16 Abril, 2017 / Agencia EFE.-
El papa Francisco aprovechó de nuevo la ocasión de su mensaje de
Pascua, asomado al balcón central de la fachada de San Pedro, para hacer
un largo repaso de los dramas que sacuden al mundo como las guerras, la
inmigración o el desempleo en Europa.
Ante una plaza de San Pedro rodeada de fuertes medidas de seguridad y
en un mensaje retransmitido en 160 televisiones de todo el planeta,
Francisco también quiso enviar su deseo de “que los representantes de
las Naciones tengan el valor de evitar que se propaguen los conflictos y
de acabar con el tráfico de las armas”.
En este mensaje que precede a la bendición “Urbi et Orbi” y que
otorga la indulgencia (perdón de los pecados) para todos los fieles que
la reciban por los diferentes medios de comunicación, Francisco habló de
la esperanza que trae para los católicos la resurrección de Jesús.
Y entonces deseó que “en los momentos más complejos y dramáticos de
los pueblos, el Señor Resucitado guíe los pasos de quien busca la
justicia y la paz; y done a los representantes de las Naciones el valor
de evitar que se propaguen los conflictos y de acabar con el tráfico de
las armas”.
Rogó entonces “que en estos tiempos el Señor sostenga en modo
particular los esfuerzos de cuantos trabajan activamente para llevar
alivio y consuelo a la población civil de Siria, víctima de una guerra
que no cesa de sembrar horror y muerte”.
Y citó el “innoble ataque” de ayer en Alepo contra “los desplazados que huían provocando numerosos muertos y heridos”.
Pero también para que se conceda la paz “a todo el Oriente Medio,
especialmente a Tierra Santa, como también a Irak y a Yemen” y recordó
“Sudán del Sur, Somalia y la República Democrática del Congo, que
padecen conflictos sin fin, agravados por la terrible carestía que está
castigando algunas regiones de África”.
También deseó “que Jesús Resucitado sostenga los esfuerzos de
quienes, especialmente en América Latina, se comprometen en favor del
bien común de las sociedades, tantas veces marcadas por tensiones
políticas y sociales, que en algunos casos son sofocadas con la
violencia”.
No olvidó, como hace siempre en sus mensajes donde Francisco repasa
la violencia en el mundo, a “Ucrania, todavía afligida por un sangriento
conflicto” y pidió “que vuelva a encontrar la concordia y acompañe las
iniciativas promovidas para aliviar los dramas de quienes sufren las
consecuencias”.
Francisco mencionó también a Europa, y pidió esperanza para “cuantos
atraviesan momentos de dificultad, especialmente a causa de la gran
falta de trabajo sobre todo para los jóvenes”.
También aseguró que Jesús resucitado se hace cargo de quienes sufren
explotación, de los que sufren violencia entre los muros de casa y “se
hace compañero de camino de quienes se ven obligados a dejar la propia
tierra”.
El pontífice argentino explicó que “el Pastor Resucitado va a buscar a
quien está perdido en los laberintos de la soledad y de la
marginación”.
“Se hace cargo de cuantos son víctimas de antiguas y nuevas
esclavitudes: trabajos inhumanos, tráficos ilícitos, explotación y
discriminación, graves dependencias”, agregó.
Y continuó: “Se hace cargo de los niños y de los adolescentes que son privados de su serenidad para ser explotados”
También mencionó la violencia machista y los abusos al aludir a
“quien tiene el corazón herido por las violencias que padece dentro de
los muros de su propia casa”.
El papa aseguró que Jesús resucitado “se hace compañero de camino de
quienes se ven obligados a dejar la propia tierra a causa de los
conflictos armados, de los ataques terroristas, de las carestías, de los
regímenes opresivos”.
“A estos emigrantes forzosos, les ayuda a que encuentren en todas
partes hermanos, que compartan con ellos el pan y la esperanza en el
camino común”, agregó.
Con la misa de Pascua y la bendición “Urbi et Orbi” (A la ciudad y al mundo) terminaron los ritos de la Semana Santa
En este mensaje que precede a la bendición “Urbi et Orbi” y que
otorga la indulgencia (perdón de los pecados) para todos los fieles que
la reciban por los diferentes medios de comunicación, Francisco habló de
la esperanza que trae para los católicos la resurrección de Jesús.
Y entonces deseó que “en los momentos más complejos y dramáticos de
los pueblos, el Señor Resucitado guíe los pasos de quien busca la
justicia y la paz; y done a los representantes de las Naciones el valor
de evitar que se propaguen los conflictos y de acabar con el tráfico de
las armas”.
Rogó entonces “que en estos tiempos el Señor sostenga en modo
particular los esfuerzos de cuantos trabajan activamente para llevar
alivio y consuelo a la población civil de Siria, víctima de una guerra
que no cesa de sembrar horror y muerte”.
Y citó el “innoble ataque” de ayer en Alepo contra “los desplazados que huían provocando numerosos muertos y heridos”.
Pero también para que se conceda la paz “a todo el Oriente Medio,
especialmente a Tierra Santa, como también a Irak y a Yemen” y recordó
“Sudán del Sur, Somalia y la República Democrática del Congo, que
padecen conflictos sin fin, agravados por la terrible carestía que está
castigando algunas regiones de África”.
También deseó “que Jesús Resucitado sostenga los esfuerzos de
quienes, especialmente en América Latina, se comprometen en favor del
bien común de las sociedades, tantas veces marcadas por tensiones
políticas y sociales, que en algunos casos son sofocadas con la
violencia”.
No olvidó, como hace siempre en sus mensajes donde Francisco repasa
la violencia en el mundo, a “Ucrania, todavía afligida por un sangriento
conflicto” y pidió “que vuelva a encontrar la concordia y acompañe las
iniciativas promovidas para aliviar los dramas de quienes sufren las
consecuencias”.
Francisco mencionó también a Europa, y pidió esperanza para “cuantos
atraviesan momentos de dificultad, especialmente a causa de la gran
falta de trabajo sobre todo para los jóvenes”.
También aseguró que Jesús resucitado se hace cargo de quienes sufren
explotación, de los que sufren violencia entre los muros de casa y “se
hace compañero de camino de quienes se ven obligados a dejar la propia
tierra”.
El pontífice argentino explicó que “el Pastor Resucitado va a buscar a
quien está perdido en los laberintos de la soledad y de la
marginación”.
“Se hace cargo de cuantos son víctimas de antiguas y nuevas
esclavitudes: trabajos inhumanos, tráficos ilícitos, explotación y
discriminación, graves dependencias”, agregó.
Y continuó: “Se hace cargo de los niños y de los adolescentes que son privados de su serenidad para ser explotados”
También mencionó la violencia machista y los abusos al aludir a
“quien tiene el corazón herido por las violencias que padece dentro de
los muros de su propia casa”.
El papa aseguró que Jesús resucitado “se hace compañero de camino de
quienes se ven obligados a dejar la propia tierra a causa de los
conflictos armados, de los ataques terroristas, de las carestías, de los
regímenes opresivos”.
“A estos emigrantes forzosos, les ayuda a que encuentren en todas
partes hermanos, que compartan con ellos el pan y la esperanza en el
camino común”, agregó.
Con la misa de Pascua y la bendición “Urbi et Orbi” (A la ciudad y al mundo) terminaron los ritos de la Semana Santa (EFE)
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