Por: Redacción CRITERIO
Julio 30,2018 / redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa.-El
juzgado de Letras de la ciudad de Siguatepeque, en el central
departamento de Comayagua, condenó a cuatro años de cárcel a Pedro
Amaya, un indígena lenca, cuyo delito es haber pretendido hacer un
monocultivo de maíz en un terreno supuestamente de vocación forestal.
Amaya,
quien está a las puertas de ser remitido a las celdas de la cárcel de
Támara, Francisco Morazán, fue capturado por elementos de la Policía
Militar del Orden Público (PMOP) a las 9:30 de la mañana del pasado 15
de mayo, cuando se encontraba preparando la tierra en un terreno que
está en recuperación por el Consejo Comunal Indígena El Achiotal, de la
aldea El Achiotal Siguatepeque. Posteriormente, fue apresado y tratado
como un delincuente, fue trasladado a los juzgados de Siguatepete.
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El
indígena lenca es acusado por el delito de roturación de terreno de
vocación forestal, y en su declaración reconoció que “estaba trabajando
en esa parcela de tierra como me han enseñado mis antepasados. El
producir tierra de ese tipo es una práctica ancestral de mi pueblo y no
es delito”, sin embargo, el juez consideró que era suficiente argumento
para condenarlo y enviarlo a prisión.
El
agricultor de 66 años edad y miembro del Consejo Cívico de
Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), según el
Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ) que asiste su
caso, es “un señor, muy alegre, carismático, responsable, honesto,
verdadero, optimista y muy apasionado por hacer producir la tierra”.
Desde
el día de su captura el MADJ comenzó sus diligencias e inició su tarea
empapándose de los antecedentes del acusado, luego visitó la Policía
Nacional, Ministerio Publico, Procuraduría de Trabajo, “confirmando que
el indígena lenca es un ciudadano respetuoso de la ley”, refiere un
texto de este organismo compartido en las redes sociales.
El
abogado Ariel Madrid, quien lleva el caso junto a otros abogados del
MADJ, posteó en su cuenta de Facebook: “es difícil poder explicarle a
don Pedro Amaya, por qué el Ministerio Público y el Juzgado de Letras de
Siguatepeque se ensañan en contra de él, del COPINH y del pueblo lenca
por el hecho de ejercer las prácticas ancestrales indígenas de cultivo
de maíz en terrenos inclinados (de más de 30° de inclinación que la Ley
Forestal considera de vocación forestal y que prescribe en el artículo
179 el delito de roturación de suelo de vocación forestal)”.
El
profesional del derecho rebate que la práctica indígena tiene un
sustento histórico ya que el pueblo lenca, al igual que otros pueblos
indígenas de Honduras, en tiempos de la colonia fueron desplazados de
manera forzada de los valles que ocupaban, hacía las zonas más
recónditas y montañosas del país, condenados al olvido y obligados a
sobrevivir con sus propios medios.
La
fiscalía y el juzgado, que no tienen memoria histórica, olvidan que los
artículos de la Ley Forestal, que contienen el delito de roturación de
terreno de vocación forestal y otros delitos de igual naturaleza, no
fueron consultados de forma previa a ningún pueblo indígena a pesar de
afectar sus prácticas ancestrales de producción agrícola, hecho que
deslegitima su aplicación y, que por no considerar su cultura,
prácticas, usos y costumbres, no deben ser observados por ningún
indígena, quienes por su cosmovisión no comprenden los supuestos de
ilicitud contenidos en dicha Ley, prosigue Madrid.
De
acuerdo a los registros del MADJ, en los dos últimos años, la justicia
hondureña ha condenado a cinco campesinos lencas organizados en el
Copinh por el delito de roturación de terreno de vocación forestal y
otros delitos.
El
MADJ ha asegurado que seguirá haciendo causa común con el Copinh y
continuará con el proceso que la ley dicta para lograr la libertad de
don Pedro Amaya. “Entre tanto denunciamos las acciones de la justicia
hondureña que se ensaña contra los desposeídos y continúa protegiendo a
quienes sí han cometido delitos”, refiere.
Paradójicamente
la decisión del Juzgado de Letras de Siguatepeque de recluir por cuatro
años a don Pedro Amaya, se dictó el viernes anterior en la antesala a
la resolución de la jueza natural Lidia Álvarez Sagastume, que dejó en
libertad a 24 imputados, entre ellos diputados, exdiputados,
funcionarios y exfuncionarios públicos, señalados en el saqueo de más de
282 millones de lempiras de la Secretaría de Agricultura y Ganadería.
https://criterio.hn/2018/07/30/condenan-a-cuatro-anos-de-carcel-a-indigena-lenca-por-sembrar-maiz-en-tierra-forestal/
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