismo de EE.UU, la entrega de los recursos naturales a las transaccionales y hoy a un grupo de empresarios mafiosos de origen extranjero, la corrupción gubernamental y la ausencia de democracia política que se torna en la imposición del usurpador y represiva, con el apoyo directo del gobierno de EE.UU, que hoy ha obligados al gobierno de México a realizar el trabajo sucio, desatando una persecución de los emigrantes que masivamente salen de su traspatio para cruzar la cerca que sirve de linea divisoria entre la dependencia del atraso y el primer mundo que se construyó gracias a nuestros recursos del continente mestizEmpero, lo mediático se ha centrado en el discurso del poder tratando de esconder una realidad que cada día se vuelve visible ante el mundo, gracias a una muchedumbre empobrecida que decidió buscar la utopía de una vida mejor. Digo utopía porque el "sueño americano" apenas es un espejismo para los pobres que desde muchas décadas han cruzado el río bravo y el desierto para darse cuenta que al otro lado el futuro sigue siendo incierto para la mayoría. Los excluidos por su pobreza son perseguidos por el estigma grosero de la exclusión, del explotado, del perseguido por ser indocumentado.
El gobierno
usurpador de Honduras haciendo eco del poder imperial les ha llamado
delincuentes, terroristas, mareros, traficantes y luego, con el cinismo
que le caracteriza, les ha dicho regresen, ofreciéndoles solución a sus
problemas con recetas mentirosas y hasta insultantes a la inteligencia
de quienes se han ido por causas evidentes. El ofrecimiento
gubernamental es grosero e indignarte.
Nadie podrá ocultar que
mas de la mitad de la población de la capital de Honduras vive en la
pobreza extrema. La pobreza extrema azota a más de seis millones de
Hondureños y la mayoría no puede acceder a un sistema de salud
eficiente. Nadie podrá ocultar la brecha entre ricos y pobres.
Nadie
podrá ocultar a los dos millones de desempleados, que el usurpador
quiere paliar con ofrecimientos de 2.000 o 5.000 empleos temporales.
Esta situación es estructural y no se resuelve con recetas de demagogia.
Nos preguntamos si la clase dominante se ha puesto pensar que cada día
que pasa el terreno que pisan es resbaladizo.
Porque la gente va preguntando en los corrillos:
Cómo se va a resolver este problema si en Honduras no hay inversión
industrial, si la pequeña y mediana industria es ahogada por una banca
usurera que hace su mayor negocio con el Estado, y no le interesa de
ninguna manera consolidar la economía impulsando la producción en el
campo y la ciudad.
Cómo se va a resolver los problemas sociales
que se ensanchan con la privatización acelerada de la educación y la
salud pública; con la privatización de las empresas de servicios
públicos.
Cómo se va a resolver el problema de la seguridad
alimentaria sin políticas, programas y proyectos encaminados a este fin,
prefiriendo la importación de los mismos.
Cómo se va a resolver la
problemática de seguridad ciudadana con un sistema judicial espurio
que tuerce la justicia para favorecer a los corruptos que nos
desgobiernan, cuya mafia se constituye en una casta política y
empresarial ligada a bandas criminales.
Cómo se va a resolver la
crisis promoviendo la anti democracia, la violencia contra la sociedad
generada por la exclusión y la ausencia de un plan de desarrollo, la
corrupción y el terrorismo de Estado.
Por hoy es suficiente, ahora
preguntémonos cómo derrocar a un gobierno constituido por criminales. O
dejaremos que se salga con la suya. De todos y todas depende.
No la podrán esconder reprimiendo,deportando, con campañas mediáticas.
Ya lo sabemos la pobreza, el desempleo y la inseguridad de las cuales
hablan cada migrante entrevistados por las cadenas son efectos de una
crisis estructural. Los que huyen están conscientes de su problemática,
es una situación cotidiana visible en el país. Sin embargo, esta es el
efecto de la crisis estructural que provoca le dependencia, el
intervencionismo de EE.UU, la entrega de los recursos naturales a las
transaccionales y hoy a un grupo de empresarios mafiosos de origen
extranjero, la corrupción gubernamental y la ausencia de democracia
política que se torna en la imposición del usurpador y represiva, con el
apoyo directo del gobierno de EE.UU, que hoy ha obligados al gobierno
de México a realizar el trabajo sucio, desatando una persecución de los
emigrantes que masivamente salen de su traspatio para cruzar la cerca
que sirve de linea divisoria entre la dependencia del atraso y el primer
mundo que se construyó gracias a nuestros recursos del continente
mestiz
Empero, lo mediático se ha centrado en el discurso del
poder tratando de esconder una realidad que cada día se vuelve visible
ante el mundo, gracias a una muchedumbre empobrecida que decidió buscar
la utopía de una vida mejor. Digo utopía porque el "sueño americano"
apenas es un espejismo para los pobres que desde muchas décadas han
cruzado el río bravo y el desierto para darse cuenta que al otro lado el
futuro sigue siendo incierto para la mayoría. Los excluidos por su
pobreza son perseguidos por el estigma grosero de la exclusión, del
explotado, del perseguido por ser indocumentado.
El gobierno usurpador de Honduras haciendo eco del poder imperial les ha llamado delincuentes, terroristas, mareros, traficantes y luego, con el cinismo que le caracteriza, les ha dicho regresen, ofreciéndoles solución a sus problemas con recetas mentirosas y hasta insultantes a la inteligencia de quienes se han ido por causas evidentes. El ofrecimiento gubernamental es grosero e indignarte.
Nadie podrá ocultar que mas de la mitad de la población de la capital de Honduras vive en la pobreza extrema.
La pobreza extrema azota a más de seis millones de Hondureños y la mayoría no puede acceder a un sistema de salud eficiente. Nadie podrá ocultar la brecha entre ricos y pobres.
Nadie podrá ocultar a los dos millones de desempleados, que el usurpador quiere paliar con ofrecimientos de 2.000 o 5.000 empleos temporales.
Esta situación es estructural y no se resuelve con recetas de demagogia. Nos preguntamos si la clase dominante se ha puesto pensar que cada día que pasa el terreno que pisan es resbaladizo. FOTO PUENTE Porque la gente va preguntando en los corrillos:
Cómo se va a resolver este problema si en Honduras no hay inversión industrial, si la pequeña y mediana industria es ahogada por una banca usurera que hace su mayor negocio con el Estado, y no le interesa de ninguna manera consolidar la economía impulsando la producción en el campo y la ciudad.
Cómo se va a resolver los problemas sociales que se ensanchan con la privatización acelerada de la educación y la salud pública; con la privatización de las empresas de servicios públicos.
Cómo se va a resolver el problema de la seguridad alimentaria sin políticas, programas y proyectos encaminados a este fin, prefiriendo la importación de los mismos.
Cómo se va a resolver la problemática de seguridad ciudadana con un sistema judicial espurio que tuerce la justicia para favorecer a los corruptos que nos desgobiernan, cuya mafia se constituye en una casta política y empresarial ligada a bandas criminales.
Cómo se va a resolver la crisis promoviendo la anti democracia, la violencia contra la sociedad generada por la exclusión y la ausencia de un plan de desarrollo, la corrupción y el terrorismo de Estado.
Por hoy es suficiente, ahora preguntémonos cómo derrocar a un gobierno constituido por criminales. O dejaremos que se salga con la suya. De todos y todas depende.
Fuente: facebook
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