Escrito por Cesario Padilla | Septiembre 30 del 2016
Por los diferentes caminos que llevan a la estatua central del héroe y poeta cubano José Martí, se acercaron sus chonas, las integrantes de los diferentes colectivos de barrios y colonias del Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”. Sus camisas blancas con el logo morado les identifican como organización, su grito; su pensamiento político y su denuncia permanente las unen como feministas.
Lanza,
Coordinadora Nacional del Movimiento de Mujeres desde hace 14 años,
falleció el pasado 20 de septiembre a la edad de 74 años en un centro
médico de la capital Tegucigalpa.
“Como
decimos nosotras, las cosas no ocurren por casualidad. El hecho de
estar aquí en esta plaza para rendirle homenaje, tiene que ver con ese
profundo amor que ella tenía por el heroico pueblo cubano”, irrumpió en
el espacio con su voz, Merly Eguigure, compañera de lucha de Gladys.
Con
estas palabras, comenzaron a llegar demás compañeros de cale, de
asambleas sindicales, de luchas por el respeto a las mujeres, la plaza
estuvo llena de amor, de agradecimiento a la “leona púrpura”, a la
Gladys
Lanza antimilitarista y antiimperialista “hasta la médula”.
Merly
siguió recordándole con cada párrafo que leía. Trajo a la memoria de
las y los presentes al acto, la participación de Gladys Lanza en
acontecimientos como la huelga de hambre por abolir el servicio militar
obligatorio, allá por 1994.
Con su
voz entrecortada por momentos, la integrante de la coordinación nacional
dijo que “Con Gladys recorrimos este país a todo lo largo y ancho para
hablar con las mujeres de tierra adentro, para transmitir y compartir
esa propuesta en que las chonas estamos empecinadas desde hace años, de
que el propósito nuestro es ser felices en la tierra, por eso es que la
lucha contra la manifestación de violencia más fuerte como es el
femicidio era vital e ineludible”.
La continuación de Gladys está en las calles
A
tribuna abierta, diversas personalidades tomaron la palabra para
reconocerle su legado de lucha, agradecerle su compromiso político,
recordar alguna pasada con ella.
Tomó
la palabra José Zambrano, de la Asociación para una Vida Mejor de
Personas Infectadas y Afectadas por el VIH/ SIDA (APUVIMEH), para contar
su experiencia al lado de Gladys, su apoyo a la lucha en apoyo a la
comunidad Lésbico, Gay, Transexual, Bisexual e Intersexual (LGTBI).
“Esto no es una pausa, ya nos vamos a seguir encontrando en algún lugar del espacio en donde ahora se encuentra”, expresó.
La
abuela de la resistencia, Yolanda Chavarría se amarró su pañuelo blanco
en su cabeza, pasó por el espacio donde el incienso todavía aromatizaba
el espacio dedicado a la memoria de la “chona mayor” y caminó hacia la
tribuna para compartir a quienes asistieron como era esa “Gladys sin
descanso”.
“Cuando ella –Gladys- se
enteró que yo fui alumna de choncita –Visitación Padilla-, me dio el
privilegio de participar en varios espacios del programa del movimiento
en Radio Gualcho durante el golpe de Estado”, recordó la abuela Yolanda,
en referencia a sus participaciones en el programa “Aquí entre chonas”
mismo que fue censurado de una estación radial corporativa durante el
golpe y que tuvo su hogar en la emisora del pueblo dirigida por el ya
fallecido Omar Rodríguez.
Así pasó el
día, el homenaje y los testimonios de lucha al lado de Gladys; las
compañeras y compañeros de lucha en el sindicalismo, en la calle y en la
vida organizativa.
Gladys, la rebelde
De
acuerdo al testimonio ofrecido por sus compañeras “chonas”, Gladys
Lanza mostraba cierta inquietud, en los últimos dos meses, por ir a
firmar “el dichoso libro” en el Tribunal de Sentencia de la Corte
Suprema de Justicia (CSJ) en la capital.
Cristina
Alvarado, quien forma parte del equipo operativo del Movimiento
“Visitación Padilla” recordó cuando le plantearon a “Gladicita”, el
hecho de conmutar la pena a la que había sido condenada luego del
proceso que se entablara en su contra por parte de Juan Carlos Reyes,
Director de la Fundación Para el Desarrollo de la Vivienda en Honduras
(FUNDEVI).
“Ella siempre mostró
coherencia entre su discurso y el accionar. Una vez le propusimos que
íbamos a conmutar, no podíamos permitir que ella fuera a la cárcel y se
negó rotundamente, conmutar es reconocer que esa sentencia es justa”,
mencionó Alvarado.
Con una sonrisa,
como trayendo hacia la vida a Gladys, Alvarado sostuvo que hay que
recordarla fuerte, luchadora, amorosa, solidaria, comprometida.
El
acto conmemorativo había llegado a su fin. Las flores eran recogidas
por sus hermanas chonas, una de sus canciones favoritas, Cipota de
Barrio del fallecido cantautor Guillermo Anderson, que había sonado
durante esas tres horas pinchó su punto final. Ahora Guillermo le canta a
Gladys mientras ella vigila, protege y abraza la lucha feminista.
Así
finalizó una jornada para recordar, para sentir y mantener vivo el
legado de Gladys Lanza, la que hoy descansa luego de una feroz batalla
contra el patriarcado. “por mientras nos pasa el dolor, permítannos
llorarla, amarla y recordarla”, sostuvo Merly Eguigure; para luego
exclamar un adiós entre líneas, el homenaje terminó sin ella por eso es
que las chonas y todo un pueblo rebelde la extrañan, “la extrañan en
puta Gladicita”.
http://conexihon.hn/site/noticia/derechos-humanos/mujeres/una-semana-de-su-muerte-%E2%80%9Cte-extra%C3%B1amos-en-puta-gladicita%E2%80%9D
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