El
gobernante Juan Hernández anunció un subsidio en energía eléctrica; sin
embargo, dio visto bueno a más cargas económicas a la población, la
devaluación sigue, los combustibles no dejan de crecer y además se
imponen tasas “abusivas y absurdas”, la última, una nueva placa de
matrícula vehicular.
En
2016 se calculó que estaban registrados 1.4 millón vehículos y, hasta
noviembre de 2017 hubo un aumento de 498,123 automotores, o sea, un
total de 1.9 millones en el periodo 2016-2017, que al multiplicarlo por
el costo de la matrícula, dejó al Estado más de 950 millones de lempiras
en ganancias.
Redacción Central / EL LIBERTADOR / Publicado: 11 Octubre 2018
Tegucigalpa.
La emergencia climática en Honduras no trajo sólo llanto a los
hondureños con los casi 8,000 damnificados y unas 800 casas convertidas
en lodo por las inundaciones y derrumbes en varios puntos del país. La
alerta roja sigue, y no por condiciones climáticas, sino más bien por
los nuevos trancazos que “rematan” una economía y una población
mayoritaria ya sin signos vitales.
El
domingo anterior, cuando aún seguía la preocupación por los dos
sistemas de baja presión que provocaron desastres en todo el territorio
nacional, el Gobierno lanzó el acostumbrado aumento en el precio de los
productos derivados del petróleo.
El
pasado martes, el gobernante Juan Hernández, anunció que se iba a
“refundar el sistema eléctrico”, al tiempo de asegurar un bono a los
ciudadanos que consuman en promedio mensual hasta 300 kilovatios hora,
según el mandatario, el 80 por ciento de los abonados será beneficiado.
Ayer
miércoles, el Gobierno pactó con el sector privado liberar el mercado
eléctrico, de ese modo, cualquier empresa privada que genere energía
eléctrica, podrá ofrecer el servicio al Estado o a entes privados,
convirtiendo a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), en un
competidor más.
Sin
embargo, el gerente de la ENEE, Jesús Mejía, aseguró este día que en
enero de 2019, la estatal cerrará operaciones y dará paso a tres nuevas
empresas, que serán las que van a regir el sistema eléctrico, es decir,
privatizar lo que queda de público de la energética.
En
cuanto al subsidio que promete la presidencia, es nulo. Esto en
comparación a todas las cargas que constantemente alteran el bienestar
económico de la familia hondureña, para el caso, el aumento de precios
de los alimentos y servicios que, al libre albedrío imponen comerciantes
abusivos, que actúan con impunidad ante la existente Fiscalía del
Consumidor y demás autoridades que desinteresadas en las legislaciones
de Pesas y Medidas y tampoco exigen cálculos que justifiquen las
permanentes alzas de precios.
Así
se suma también el gobierno local, por ejemplo, en julio pasado, la
Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC), aprobó un “abusivo” aumento
a la Tasa Vehicular. En Honduras, en cada ejercicio fiscal, entre más
viejo es un carro se le aplica más impuestos como si cada año fuese más
nuevo.
Esta
carga es irracional, ya que por ejemplo, una camioneta de 2001, (17
años de uso) en 2017 pagó 1,270 lempiras por tasa municipal, pero este
año incrementó a 3,130; o sea, una alza de la tasa en 146.5 por ciento
que, al sumarle la tasa vehicular de 2,200 lempiras, el dueño debe pagar
un total de 5,330 lempiras.
En
julio pasado, el IP generó más de 365 millones de lempiras, según la
jefa de recaudación, Bessy Alvarado “se superó la meta que para este mes
andaba en 345 millones”. Estimaciones de esta institución, aspiran a
recaudar más de 2,300 millones de lempiras al cierre de 2018.
Según
estimaciones, para 2016 se calculó que estaban registrados más de 1.4
millones de vehículos, y en el periodo 2016 a noviembre de 2017, se
encontró un aumento de 498,123 automotores; es decir que cerca de 1.9
millones, que al multiplicar por el costo de la matrícula, deja al
Estado más de 950 millones de lempiras en ganancias.
Las
autoridades explicaron que la nueva placa es parte de una modernización
del sistema de registro, donde se incluirá una en modo de calcomanía
con “chip inteligente”, éste contendrá información del dueño del
vehículo. Para los hondureños, no es más que otro trancazo de 500
lempiras, al menos.
Para
rematar, no se puede obviar el golpe que fue el aumento a la tarifa del
Transporte Público, luego de que en julio se paralizara ese sector, con
apoyo de la población, se aumentó un lempira, con la promesa de dar un
descuento especial a estudiantes y personas de la tercera edad, quedó en
el discurso.
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/3011-alerta-roja-lluvia-de-paquetazos-desgracian-mas-al-pueblo-hondureno
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